El sindicato, el
sindicalismo, el SNTE
Luis Hernández Montalvo
Un grupo de viejos profesores;
amigos todos, se reunieron el pasado fin de semana en la espléndida ciudad de
Cuernavaca Morelos. Conversaron de cosas sin trascendencia, de su no resignación a permanecer inmóviles a
pesar de que varios de ellos ya se jubilaron. En sus rostros añosos apareció la nostalgia por las
luchas en el sindicalismo democrático de sus años juveniles.
Veo en mis amigos y
compañeros una experiencia que da la vida, su permanente preparación y sus
planes a mediano plazo en la preparación de un libro sobre la historia de las
Escuelas Normales en el país. Sonríen con entusiasmo. Ya pasaron varios meses
desde la última vez que nos encontramos en la ciudad de México.
En una plática informal
mientras desayunamos y tomamos café, mientras encontramos algunos hilos
conductores para nuestra conversación, aparecen los personajes de la actual
administración educativa uno pregunta:
¿Quién es Ramiro Álvarez
Retana? Y ahí, se inicia la historia de una complicada red de complicidades en
el tráfico y venta de plazas en un pasado inmediato. Ahora, el señor es el
encargado Coordinador Nacional del Servicio Profesional Docente; la perla de la
política moralizadora de la política educativa sexenal en un personaje de larga
trayectoria en el magisterio, como puente con lo más inmoral de la educación.
Pero nuevamente aparecen las
preocupaciones por el rumbo del SNTE y del sindicalismo en el magisterio. Alguien
advierte cómo el SNTE; ya transita sin renunciar a su anterior modelo de
sindicato corporativo en uno nuevo que busca insertarse en el mercado de capacitación
del magisterio en plena competencia con la iniciativa privada; lo hace a través
del Sistema Nacional de Desarrollo Profesional: SINADEP-SNTE; una plataforma
virtual que se propone capacitar al magisterio para enfrentar con éxito los
exámenes del Servicio Profesional Docente.
Alguien propone realizar un foro
que convoque a los trabajadores de la educación que quieran proponer; que
quieran ayudar a comprender lo que sucede con los cambios en el Sindicato, el
sindicalismo y el SNTE.
Uno más dice que sería bueno
explorar cuales son las nuevas formas de participación sindical de los
trabajadores en la vida pública.
De manera poco sistemática,
alguien dice que sería bueno también ver y analizar la intervención del
magisterio en Internet, asociaciones civiles; en la colonia; en la defensa de
la ecología y en general en la vida cultural de su entorno.
La mañana avanza entre
comentarios, informes y preocupaciones y envueltos en los olores que salen de
la cocina, uno más dice que existe una vertiente del magisterio, principalmente
entre los más jóvenes que dicen no tener el mínimo interés por la política y
por la participación sindical.
“… en efecto; a poco más de
un año de haberse implantado las reformas –dice otro más- y su impacto en la
vida sindical y del magisterio se hace sentir de manera negativa, en un marcado
desinterés por defender la vida sindical como espacio común de los intereses
gremiales de los trabajadores”.
El maestro que hasta
entonces había guardado silencio dice que el mercado global ha permeado a las instituciones
encargadas de la formación de los ciudadanos como las universidades y la
Escuela Pública y de cómo lo que en el siglo pasado fueron considerados
derechos de los trabajadores, derechos laborales, ahora, la nueva narrativa de
los trabajadores se inclina por la “competitividad”.
El nuevo marco laboral del
magisterio; los enfrenta a nuevos retos sin una orientación de su sindicato, del
que cada vez es menos organización de los trabajadores, una organización
fragmentada en decenas de sindicatos independientes y estatales por todo el
país, sin que nadie esté haciendo nada por orientar la nueva formación gremial.
Aquí está una parte de la
vieja guardia sindical del siglo XX, la integran maestros de varias
generaciones; líderes estudiantiles de Escuelas Normales Rurales, caminos
recorridos en el sindicalismo democrático y en las luchas laborales.
Aquí están los que quieren ver, los que quieren
saber si existe una posibilidad de cambio en la encrucijada de las reformas
laborales y educativa; la posibilidad –si es que existe aún- de democratizar al
SNTE; quieren explorar si en este proceso de balcanización del SNTE se
encuentran las alternativas democráticas o si asistimos a los nuevos controles
burocráticos de los trabajadores de la educación y de los Educadores en
particular. ¿Valdrá la pena convocar a un encuentro de sindicalistas en la
ciudad de Puebla? (01 -agosto- 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario