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domingo, 24 de agosto de 2014

Fiesta tradicional de San Miguel Tzinacapan, Cuetzalan, Puebla

FIESTA PATRONAL SAN MIGUEL TZINACAPAN
Del 27 al 30 de Septiembre 

Entrada a la iglesia
...
En la tarde del 27 es la “entrada” a la iglesia de todos los grupos de danzantes, para esto, antes de ir a la iglesia, cada cuadrilla se reúne en casa de su Teniente donde se cambian de ropa y van a recoger aquel elemento de la danza que sea objeto de un trato ritual para luego volver a casa del Teniente y encontrarse con su padrino para que les ponga una imagen de San Miguel en el pecho del lado izquierdo y se vayan en procesión a la iglesia. Para el caso de los Santiagos una vez que están reunidos en casa del Teniente se ponen sus trajes y bailan el son de entrada, después se dirigen a casa del Rey Pilatos y bailan el son de entrada de nuevo, luego a casa del general y lo mismo, de ahí van a casa de Santiago Caballero, donde reposa el caballo en el altar doméstico, ahí lo ahumean con incienso y tocan los cuatro sones de rezo antes de moverlo (éste permanecerá, a partir de este momento y hasta la salida de la iglesia, en casa del Teniente) y vuelven a casa del Teniente dónde encontrarán al padrino para hacer la entrada a la iglesia.



Al llegar a casa del responsable de la danza los danzantes se persignan frente al altar y les dan de comer, después de esto es el momento de la donación de vestuario por compromiso con el santo, para lo que invariablemente se emitirá un discurso que menciona la naturaleza del compromiso adquirido y del cumplimiento siempre precario pero procurado del mismo, ej;
“… aquí tienes esta ropa, pues hice el compromiso de regalarte tu traje para que tu bailes, el traje para la fiesta para que bailes en la fiesta, para que tengas tu traje que estrenar ahora para la fiesta, aquí está, te lo entrego, sé que no es mucho, espero que sea suficiente, hice lo que se pudo, con toda humildad, aquí tienes para que estrenes y bailes para San Miguel…, por que es importante, para que al santo le guste… lo hacemos por tata San Miguel, para que se vea bonita la danza, para que de alegría a la fiesta…”

Respuesta del que recibe:

“Gracias señora, gracias señor, gracias por el traje, ya voy a estrenar ahora para la fiesta, para bailarle a San Miguel, para que le guste…” (Casa Teniente de Santiagos 2007)

Se ponen su vestuario ahí mismo, auxiliándose unos a otros, mientras la madrina del grupo se dirige a cada uno de los danzantes para bendecirlos con el incienso al tiempo que los demás acompañantes van repartiendo las flores y las velas junto con una estampita con la imagen del santo patrón que se cuelgan del lado izquierdo del pecho y no la habrán de retirar hasta el próximo año cuando nuevamente hagan su “entrada” a la iglesia.

Todos estos elementos son donados por el padrino de la danza, el cual tendrá este papel por el transcurso del presente ciclo ceremonial. Toda la parafernalia específica para este ritual corre a su cargo, el refino, las velas, el incienso, las flores, las estampas y los cohetes.

Ya una vez vestidos y con todos los elementos necesarios, se dirigen en procesión a la iglesia, los músicos van tocando y los danzantes bailando, mientras que sus acompañantes, el responsable de la danza y su esposa, el padrino y madrina y demás familiares de todos estos, llevan velas encendidas e incienso, mientras otros hacen tronar los cohetes detrás de la procesión.

Entran danzando a la iglesia, ahí tocan de nuevo los sones de entrada (o los cuatro sones de rezo para el caso de los Santiagos) antes de dirigirse a las imágenes de la iglesia, sin ningún tipo de sombrero, en completo acto de devoción, depositan alrededor de la imagen del Santo las flores y las velas que traen los danzantes y la gente que los acompaña, para luego pasar a persignarse frente a San Miguel y después frente a cada una de las imágenes en la iglesia. Se vuelven a formar y de nuevo tocan y bailan unos sones de reverencia para salir de la iglesia, haciendo los movimientos hacia atrás, o sea, sin darle la espalda a la imagen de San Miguel mientras que la demás gente después de acompañarlos se acomoda donde puede para observar a las danzas hacer su entrada.

Cada danza tiene su propia forma de hacer su entrada y su propia cadencia, los Santiagos llegan bailando enérgicamente formados en dos largas filas que se entrecruzan serpenteando, agitando su bandera en el aire y haciendo sonar sus grandes cascabeles con cada salto, mientras Santiago Caballero y Caín bailan en círculos en el centro de las dos filas, todos salen de nuevo y vuelven a entrar ahora formados en dos filas paralelas encabezadas por Santiago Caballero y Caín, con un ritmo pausado en comparación del anterior y haciendo reverencias cruzando una pierna frente a la otra e inclinando el torso hacia delante, primero con una pierna, luego con la otra; los Negritos van tomados cada uno de un listón de color que cuelga de la larga cruz que porta el huehuenton (personaje vestido con andrajos y máscara) mientras llegan zapateando y sonando sus castañuelas y al entrar a la iglesia hacen unas reverencias y depositan a la nauyaque en el altar principal; los Voladores entran en dos filas, se detienen frente a la imagen y comienzan a bailar en círculos, salen a saludar al palo, de uno en uno, con incienso marcando cuatro puntos alrededor del palo y le dan un abrazo doble, como se saluda a los difuntos, etc.

Cada danza tiene su modo, aspecto y música, pero todas se detienen hincados frente a las imágenes para entregar sus flores y persignarse frente a ellas dirigiéndose, una vez más, en sentido contrario a las manecillas del reloj, primero se persignan y besan la capa de San Miguel y de ahí se dirigen al nicho vacío del altar principal donde se encuentra un pequeño Cristo crucificado, en este punto se detienen por más tiempo, hincados con sus velas encendidas, rezando y pidiendo la bendición del Padre Eterno, para después levantarse e iniciar el recorrido de presentación ante cada una de las imágenes presentes en la iglesia, una vez hecho esto ejecutan algunos sones frente a las imágenes de los santos para entregarles así la promesa de bailar para ellos durante todo el ciclo por siete años consecutivos, tiempo que tradicionalmente dura el compromiso de danzante, de no cumplirse el Santo cobraría represalias presentándose él o el elemento ritual en sus sueños y enfermándolo o provocando un accidente en el rancho. 

Se prometen con el santo y si no pueden seguir es a él a quién deberán dirigir sus disculpas presentándose ante él o, en caso de que el sujeto en cuestión se encuentre enfermo, se le lleva una veladora a San Miguel con la que previamente se le hizo una limpia al enfermo para que lo disculpe y se cure.

Al transcurrir de la tarde en la iglesia se va creando una atmósfera constante de humo de incienso y velas, de música entremezclada y el calor de los cuerpos de danzantes cubiertos por vestuarios de terciopelo multicolores que contrastan con las flores blancas que le llevan por obsequio al santo.

A esto le siguen los días fuertes de celebración a las imágenes, tanto el 28 como el 30 a medio día se hace una procesión alrededor de la iglesia o teopanyeualolis y el día 29, el mero día de San Miguel, se realiza una procesión hasta el antiguo límite del pueblo, en una bifurcación de la calle principal, a la altura de la escuela primaria, en la que de un lado el camino se dirige al campo santo y el otro camino a Cuetzalan, a este tipo de procesión le llaman altepetyeualolis

2 comentarios:

Falcao Tetsijtsilin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Falcao Tetsijtsilin dijo...

Por haya estaremos amigos, compartiendo de nuestras costumbres y tradiciones, nos vemos el fin de semana, un fuerte abrazo!!! =)