sábado, 20 de agosto de 2011
"La Educación es el Camino"
Luis Hernández Montalvo
Los ideólogos y pedagogos pretendidamente modernizadores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación –SNTE-, han convocado al 5º. Congreso Nacional de Educación bajo el lema mediático: “La Educación es el Camino.”
“La Educación es el Camino”, es una frase lapidaria para inscribirla en el mausoleo de la maestra Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, que pretende pasar a la historia de la educación de México como la educadora del siglo XXI.
Es muy probable que esta frase mediática, en la lógica del mercado, no proponga un mensaje adecuado, que convoque a los profesores –en primer lugar- y a la comunidad educativa nacional y a la sociedad, a buscar un nuevo acompañamiento de los profesores con sus alumnos, que elimine la vieja cultura autoritaria imperante en los modelos de formación docente, y que tienen su origen en la cultura del presidencialismo, que dominó en el siglo XX mexicano, pero también en la cultura corporativa entronizado en las relaciones laborales del magisterio con la SEP.
La frase “La Educación es el Camino”, no es una expresión creativa del grupo de asesores del SNTE, es un lugar común en los discursos de los políticos de varios países, por ejemplo: José Mújica, Presidente de Uruguay expresó en 2010: “La educación es el camino, una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que significa lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo”.
La frase es tan común que en las páginas de Internet podemos encontrarla en miles de referencias, incluyendo el nombre de varios Blogs como el de “La educación es el camino y la meta”, incluso, esta frase designa a grupos en las redes sociales como la página de Facebook: “La educación es el camino para el progreso” o tal vez, los líderes del SNTE se la plagiaron del título del libro de Claudio Sapelli: “La educación es el camino a una sociedad más equitativa.”
El 5º. Congreso Nacional de Educación está rezagado, camina a la cola de los acontecimientos de la vida escolar y educativa del país, mientras los organizadores del máximo evento del sindicato aún no se deciden a iniciar las actividades que pongan en movimiento a un magisterio confrontado internamente por la disputa de los espacios de poder, castrado en su capacidad de propuesta, conculcados sus derechos y a la libertad para expresarse democráticamente, un magisterio incapaz de tomar decisiones para transformar sus prácticas.
Los líderes del SNTE mantienen los controles sobre los trabajadores de la educación, pero de manera particular con los profesores de educación básica, a los que no se les permite que vivan nuevas actitudes docentes, me refiero de manera general, pero también hay que reconocer que en los últimos años, grupos de profesores se han tenido que organizar al margen de su sindicato, creando Colegios y Asociaciones que les permitan desarrollar sus inquietudes profesionales, al margen de los controles corporativos.
Es entonces desde esta realidad muy concreta que debemos responder a los cuestionamientos sobre el tipo de personas que estamos educando, sin dejar de lado que hay mucho más mundo que los esquemas rígidos que se imponen a partir del presente ciclo escolar, sin consultar al magisterio, sin una capacitación previa y al margen de las reformas que se pretenden impulsar en las escuelas normales.
El SNTE ha convocado a un congreso de educación, pero los profesores sabemos que la organización no es un espacio de socialización de nuestras inquietudes profesionales y por otra parte, hay barreras insalvables entre la casta dirigente y el maestro de escuela que sobre vive de un salario miserable, que ya es una limitante para experimentar y vivir otras experiencias de formación para servir mejor a los niños y jóvenes.
Estamos también frente a un magisterio humillado y ridiculizado en los medios de comunicación al que responsabilizan de todas las desgracias nacionales, y señaladamente del fracaso educativo y por eso se ajustan los mecanismos de control mediante modelos de evaluación tanto para justificar su ingreso y permanencia en las escuelas como para mejorar sus salarios a través de la Carrera Magisterial, con lo cual se busca desterrar la mística docente que se empezó a construir desde el siglo XIX y en las primeras tres décadas del siglo XX.
Vamos al 5º Congreso Nacional de Educación con un magisterio controlado, con delegados a modo de los líderes del SNTE, un magisterio decepcionado, emocional y profesionalmente con frustraciones, un magisterio entristecido que tiene que buscar otras alternativas de trabajo para llevar el sustento de su familia, un magisterio insatisfecho y sin orgullo por su trabajo, pero también encolerizado en varios momentos de su historia gremial.
La agenda del SNTE es demasiado extensa, sin embargo, llama la atención el punto cuatro del temario del Congreso Nacional de Educación: “El maestro Mexicano ante los retos de los nuevos alumnos y la Sociedad del Conocimiento".
El Congreso debe responder a los cuestionamientos ¿Cuáles deben ser las competencias profesionales del maestro mexicano? Para contestar, no se requieren mayores esfuerzos pues ya la política educativa impuesta los ha modelado conforme a los dictados de los organismos internacionales.
También el Congreso se cuestiona sobre ¿Cómo desarrollar y fortalecer el liderazgo académico de directivos y supervisores para una gestión escolar innovadora?
En este terreno se han gastado millones de pesos en cursos, diplomados y posgrado, sin embargo, el problema no es solo de conocimiento, sino una cuestión cultural que sostiene un control burocrático, piramidal y antidemocrático sobre los maestros y a las escuelas desde la década de los cuarenta, y los discursos y la retórica modernizadora se estrella, una y otra vez en las leyes y reglamentos vigentes, que defienden tanto los intereses burocráticos de la administración como los pretendidos derechos sindicales a controlar el escalafón de mandos, al igual que lo hacen con el escalafón horizontal también llamado “Carrera Magisterial” con lo cual se promueven a los leales al SNTE a los amigos, a los incondicionales que hacen posible una entramada red de complicidades en la escala del poder casi absoluto de su presidenta nacional.
¿Para qué plantearse la capacidad innovadora de los directivos y supervisores, cuando es la burocracia la que piensa e impone sus reformas a la Escuela Pública, sin el concurso y la opinión de los que deben implementarla en las aulas? ¿Cómo se pretende que directivos y supervisores puedan ejercer liderazgo académico cuando se han formado con los métodos de control sindical?
Los operadores políticos del Congreso Nacional de Educación se preguntan:
¿Cuáles deben ser las cualidades del normalismo del siglo XXI? Sobre el particular, la Maestra Elba Esther Gordillo Morales, presidente del SNTE ya determinó cerrar a las que considera “no patito sino verdaderos monstruos”, pero la maestra puede llevarse una sorpresa, en amplios sectores de lo que se ha dado en llamar “normalismo”, se escuchan voces en desacuerdo, como las que se expresan en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, en la también centenaria Escuela Nacional de Maestros.
Otro de los interrogantes del congreso y que se supone deben responder los maestros, y demás convocados, está en ¿Cómo garantizar y fortalecer la calidad y pertinencia de la formación continua y superación profesional de los docentes y directivos en servicio?
Sobre el particular, es un tema recurrente en los modelos educativos del país en los últimos cuarenta años, sin resultados positivos, aunque habría que reconocer la contribución del Instituto Nacional de Capacitación del Magisterio –IFCM- a más de 60 años de su fundación en beneficio de la profesionalización de miles de profesores y que las políticas modernizadoras, destruyeron o las condenaron a una vida académica precaria, con presupuestos insuficientes y en este mismo renglón, debemos revisar el papel que ha jugado la Universidad Pedagógica Nacional –UPN-, y antes las Escuelas Normales Rurales, Las Casas del Pueblo y las Misiones Culturales.
El 5º Congreso debe revisar sus resolutivos anteriores y valorar la importancia de sus convocatorias, su impacto en las políticas públicas y revisar las trabas que impiden que la educación pública pueda remontar sus rezagos y los mecanismos del SNTE y la SEP en los procesos de simulación, si los maestros no le dan contenido a este congreso, si solo se confía en los asesores a sueldo, si no se garantiza la libertad de los educadores, la frase “La Educación es el Camino”, no pasará de ser una frase de mercado, pero que carecerá de un público consumidor que se acerque a los aparadores sin miedo, un congreso que le restituya la confianza y la autoestima para enfrentar los retos que no son pocos y mucho más los obstáculos burocráticos de los que imponen su ley y que lucran con su buena voluntad.
viernes, 12 de agosto de 2011
El 5o Congreso Nacional de Educación está minado
"Quiero enviar un abrazo de muchos brazos a los jóvenes valientes que nos están dando a todos una lección de dignidad democrática desde las calles de Chile. Ellos, los indignados, demuestran que hay otro país posible, heredero de Balmaceda y de Allende, y que Chile no termina en las fronteras trazadas por los resignados y los indignos. Que de eso se trata, al fin y al cabo: luchando por la educación, los jóvenes educan a todos los demás. Esta protesta enseña. Yo les digo: gracias mil y suertudas suertes en tan hermosa aventura". –Eduardo Galeano.
Luis Hernández Montalvo
El Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ha convocado al 5º. Congreso Nacional de Educación bajo el lema: “Educar es el camino”.
El CEN del SNTE tiene el objetivo de promover la más amplia participación social de los diferentes actores, instituciones y órdenes de gobierno, para construir y asumir desde las diversas responsabilidades, la agenda educativa que genere la transformación de nuestro sistema educativo a fin de que responda a las expectativas del México del siglo XXI.
El problema no será fácil de resolver, mientras no se atiendan los vínculos con las distintas instancias de dirección, mientras los encargados de echar a andar la pesada máquina burocrática del SNTE, no comprendan la importancia de un evento de esta naturaleza que no puede repetirse como los anteriores congresos; mientras los líderes delegacionales y seccionales estén preocupados por todo, menos por los asuntos educativos y por los problemas gremiales que afectan a todos los trabajadores, independientemente de su preferencia sindical y militancia política, y que en las actuales circunstancias, parecen insalvables, mientras no se quiera ver que: “La casa ha estado mal guardada”, parodiando a su presidenta nacional en su discurso del 20 de enero de 1990.
El SNTE vive desde la década anterior, un profundo y desgastante proceso de balcanización que ha llevado al desprendimiento de 40 sindicatos de trabajadores de la educación con reconocimiento en las Juntas de Locales de Conciliación y Arbitraje en los estados, y que ya se han constituido en la Federación Nacional de Sindicatos Independientes de Trabajadores de la Educación, algunos de ellos con influencia en amplios sectores del magisterio y con reconocimiento incluso en sectores del magisterio mal llamado “institucional”. Mencionaré solo como referencia al Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Baja California y a la Delegación Sindical de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, que forma parte del Sindicato de Trabajadores Normalistas y de la Educación en Veracruz.
Destaca en este proceso el reciente reconocimiento y toma de nota del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México por parte del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, dejando en la perplejidad a los líderes del SNTE que no han podido procesar sus diferencias internas sobre todo, en el reparto de las cuotas de poder, tanto en las estructuras del sindicato como en la administración pública.
El 5º. Congreso Nacional se enfrenta también al magisterio agrupado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación -CNTE-, que desde 1979, se ha constituido en una poderosa organización que cuestiona los mecanismos internos del poder sindical que ha dado origen a verdaderos cacicazgos que han entronizado la corrupción y el envilecimiento de las instituciones, en otro tiempo respetadas y respetables como la escuela pública y el trabajo de los profesores de educación básica.
La convocatoria a un Congreso de Educación, en un año electoral, más que buscar el consenso con la sociedad, para mejorar la calidad de la educación y el sistema educativo, tiene como fin rescatar un poco de influencia política en la vida nacional que presente al sindicato, sobre todo a sus dirigentes, como una organización propositiva y colaboracionista que disipe los temores y las presiones de los organismos económicos internacionales como la OCDE, quien le ha pedido al SNTE: “dejar de ejercer el veto sobre las reformas educativas mandadas por procesos políticos democráticos”.
Un sindicalismo que forma parte de los entramados círculos del poder económico y político, no puede reclamar autonomía para representar los intereses de los trabajadores agremiados al SNTE, pero tampoco puede encabezar la defensa de los derechos de los niños y jóvenes a tener una escuela pública de calidad ante los grupos de presión, que nos permita remontar el rezago educativo y que según informes muy conservadores afecta a más de 19 millones de mexicanos y que se suman a los problemas de deserción escolar y desempleo con lo que se perfila un sombrío panorama para millones de jóvenes.
El millón y medio de trabajadores de la educación que reclama la representación del SNTE, es una quimera, mientras los líderes más experimentados en el sindicato se dedican al trabajo de impostación con más de 18 mil trabajadores comisionados con cargo al presupuesto de la federación y otro tanto mayor negociado con los gobernadores de los estados, se encuentran realizando trabajo político con la sociedad civil para canalizar influencia electoral al PANAL, mientras esto ocurre, se observa una parálisis sindical en las escuelas y delegaciones sindicales sin precedentes.
En el mismo escenario se puede observar como son sustituidos los líderes con mayor capacidad de negociación sindical para realizar trabajo político o para formar parte de la administración de los intereses y negocios de la maestra, por personas sin trayectoria sindical, pero que son incondicionales a los deseos de la Presidente del SNTE, este mismo fenómeno de descuido se observa en las secciones sindicales a donde han llegados personajes sin perfil y sin influencia en la comunidad educativa para convocar y ser factor que busque los consensos entre los distintos actores sociales interesados en los problemas educativos. Sustitución que responde a los caprichos de la presidente del SNTE, violentando la legalidad de sus congresos y los órganos de gobierno sindical.
Pero más allá de los cuestionamientos de la sociedad, del descrédito de los maestros a los que se hace responsables del fracaso educativo en México, que se les presenta como un puñado de ignorantes que no tienen las competencias básicas para ejercer la docencia, que reprueban los exámenes y que hacen trampas para escalar las diversas categorías del escalafón vertical de Carrera Magisterial, si, más allá de estas minucias:
¿Cómo espera el SNTE que los maestros, padres de familia, académicos –en referencia a los profesores de las instituciones de educación superior- investigadores, autoridades gubernamentales y educativas, en su mayoría o en su totalidad miembros distinguidos del SNTE, legisladores, líderes de opinión, organizaciones, asociaciones y todos los interesados en mejorar la calidad de la educación acudan al llamado de una organización que es presentada como usuaria voraz del presupuesto?
No estoy negando la necesidad del SNTE por avanzar en la construcción de una visión propia, de una propuesta sindical que refleje la opinión de los sindicalistas y no como comparsa para legitimar las políticas impuestas por los organismos internacionales, no como una respuesta para satisfacer a los grupos de presión, entre los que se inscriben los grupos empresariales, el clero y el avance de las organizaciones internacionales que colocan al SNTE como el responsable del desorden y como un factor limitante del sector educativo.
Uno se pregunta ¿Qué están haciendo los líderes del SNTE para construir los consensos, para conectar a los diversos y poder construir propuestas mínimas a partir de coincidencias que los comprometa de cara a la nación?
No hay entre el magisterio mexicano y entre la comunidad educativa una presencia influyente en las redes sociales, no hay presencia virtual como ocurre en los países de Europa o de América del Sur. Las páginas institucionales tanto del SNTE, sus secciones y delegaciones y del propio CEN, no son espacios de debate y construcciones de opinión, pero también desde la Secretaría de Educación Pública, desde las páginas institucionales, la voz y la palabra de los trabajadores está excluida, ¿Cómo entonces se quieren construir los consensos?
Es muy probable que los líderes del SNTE argumenten la necesidad de corresponsabilidad entre el SNTE y la SEP en la construcción de la política educativa o que invoquen el principio de bilateralidad, lo cual también resulta falso, en tanto que el proceso de imbricación entre la SEP y el SNTE son tan cercanos, que no hay una frontera que los separe.
La balcanización del SNTE no parece importar a los dirigentes del sindicato, en tanto que han acumulado demasiado poder en otras partes como el ISSSTE, los partidos políticos, la Lotería Nacional, las administraciones de los sistemas educativos locales y en la Subsecretaría de Educación Básica a nivel federal. Esto explica el bajo perfil de los cambios en el CEN del SNTE, en la falta de experiencia de los nuevos cuadros del sindicato.
¿Cómo construir consensos y como llamar a la diversidad de visiones sobre los problemas educativos de México, cuando son los líderes del Sindicato los dueños de las finanzas y controlan los medios y los invitados a modo de la presidente del SNTE, cuando establecen que será el CEN el órgano de gobierno que acredite a los delegados, conferencistas e invitados?
¿Cómo creerle a los líderes del SNTE que su preocupación es la Escuela Pública y que “Educar es el camino”, cuando no se cumplió con el tiempo propuesto para la primera etapa del Congreso que debía movilizar a los miles de maestros, padres de familia y demás interesados en los temas del Congreso para los meses de mayo y junio pasado? ¿Por qué la escasa o nula difusión de la convocatoria entre los maestros y padres de familia? ¿A cuántos foros públicos se han convocado en este tiempo?
Hoy en el SNTE se vive el fenómeno bíblico relatado en el Cap. 11 del Génesis, cuando los hombres construían la Torre de Babel y que por castigo de Yahveh, sus dirigentes empezaron a hablan diferentes lenguajes, por lo que ya reina entre el magisterio la confusión, el temor y la inseguridad laboral, pero también a la dispersión absoluta, repito ¿Cómo construir consensos? ¿Dónde está el sindicato?
Luis Hernández Montalvo
El Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ha convocado al 5º. Congreso Nacional de Educación bajo el lema: “Educar es el camino”.
El CEN del SNTE tiene el objetivo de promover la más amplia participación social de los diferentes actores, instituciones y órdenes de gobierno, para construir y asumir desde las diversas responsabilidades, la agenda educativa que genere la transformación de nuestro sistema educativo a fin de que responda a las expectativas del México del siglo XXI.
El problema no será fácil de resolver, mientras no se atiendan los vínculos con las distintas instancias de dirección, mientras los encargados de echar a andar la pesada máquina burocrática del SNTE, no comprendan la importancia de un evento de esta naturaleza que no puede repetirse como los anteriores congresos; mientras los líderes delegacionales y seccionales estén preocupados por todo, menos por los asuntos educativos y por los problemas gremiales que afectan a todos los trabajadores, independientemente de su preferencia sindical y militancia política, y que en las actuales circunstancias, parecen insalvables, mientras no se quiera ver que: “La casa ha estado mal guardada”, parodiando a su presidenta nacional en su discurso del 20 de enero de 1990.
El SNTE vive desde la década anterior, un profundo y desgastante proceso de balcanización que ha llevado al desprendimiento de 40 sindicatos de trabajadores de la educación con reconocimiento en las Juntas de Locales de Conciliación y Arbitraje en los estados, y que ya se han constituido en la Federación Nacional de Sindicatos Independientes de Trabajadores de la Educación, algunos de ellos con influencia en amplios sectores del magisterio y con reconocimiento incluso en sectores del magisterio mal llamado “institucional”. Mencionaré solo como referencia al Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Baja California y a la Delegación Sindical de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, que forma parte del Sindicato de Trabajadores Normalistas y de la Educación en Veracruz.
Destaca en este proceso el reciente reconocimiento y toma de nota del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México por parte del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, dejando en la perplejidad a los líderes del SNTE que no han podido procesar sus diferencias internas sobre todo, en el reparto de las cuotas de poder, tanto en las estructuras del sindicato como en la administración pública.
El 5º. Congreso Nacional se enfrenta también al magisterio agrupado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación -CNTE-, que desde 1979, se ha constituido en una poderosa organización que cuestiona los mecanismos internos del poder sindical que ha dado origen a verdaderos cacicazgos que han entronizado la corrupción y el envilecimiento de las instituciones, en otro tiempo respetadas y respetables como la escuela pública y el trabajo de los profesores de educación básica.
La convocatoria a un Congreso de Educación, en un año electoral, más que buscar el consenso con la sociedad, para mejorar la calidad de la educación y el sistema educativo, tiene como fin rescatar un poco de influencia política en la vida nacional que presente al sindicato, sobre todo a sus dirigentes, como una organización propositiva y colaboracionista que disipe los temores y las presiones de los organismos económicos internacionales como la OCDE, quien le ha pedido al SNTE: “dejar de ejercer el veto sobre las reformas educativas mandadas por procesos políticos democráticos”.
Un sindicalismo que forma parte de los entramados círculos del poder económico y político, no puede reclamar autonomía para representar los intereses de los trabajadores agremiados al SNTE, pero tampoco puede encabezar la defensa de los derechos de los niños y jóvenes a tener una escuela pública de calidad ante los grupos de presión, que nos permita remontar el rezago educativo y que según informes muy conservadores afecta a más de 19 millones de mexicanos y que se suman a los problemas de deserción escolar y desempleo con lo que se perfila un sombrío panorama para millones de jóvenes.
El millón y medio de trabajadores de la educación que reclama la representación del SNTE, es una quimera, mientras los líderes más experimentados en el sindicato se dedican al trabajo de impostación con más de 18 mil trabajadores comisionados con cargo al presupuesto de la federación y otro tanto mayor negociado con los gobernadores de los estados, se encuentran realizando trabajo político con la sociedad civil para canalizar influencia electoral al PANAL, mientras esto ocurre, se observa una parálisis sindical en las escuelas y delegaciones sindicales sin precedentes.
En el mismo escenario se puede observar como son sustituidos los líderes con mayor capacidad de negociación sindical para realizar trabajo político o para formar parte de la administración de los intereses y negocios de la maestra, por personas sin trayectoria sindical, pero que son incondicionales a los deseos de la Presidente del SNTE, este mismo fenómeno de descuido se observa en las secciones sindicales a donde han llegados personajes sin perfil y sin influencia en la comunidad educativa para convocar y ser factor que busque los consensos entre los distintos actores sociales interesados en los problemas educativos. Sustitución que responde a los caprichos de la presidente del SNTE, violentando la legalidad de sus congresos y los órganos de gobierno sindical.
Pero más allá de los cuestionamientos de la sociedad, del descrédito de los maestros a los que se hace responsables del fracaso educativo en México, que se les presenta como un puñado de ignorantes que no tienen las competencias básicas para ejercer la docencia, que reprueban los exámenes y que hacen trampas para escalar las diversas categorías del escalafón vertical de Carrera Magisterial, si, más allá de estas minucias:
¿Cómo espera el SNTE que los maestros, padres de familia, académicos –en referencia a los profesores de las instituciones de educación superior- investigadores, autoridades gubernamentales y educativas, en su mayoría o en su totalidad miembros distinguidos del SNTE, legisladores, líderes de opinión, organizaciones, asociaciones y todos los interesados en mejorar la calidad de la educación acudan al llamado de una organización que es presentada como usuaria voraz del presupuesto?
No estoy negando la necesidad del SNTE por avanzar en la construcción de una visión propia, de una propuesta sindical que refleje la opinión de los sindicalistas y no como comparsa para legitimar las políticas impuestas por los organismos internacionales, no como una respuesta para satisfacer a los grupos de presión, entre los que se inscriben los grupos empresariales, el clero y el avance de las organizaciones internacionales que colocan al SNTE como el responsable del desorden y como un factor limitante del sector educativo.
Uno se pregunta ¿Qué están haciendo los líderes del SNTE para construir los consensos, para conectar a los diversos y poder construir propuestas mínimas a partir de coincidencias que los comprometa de cara a la nación?
No hay entre el magisterio mexicano y entre la comunidad educativa una presencia influyente en las redes sociales, no hay presencia virtual como ocurre en los países de Europa o de América del Sur. Las páginas institucionales tanto del SNTE, sus secciones y delegaciones y del propio CEN, no son espacios de debate y construcciones de opinión, pero también desde la Secretaría de Educación Pública, desde las páginas institucionales, la voz y la palabra de los trabajadores está excluida, ¿Cómo entonces se quieren construir los consensos?
Es muy probable que los líderes del SNTE argumenten la necesidad de corresponsabilidad entre el SNTE y la SEP en la construcción de la política educativa o que invoquen el principio de bilateralidad, lo cual también resulta falso, en tanto que el proceso de imbricación entre la SEP y el SNTE son tan cercanos, que no hay una frontera que los separe.
La balcanización del SNTE no parece importar a los dirigentes del sindicato, en tanto que han acumulado demasiado poder en otras partes como el ISSSTE, los partidos políticos, la Lotería Nacional, las administraciones de los sistemas educativos locales y en la Subsecretaría de Educación Básica a nivel federal. Esto explica el bajo perfil de los cambios en el CEN del SNTE, en la falta de experiencia de los nuevos cuadros del sindicato.
¿Cómo construir consensos y como llamar a la diversidad de visiones sobre los problemas educativos de México, cuando son los líderes del Sindicato los dueños de las finanzas y controlan los medios y los invitados a modo de la presidente del SNTE, cuando establecen que será el CEN el órgano de gobierno que acredite a los delegados, conferencistas e invitados?
¿Cómo creerle a los líderes del SNTE que su preocupación es la Escuela Pública y que “Educar es el camino”, cuando no se cumplió con el tiempo propuesto para la primera etapa del Congreso que debía movilizar a los miles de maestros, padres de familia y demás interesados en los temas del Congreso para los meses de mayo y junio pasado? ¿Por qué la escasa o nula difusión de la convocatoria entre los maestros y padres de familia? ¿A cuántos foros públicos se han convocado en este tiempo?
Hoy en el SNTE se vive el fenómeno bíblico relatado en el Cap. 11 del Génesis, cuando los hombres construían la Torre de Babel y que por castigo de Yahveh, sus dirigentes empezaron a hablan diferentes lenguajes, por lo que ya reina entre el magisterio la confusión, el temor y la inseguridad laboral, pero también a la dispersión absoluta, repito ¿Cómo construir consensos? ¿Dónde está el sindicato?
martes, 2 de agosto de 2011
SNTE: Los salarios de la ambición
Luis Hernández Montalvo
“La ambición suele llevar a las personas a ejecutar los menesteres más viles. Por eso, para trepar, se adopta la misma postura que para arrastrarse”. (Jonathan Swift)
La Jornada del viernes 29 de julio publicó una nota de Karina Avilés sobre la información que se desprende del Padrón de Maestros de la SEP. Por primera vez tenemos un acercamiento al número de comisionados en el SNTE y los salarios que cobran los líderes del sindicato que encabeza la señora Elba Esther Gordillo Morales.
La nota de referencia dice que la SEP paga el salario de 18 mil maestros comisionados. El número resulta extraordinario, se trata de las plazas mejor pagadas a un grupo de personas que no realizan trabajo en las aulas pero tampoco son cuadros políticos realizando trabajo sindical en beneficio de los trabajadores de la educación.
Un día escuche decir a un grupo de líderes del CEN del SNTE que: …las necesidades del partido –Nueva Alianza-, son tareas del sindicato. La señora presidente del CEN del SNTE, los miembros de las direcciones seccionales y delegacionales abandonaron sus compromisos por construir el proyecto de un nuevo sindicalismo.
Decía la señora Elba Esther en el ya lejano 20 de enero de 1990: “No queremos que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sea patrimonio de un grupo, ni que existan maximatos, ni que el gobierno del sindicato sea la administración de unos cuantos”. 21 años después, la realidad es muy distinta.
18 mil maestros comisionados realizan trabajo político para el Partido Nueva Alianza, construido con la estructura y recursos del sindicato, violentando la legalidad interna del sindicato, que en su declaración de principios se define “como una organización autónoma e independiente ideológica, política y económicamente,…”
Pero como vemos, no solo se utilizan los recursos que son el patrimonio de todos los agremiados, sino también los millonarios recursos que se sustraen del ISSSTE, provocando su permanente desfinanciamiento que impactan de manera criminal en los deficientes servicios médicos, desabasto de medicinas y una corrupción galopante que hace nulos los derechos a la seguridad social de los trabajadores al servicio del Estado, principalmente, el de pensión y jubilación.
Otro aspecto que se debe revisar es el que tiene que ver con los programas y fideicomisos destinados al impulso de la educación pública y la administración de los millonarios recursos para mantener un ejército de trabajadores con cargo al presupuesto público.
La ilegalidad de los líderes del SNTE no solo radica en el desvío de recursos públicos destinados a garantizar servicios médicos de calidad y a una jubilación digna a los trabajadores en su vejes, o a robarse los recursos económicos destinados a la construcción de aulas y escuelas, para que profesores y niños trabajen en recintos dignos o para que los niños con menos recursos tengan el derecho a recibir un desayuno caliente en sus escuelas y a que sus maestros puedan ser capacitados para un mejor desempeño en su trabajo docente.
No, también se violenta nuestra Carta Magna que establece en su Artículo 41 que. “… solo los ciudadanos podrán formar partidos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa”
Estamos ante una compleja red de complicidades, en la que intervienen hábilmente los líderes del SNTE, pero también los partidos políticos y los consejeros electorales representados en el Instituto Federal Electoral (IFE), entre los diputados y senadores del Congreso de la Unión, que juraron velar por el respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
No hay el mínimo respeto por nuestras instituciones y leyes. ¿Por qué nos sorprendemos ante el incremento de la delincuencia en el país, si nuestras instituciones son escuela de inmoralidad?
La maestra Elba Esther Gordillo Morales cobró 73 308 mil pesos de enero a marzo del presente año, cantidad que contempla una plaza de directora y otra de maestra de grupo, lo que significa que la señora, no solo mantiene una plaza como un requisito burocrático y administrativo para justificar su permanencia al frente del SNTE, sino que aprovechando su estatus de líder, se adjudicó dos plazas que cobra puntualmente, sin tener la necesidad de ello, lo cual retrata de cuerpo entero la moralidad de la representante de los hombres y mujeres encargados de educar a nuestros hijos.
Decía mi maestro Ángel Nájera que no había hombres esencialmente buenos, pero tampoco esencialmente malos; sin embargo, en el caso de la presidente del SNTE, no encuentro calificativo para describirla, su ambición desmedida corrompe a maestros, a líderes políticos y á politólogos, a intelectuales y líderes empresariales, a líderes de opinión y a la prensa electrónica e impresa, Elba es un ser humano cuya fortuna acumulada hasta hoy, no se podrán gastar, ni ella, ni las últimas cien generaciones de familiares que le sobrevivan.
La “maestra” como la nombran sus seguidores retiene el 1 por ciento del monto global de los salarios de más de millón y medio de trabajadores de la educación, sin rendición de cuentas a los agremiados, y esto ocurre desde 1989.
Pero las cosas no paran ahí, la presidente del CEN del SNTE tiene en la misma escuela donde ella aparece como directora, las plazas de su hija Maricruz Montelongo con registro en dos plazas y de su ex yerno René Fujiwara Apodaca, quien cobró el importe de 84 645.12 pesos con seis plazas de educación primaria. ¿y la legalidad en los procesos administrativos de compatibilidad?
Haciendo cuentas encontramos que estas personas, sin realizar exámenes de oposición para el ingreso, sin tener los perfiles para ejercer la docencia en las escuelas primarias y sin participar de los exámenes en Carrera Magisterial, tienen categorías en el escalafón horizontal que solo pueden concursar los profesores frente a grupo.
Cuando la reportera de La Jornada señala que la escuela donde está adscrita la maestra Elba Esther Gordillo y su familia, se encuentra en Tlalnepantla, estado de México, pero que la dirección que aparece es la de Belisario Domínguez 32, y que corresponde a la dirección de la sección novena del Distrito Federal, nos hace sospechar de que la escuela primaria con clave de centro de trabajo; 15 A6S0001S, es inexistente, y que su registro solo es un requisito para justificar una parte del desvío de recursos para el pago de salarios de nueve comisionados del personal del CEN del SNTE , recientemente contratados por la maestra para integrar el CEN del SNTE, sin ser maestros con adscripción en alguna escuela de su lugar de procedencia.
Del selecto grupo de comisionados en la escuela primaria de la maestra Elba, destacan Francisco Arreola, padre de Mónica Arreola Gordillo, comisionado como Coordinador del Colegiado de Finanzas; José Luis Cruz Rebollo, del Colegiado de Negociación; Alberto Hernández Meneses, Secretario General de la sección 36 del estado de México; Agustín Adalberto Reyes, representante de la Fundación SNTE; Carlos Sarmiento y Sergio Villanueva, auxiliares del Colegiado de Seguridad y Derechos Sociales; María de Lourdes Márquez, auxiliar del Colegiado de Asuntos Laborales; Laura Leticia Esperanza Armenta, auxiliar de Asuntos Jurídicos; Alejandro Aguilar Alvarado, representante ante el Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de América Latina (IEESA).
Nada más en esta supuesta escuela primaria, se pagaron en el último trimestre la suma de 40 millones 702 mil 832 pesos. Esto es posible por la complacencia del gobierno y de la Secretaría de Educación Pública, pero también por el silencio cómplice de los maestros y la sociedad, que no hace nada para que no se envilezcan sus instituciones de la República democrática.
“La ambición suele llevar a las personas a ejecutar los menesteres más viles. Por eso, para trepar, se adopta la misma postura que para arrastrarse”. (Jonathan Swift
La Jornada del viernes 29 de julio publicó una nota de Karina Avilés sobre la información que se desprende del Padrón de Maestros de la SEP. Por primera vez tenemos un acercamiento al número de comisionados en el SNTE y los salarios que cobran los líderes del sindicato que encabeza la señora Elba Esther Gordillo Morales.
La nota de referencia dice que la SEP paga el salario de 18 mil maestros comisionados. El número resulta extraordinario, se trata de las plazas mejor pagadas a un grupo de personas que no realizan trabajo en las aulas pero tampoco son cuadros políticos realizando trabajo sindical en beneficio de los trabajadores de la educación.
Un día escuche decir a un grupo de líderes del CEN del SNTE que: …las necesidades del partido –Nueva Alianza-, son tareas del sindicato. La señora presidente del CEN del SNTE, los miembros de las direcciones seccionales y delegacionales abandonaron sus compromisos por construir el proyecto de un nuevo sindicalismo.
Decía la señora Elba Esther en el ya lejano 20 de enero de 1990: “No queremos que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sea patrimonio de un grupo, ni que existan maximatos, ni que el gobierno del sindicato sea la administración de unos cuantos”. 21 años después, la realidad es muy distinta.
18 mil maestros comisionados realizan trabajo político para el Partido Nueva Alianza, construido con la estructura y recursos del sindicato, violentando la legalidad interna del sindicato, que en su declaración de principios se define “como una organización autónoma e independiente ideológica, política y económicamente,…”
Pero como vemos, no solo se utilizan los recursos que son el patrimonio de todos los agremiados, sino también los millonarios recursos que se sustraen del ISSSTE, provocando su permanente desfinanciamiento que impactan de manera criminal en los deficientes servicios médicos, desabasto de medicinas y una corrupción galopante que hace nulos los derechos a la seguridad social de los trabajadores al servicio del Estado, principalmente, el de pensión y jubilación.
Otro aspecto que se debe revisar es el que tiene que ver con los programas y fideicomisos destinados al impulso de la educación pública y la administración de los millonarios recursos para mantener un ejército de trabajadores con cargo al presupuesto público.
La ilegalidad de los líderes del SNTE no solo radica en el desvío de recursos públicos destinados a garantizar servicios médicos de calidad y a una jubilación digna a los trabajadores en su vejes, o a robarse los recursos económicos destinados a la construcción de aulas y escuelas, para que profesores y niños trabajen en recintos dignos o para que los niños con menos recursos tengan el derecho a recibir un desayuno caliente en sus escuelas y a que sus maestros puedan ser capacitados para un mejor desempeño en su trabajo docente.
No, también se violenta nuestra Carta Magna que establece en su Artículo 41 que. “… solo los ciudadanos podrán formar partidos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa”
Estamos ante una compleja red de complicidades, en la que intervienen hábilmente los líderes del SNTE, pero también los partidos políticos y los consejeros electorales representados en el Instituto Federal Electoral (IFE), entre los diputados y senadores del Congreso de la Unión, que juraron velar por el respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
No hay el mínimo respeto por nuestras instituciones y leyes. ¿Por qué nos sorprendemos ante el incremento de la delincuencia en el país, si nuestras instituciones son escuela de inmoralidad?
La maestra Elba Esther Gordillo Morales cobró 73 308 mil pesos de enero a marzo del presente año, cantidad que contempla una plaza de directora y otra de maestra de grupo, lo que significa que la señora, no solo mantiene una plaza como un requisito burocrático y administrativo para justificar su permanencia al frente del SNTE, sino que aprovechando su estatus de líder, se adjudicó dos plazas que cobra puntualmente, sin tener la necesidad de ello, lo cual retrata de cuerpo entero la moralidad de la representante de los hombres y mujeres encargados de educar a nuestros hijos.
Decía mi maestro Ángel Nájera que no había hombres esencialmente buenos, pero tampoco esencialmente malos; sin embargo, en el caso de la presidente del SNTE, no encuentro calificativo para describirla, su ambición desmedida corrompe a maestros, a líderes políticos y á politólogos, a intelectuales y líderes empresariales, a líderes de opinión y a la prensa electrónica e impresa, Elba es un ser humano cuya fortuna acumulada hasta hoy, no se podrán gastar, ni ella, ni las últimas cien generaciones de familiares que le sobrevivan.
La “maestra” como la nombran sus seguidores retiene el 1 por ciento del monto global de los salarios de más de millón y medio de trabajadores de la educación, sin rendición de cuentas a los agremiados, y esto ocurre desde 1989.
Pero las cosas no paran ahí, la presidente del CEN del SNTE tiene en la misma escuela donde ella aparece como directora, las plazas de su hija Maricruz Montelongo con registro en dos plazas y de su ex yerno René Fujiwara Apodaca, quien cobró el importe de 84 645.12 pesos con seis plazas de educación primaria. ¿y la legalidad en los procesos administrativos de compatibilidad?
Haciendo cuentas encontramos que estas personas, sin realizar exámenes de oposición para el ingreso, sin tener los perfiles para ejercer la docencia en las escuelas primarias y sin participar de los exámenes en Carrera Magisterial, tienen categorías en el escalafón horizontal que solo pueden concursar los profesores frente a grupo.
Cuando la reportera de La Jornada señala que la escuela donde está adscrita la maestra Elba Esther Gordillo y su familia, se encuentra en Tlalnepantla, estado de México, pero que la dirección que aparece es la de Belisario Domínguez 32, y que corresponde a la dirección de la sección novena del Distrito Federal, nos hace sospechar de que la escuela primaria con clave de centro de trabajo; 15 A6S0001S, es inexistente, y que su registro solo es un requisito para justificar una parte del desvío de recursos para el pago de salarios de nueve comisionados del personal del CEN del SNTE , recientemente contratados por la maestra para integrar el CEN del SNTE, sin ser maestros con adscripción en alguna escuela de su lugar de procedencia.
Del selecto grupo de comisionados en la escuela primaria de la maestra Elba, destacan Francisco Arreola, padre de Mónica Arreola Gordillo, comisionado como Coordinador del Colegiado de Finanzas; José Luis Cruz Rebollo, del Colegiado de Negociación; Alberto Hernández Meneses, Secretario General de la sección 36 del estado de México; Agustín Adalberto Reyes, representante de la Fundación SNTE; Carlos Sarmiento y Sergio Villanueva, auxiliares del Colegiado de Seguridad y Derechos Sociales; María de Lourdes Márquez, auxiliar del Colegiado de Asuntos Laborales; Laura Leticia Esperanza Armenta, auxiliar de Asuntos Jurídicos; Alejandro Aguilar Alvarado, representante ante el Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de América Latina (IEESA).
Nada más en esta supuesta escuela primaria, se pagaron en el último trimestre la suma de 40 millones 702 mil 832 pesos. Esto es posible por la complacencia del gobierno y de la Secretaría de Educación Pública, pero también por el silencio cómplice de los maestros y la sociedad, que no hace nada para que no se envilezcan sus instituciones de la República democrática.
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