Como profesor de secundaria manifiesto mi descontento por el carácter triunfalista de las declaraciones del doctor José Ángel Córdova Villalobos, titular de la Secretaría de Educación Púiblica (SEP). Afirmó que asistieron 30 por ciento del total programado al examen de evaluación universal. Se desmintió a sí mismo de las cifras abultadas de
entre 70 y 80 por cientode asistencia de profesores de educación primaria que anunció al día siguiente de aplicarse dicho examen. Miles de maestros seguimos considerando que exagera, pues es una política de gobierno manipular los datos para maquillar la realidad. Tan sólo en la escuela secundaria No. 27, donde trabajo, sede de la aplicación de este instrumento ilegal de evaluación, las autoridades educativas solicitaron 15 aulas, pero asistieron nada más 13 profesores de primaria. También comprobamos que en la delegación Magdalena Contreras, jardines de niños y primarias trabajaron con normalidad para cubrir el último día de cursos del año escolar recién concluido.
Un compañero que pidió reservar su nombre, aplicador del examen referido en el CBTIS de la población de Tulancingo, Hidalgo, nos informó que sólo asistió un profesor de 800 que se esperaban.
Con estos pequeños ejemplos se muestra que la evaluación universal, promovida por Elba Esther Gordillo (aliada electoral de Enrique Peña Nieto), quien aparentó discrepancias con el gobierno de Calderón, fue rechazada por la enorme mayoría de los maestros del país, lo que significó, por un lado, un triunfo de la CNTE, dándole la razón a los maestros de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán y por el otro, un rotundo fracaso para los intentos de Calderón y Gordillo de cumplir las exigencias de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económicos (OCDE) de reglamentar el empleo del magisterio nacional.
Con estos pequeños ejemplos se muestra que la evaluación universal, promovida por Elba Esther Gordillo (aliada electoral de Enrique Peña Nieto), quien aparentó discrepancias con el gobierno de Calderón, fue rechazada por la enorme mayoría de los maestros del país, lo que significó, por un lado, un triunfo de la CNTE, dándole la razón a los maestros de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán y por el otro, un rotundo fracaso para los intentos de Calderón y Gordillo de cumplir las exigencias de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económicos (OCDE) de reglamentar el empleo del magisterio nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario