miércoles, 30 de abril de 2014
Comentario y propuesta al Suplemento Insurgencia Magisterial ya no somos los mismos
Compañeros Maestros Todos:
El objetivo de nuestra interacción epistolar (valgánme esta expresión literaria utilizada por Marcos), es esclarecer nuestros objetivos como insurgencia magisterial, hacia la Construcción de Proyectos de Educación Alternativa e Integrales, así como nuestras estrategias y tácticas, y nuestras formas de coordinarnos.
Ahora bien, como bases magisteriales sí requerimos, lo enfatizo, sí necesitamos, estudiar los aspectos candentes de la reforma administrativa, llamada educativa por el gobierno, en la operatividad de los aspectos administrativos relacionados con las actividades escolares.
Precisamente sobre la operatividad de las actividades escolares, queremos llamar la atención sobre dos cuestiones:
1era. Sobre cómo maneja la SEP a Nuestras Cooperativas Escolares de Nuestras Escuelas:
En el caso de nuestras cooperativas escolares, nosotros les recomendamos:
d) Ubicar la problemática en nuestras cooperativas escolares y las posibles alterantivas utilizando la prospectiva con la construución de los escenarios posibles y probables, y
Vamos problematizando a nuesras cooperativas escolares por Escuela:
I.- Contextualización: ¿Es zona rural, urbna y en todo caso semirural, en dónde está ubicada nuestra Escuela y su cooperativa escolar? ¿Cuáles son los productos mas vendidos y cuales los menos? ¿Nuestra cooperativa escolar ofrece productos tradicionales del lugar, como amaranto, dulces de la región, tacos de guisados, dulces de maíz, etc.? ¿Nuestra cooperativa escolar ofrece productos artesanales producidos en la región? ¿Los maestros y los alumnos adquirirían estos productos? ¿Cuáles son los ingresos promedio por día de nuestra cooperativa? ¿Quiénes administran nuestra coopertiva? ¿Cuańto dinero ingresa diariamente a nuestra cooperativa? ¿Cómo son distribuidos estos recursos? etc.
II.- Historicidad: ¿Cuando y cómo surge la cooperativa escolar de nuestra escuela? ¿Cuál ha sido su desarrollo en los últimos diez años? ¿Se han adquirido materiales didácticos con el dinero de la cooeratva? ¿ Se han hecho reparaciones de baños, pisos, piarrones, patio, azoteas, etc. del plantel escolar? ¿Se han reparado los laboratorios, talleres, aulas, etc. de nuestra escuela? ¿Conocemos la historia del cooperativismo en nuestro país y en el mundo? etc.
III.- Conceptualización: ¿Organizamos nuestra cooperativa de acuerdo con los principios de los fundadores del cooperativismo? ¿Sabemos cual es nuestra responsabilidad como socios cooperativistas? ¿Conocemos cuales son los requisitos para registrar nuestra cooperativa ante la Secretaria de Educación Pública, SEP? ? ¿Nuestra cooperativa está registrada como empresa cooperativa, ante la Secretaría de Relaciones Exteriores? ¿Cuenta con Registro Federal de Contribuyentes expedido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP? ¿Nuestra cooperativa escolar tiene reconocimiento jurídico y fiscal? ¿Nuestra cooperativa escolar es de consumo, de producción y en todo caso de producción y consumo? etc.
IV.- Caracterización con base en categorías: ¿Nuestra cooperativa ofrece productos diferentes a otras cooperativas escolares? ¿Cuáles son esos productos? ¿Nuestra cooperativa presenta otras características propias diferentes a otras cooperativas? ¿Nos gustaría a nosotros, como socios cooperativistas, tener una cooperativa con sus particularidades propias, digamos singulares? etc.
En el caso de nuestras cooperativas escolares, nosotros les recomendamos:
a) Estudiar las normas oficiales de la SEP, sobre cooperativas escolares,
b) Problematizar, incorporando a los alumnos, maestros, madres y padres de familia, sobre como están las cosas en nuestras cooperativas,
c) Utilizar nuestra estrategia y método con nuestra contextualización, historicidad, conceptulaización y caracterización con base en categorías, y además con nuestro método de investigación-acción-participativa y nuestra pedagogía por proyectos,
c) Utilizar nuestra estrategia y método con nuestra contextualización, historicidad, conceptulaización y caracterización con base en categorías, y además con nuestro método de investigación-acción-participativa y nuestra pedagogía por proyectos,
d) Ubicar la problemática en nuestras cooperativas escolares y las posibles alterantivas utilizando la prospectiva con la construución de los escenarios posibles y probables, y
e) Coordinar Nuestras Acciones para lograr Nuestra Autonomía en Nuestras Cooperativas Escolares de cada Escuela, utilizando la propia normatividad vigente de la SEP, sobre cooperativas escolares.
I.- Contextualización: ¿Es zona rural, urbna y en todo caso semirural, en dónde está ubicada nuestra Escuela y su cooperativa escolar? ¿Cuáles son los productos mas vendidos y cuales los menos? ¿Nuestra cooperativa escolar ofrece productos tradicionales del lugar, como amaranto, dulces de la región, tacos de guisados, dulces de maíz, etc.? ¿Nuestra cooperativa escolar ofrece productos artesanales producidos en la región? ¿Los maestros y los alumnos adquirirían estos productos? ¿Cuáles son los ingresos promedio por día de nuestra cooperativa? ¿Quiénes administran nuestra coopertiva? ¿Cuańto dinero ingresa diariamente a nuestra cooperativa? ¿Cómo son distribuidos estos recursos? etc.
II.- Historicidad: ¿Cuando y cómo surge la cooperativa escolar de nuestra escuela? ¿Cuál ha sido su desarrollo en los últimos diez años? ¿Se han adquirido materiales didácticos con el dinero de la cooeratva? ¿ Se han hecho reparaciones de baños, pisos, piarrones, patio, azoteas, etc. del plantel escolar? ¿Se han reparado los laboratorios, talleres, aulas, etc. de nuestra escuela? ¿Conocemos la historia del cooperativismo en nuestro país y en el mundo? etc.
III.- Conceptualización: ¿Organizamos nuestra cooperativa de acuerdo con los principios de los fundadores del cooperativismo? ¿Sabemos cual es nuestra responsabilidad como socios cooperativistas? ¿Conocemos cuales son los requisitos para registrar nuestra cooperativa ante la Secretaria de Educación Pública, SEP? ? ¿Nuestra cooperativa está registrada como empresa cooperativa, ante la Secretaría de Relaciones Exteriores? ¿Cuenta con Registro Federal de Contribuyentes expedido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP? ¿Nuestra cooperativa escolar tiene reconocimiento jurídico y fiscal? ¿Nuestra cooperativa escolar es de consumo, de producción y en todo caso de producción y consumo? etc.
IV.- Caracterización con base en categorías: ¿Nuestra cooperativa ofrece productos diferentes a otras cooperativas escolares? ¿Cuáles son esos productos? ¿Nuestra cooperativa presenta otras características propias diferentes a otras cooperativas? ¿Nos gustaría a nosotros, como socios cooperativistas, tener una cooperativa con sus particularidades propias, digamos singulares? etc.
V.- Ejercicio de contrastación: Vamos programando reuniones de contrastación de nuestras problematizaciones sobre nuestras cooperativas escolares, y de Coordinación Acciones, para apropiarnos de nuestras cocperativas escolares para beneficio de todos nosotros, los integrantes de nuestras comunidades educativas: alumnos, docentes, madres y padres de familia.
Otras preguntas para complementar nuestra problematización: ¿Han prescenciado y han sido objeto del manejo burocràtico, altanero, corrupto de quienes manejan con un estilo mafioso el departamento de cooperativas escolares? ¿Nos hemos dado cuenta del crecimiento de estos grupos de individuos, con nuestro beneplàcito? ¿Somos corresponsables de tanta rigidez y cerrazón por parte de estas personas? ¿Porque tantas trabas burocràcticas para ejercer nuestro propio dinero? ¿Saben ellos de nuestras necesidades como comunidades escolares? ¿Les interesa saberlo? ¿Cuáles son los criterios de estos entes burocratizados y cerrados de la entendedera, para decidir si los proyectos de gastos están de acuerdo con nuestras necesidades de alumnos, docentes, madres y padres de familia? ¿Porque facturamos a nombre de la SEP, cuando deberíamos hacerlo a nombre de nuestras escuelas? ¿Porque nos dejamos manipular y les agradecemos su visto bueno, cuando nos han tratado con la punta del zapato, para autorizarnos còmo y en dònde gastar nuestro propio diner
Estos cuestionamientos y otros mas, son parte de este ejercicio de interacción epistolar de la insurgencia magisterial: Comunicarnos y avanzar en la contrastación de nuesras problematizaciones a través de estos medios, sobre los casos específicos de nuestras cooperativas escolares de nuestras escuelas, es una tarea importante para coordinar nuestras acciones en esta dirección.
Consecuentemente, vamos edificando la praxis de construir, luchar y coordinarnos entre nosotros, como Hacedores de Los Proyectos de Educación Alternativa e Integrales en el D .F.
Los maestros nos hemos dedicado a educar, y educar, bajo este sistema crematístico, es esencialmente obedecer y hacer nuestra labor como nos lo dicen las autoridades, a través de normas administrativas y ordeamientos pedagógicos positivistas.
Ya es tiempo de apropiarnos de nuestro ejercicio educativo, desde Nuestras Escuelas, asumiendo la construcción de nuestra currícula, y encaminándonos hacia Nuestra Autonomía Educativa.
¡Hacer de nuestro ejercicio cooperativo el beneficio de toda nuestra comunidad escolar!
¡Emprendemos nuevos caminos para beneficio de nosotros los cooperativistas de nuestras escuelas!
¡Hacer de nuestro cooperativismo escolar una praxis cooperativa!
P. D. Sobre el Sistema de Exámenes y la Reprobación de Alumnos en las Escuelas de Educación Básica. Lo trataremos en el próximo correo
Garcés Chávez
Rebelión de Maestros jubilados Kronos Magazine
Defraudados por el IEBEM, engañados por Marina Aragón
Profesores jubilados anuncian movilizaciones en mayo
para exigir pagos atrasados que el IEBEM se ha negado a liquidar
Los casi diez mil maestros jubilados
y pensionados de esta
entidad, preparan movilizaciones
contundentes para exigir
el pago de prestaciones que se les
deben desde el 2006 y que hasta
ahora, las autoridades educativas
no les han liquidado. Así lo expresaron
jubilados y pensionados de la
Delegación D-IV-1 que alberga a 1
800 jubilados y que generalmente
encabeza estas demandas ante las
autoridades educativas.
Expresaron los afectados que
este retraso se debe entre otros
factores al caos administrativo
que hoy impera en el IEBEM,
dado que la Dirección de Recursos
Humanos es la única instancia que
controla el pago de estas prestaciones,
que van desde el bono evolutivo,
los aguinaldos de los años 2011,
2012, y 2013, PCP, Bono del día del
Maestro, Prima de Antigüedad y
adeudos con la compañía Met Life
para contar con el seguro de vida
y las prestaciones en caso de fallecimiento.
Reunidos con Eduardo Ruíz
Ramírez y Marina Aragón el 12 de
abril del año en curso, los maestros
jubilados recibieron respuestas
ambigüas como es el hecho de
que será en la primera quincena de
mayo cuando se reexpidan los cheques
del 2011 y 2012 correspondientes
al bono evolutivo, quedando
sin pagar el 2013. Por otra parte,
se comprometieron a pagar el resto
de los rubros en cuatro etapas que
deberán concluir en agosto de este
año.
Por lo que se refiere al bono del
día del maestro, el pago para jubilados
y pensionados, está condicionado
a las disposiciones de la Tesorería
del Gobierno del Estado, por
tanto no se dio ninguna respuesta
al respecto, es decir, no se sabe si se
pagará o éste quedará sin cubrir.
En relación al adeudo que tiene
el IEBEM con la aseguradora Met
Life, la exigencia es urgente, dado
que los deudos de los maestros que
recientemente han fallecido, no han
podido cobrar el pago de marcha y
el seguro de vida correspondientes,
debido a que el IEBEM no ha
cubierto las cuotas mensuales que
le corresponde pagar, a efecto de
que esta Compañía pueda entregar
este último pago que por derecho
les corresponde a los jubilados.
Ante estas omisiones que los
jubilados consideran hechas con
dolo y como un fuerte desvío
de recursos, porque no se puede
explicar de otra manera, los afectados
declararon que de no pagar
inmediatamente lo que se le adeuda
a Met Life, demandarán al IEBEM
para evitar que los deudos se queden
desamparados ante la desaparición
de un familiar jubilado y que
quienes recién se jubilen, tampoco
reciban la parte proporcional del
seguro que les corresponde.
Debido a todas estas irregularidades
que afectan a centenares
de jubilados y pensionados, están
dispuestos a no ceder ante las omisiones
y respuestas inconclusas de
las autoridades; p anunciaron que
además de las medidas de presión
que acuerden realizar, acudirán al
Coordinador General de Servicios
Educativos, Fernando Pacheco
Godínez, con la seguridad de
que el maestro Pacheco, cuenta con
la autoridad y capacidad para solucionar
estas demandas que durante
años, no han sido resueltas
Informe del INEE confirma corrupción e ineficiencia en el ejercicio del presupuesto educativo: Alonso Raya
·
También refleja incompetencia en la aplicación de las
reformas constitucionales y legales en educación, apuntó
·
De poco servirán los cambios legislativos si no hay un
equipo capaz de ponerlas en marcha, opinó
El diputado por el PRD, Miguel Alonso Raya, apuntó que
el Informe sobre el estado que guardan
los componentes, procesos y resultados del Sistema Educativo Nacional,
confirma la ineficiencia en el ejercicio
del presupuesto educativo, la corrupción que prevalece en el sector e incompetencia
en la aplicación de las reformas constitucionales en materia de educación y de
las leyes reglamentarias respectivas.
La Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación (INEE) presentó ayer por la tarde a la Comisión de
Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados, el informe
aludido.
La reforma constitucional mandató al instituto, entre
otras tareas, a evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del Sistema
Educativo Nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media
superior. Este es el primer informe desde que la institución obtuvo su
autonomía.
De acuerdo con el documento, presentado ayer por la
tarde a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados por la Consejera
Presidenta del INEE, Sylvia Schmelkes del Valle, a pesar de los avances
registrados, prevalecen serias dificultades entre las que destacan la inequidad
educativa, la discriminación de la que es víctima la población indígena, los
problemas que se enfrentan en el nivel preescolar, el trabajo infantil, la deserción
escolar y la insuficiencia de infraestructura, servicios y de personal que prevalece
en algunas escuelas.
Al respecto, Alonso Raya consideró que el informe presentado por el INEE
retrata la ineficiencia en el ejercicio del presupuesto educativo y la
corrupción en el manejo de los recursos públicos destinado a este sector.
“También evidencia incompetencia en la aplicación de las acciones
establecidas en la reforma constitucional y en las normas reglamentarias en el
rubro de educación” acotó.
“De poco servirán las reformas aprobadas por el
Congreso; si el Ejecutivo Federal, quien tiene la responsabilidad de ponerlas en práctica, carece de un equipo
eficiente”, señaló.
En 2013, la Secretaría de Educación Pública manejó un presupuesto de
cerca de 250 mil millones de pesos (mmdp).
Según Alonso Raya, en 2014 se aprobaron 592.9 mmdp de pesos en
educación, lo que implicó un crecimiento
real de 6.9% con respecto a 2013.
De acuerdo con Transparencia Mexicana, “al sector educativo del país se
le destina un 20% del Presupuesto de Egresos de la Federación, y a la SEP se le
asigna un 59% del gasto total en educación”.
Alonso Raya argumentó que a pesar del presupuesto aprobado para el
sector y para poner en marcha la reforma constitucional destinada a mejorar la
calidad de la educación, se mantienen rezagos importantes, particularmente en
educación básica y media superior, como lo reflejan las cifras del INEE, el
censo educativo elaborado por el INEGI e informes recientes de organismos
internacionales, como el caso de la OCDE.
“De poco servirán las reformas si no hay un equipo capaz de ponerlas en
marcha, si se tolera la corrupción, y no se
traducen en mejores condiciones
de vida para las personas y tampoco apuntalan la educación, el empleo, el
desarrollo y el crecimiento del país”, consideró.
“Los cambios legislativos, por
trascendentes que sean, no son útiles si no cumplen con su objetivo principal
de servir a la gente o se tergiversan para no atender su contenido”, concluyó.
viernes, 25 de abril de 2014
Al final del camino, mi agradecimiento Luis Hernández Montalvo
Al final del camino, mi
agradecimiento
Luis Hernández Montalvo
En septiembre de 2015 estaría
cumpliendo 40 años de servicio profesional docente. He iniciado un proceso de
jubilación que por lo que veo; se tornará complicado, pero que debo concluir
para cerrar un ciclo de vida profesional.
En mi peregrinar por la vida tres
fueron mis compañeros inseparables: mis libros, mis discos de acetato de los
cuales algunos han sobrevivido al paso del tiempo y las distintas mudanzas como
el de Patxi Andión, los de música clásica o los discos de cantos chilenos y los
de danzas y coros rusos adquiridos en los festivales del periódico comunista “Oposición”
en la ciudad de México. El otro amigo fue un proyector de filminas que me prestaban
regularmente y por periodos prolongados en la Dirección de Educación Primaria
Federal en el estado de Puebla.
En los últimos días del mes de
octubre de 1975; después de caminar más de ocho horas por el monte; entre
caminos y veredas desconocidas mi compañero Felipe Arellano y el que escribe
esto; llegamos a la población de Tlaltepexi, del municipio de Tulcingo de Valle
Puebla.
Eran cerca de las dos de la
mañana, nos quitamos los zapatos para atravesar el rio, nos sentamos en las
piedras y descansamos un poco en la quietud de la madrugada, entre el murmullo
del agua que corría en forma abundante, el olor de los azahares de los naranjos
de “los riegos” el canto de los grillos y el revoloteo de las aves nocturnas.
Las luces del pueblo aún se veían
lejos; decidimos continuar el camino y después de algunos metros, encontramos la casa de Juanito Valle que nos
confundió con ladrones; decidimos sentarnos en los escalones de la presidencia auxiliar
municipal. Salió el hijo y la esposa de don Juan con escopeta en mano
persiguiendo a los ladrones que habían querido asaltar al señor de la casa.
Explicamos que nosotros; los nuevos profesores habíamos tocado el domicilio.
Sin conocernos, nos dieron alojamiento y por cama un petate en el suelo y por
cena, un elote asado.
¿Cómo no agradecer este gesto de
personas tan humildes? De ahí, se suman los nombres de otras personas como los
de doña Cleofas, el de Macrina Sierra o personas anónimas como el de “la
comadrita”, una anciana que vivía sola, muy sola, sin familia en este mundo y
que se sentía honrada con nuestra amistad; que nos preparaba los alimentos en
el jacal de doña Macrina.
¿Cómo olvidar a don Adulfo y su familia? ¿A mi compadre Ángel Susano? ¿Cuántas personas humildes me abrieron sus chozas en Tlaltepexi?
¿Y mis compañeros de trabajo? Aprendimos a
caminar por estas tierras sin miedo, por la noche, en la madrugada, en el día;
acompañados o solos.
En el camino nos encontrábamos
con hombres armados, a la altura de Cacalutla Guerrero; siempre fuimos
respetados en nuestro camino y en la intrepidez de nuestra juventud, recorrimos
a pie la rivera del rio Tecoloyan, afluente del rio Tlapaneco y que tiene su
origen en la población de Xixingo, Puebla. En nuestro recorrido, llegamos a la
población de Xochihuehuetlán, Guerrero.
Antes, en nuestra corta estancia
en Tulcingo Puebla, fuimos acogidos por la familia de Bernabé, su papá Chucho
Rojas y sus tías; “la Gûera” que nos recibía en su fonda; pero también el
hospedaje y los alimentos del profesor Aureliano; la confianza de las personas
que nos fiaron la comida hasta el mes de noviembre en que recibimos nuestro
primer sueldo.
Recuerdo a Leobardo Silva Vidals;
secretario general de la sección XXIII del SNTE que respetaba nuestro trabajo y
no dejaba de expresar su reconocimiento.
En este camino y ya en Puebla, en 1979, el director
de La Opinión de la Mañana, nos abrió las páginas de su diario para escribir en
el primer intento de un suplemento para los maestros: “Educación y Cultura”; posteriormente, don
Gabriel Sánchez Andraca nos propuso, en octubre de 1983 la creación del primer
suplemento del Diario Cambio. Así surgió “Cambio Educativo” que tuvo una vida
de más de siete años; más adelante, en 1987, don Baraquiel Alatriste nos invitó
a escribir en la “Revista Momento” y así surgió “Aula de Papel” de manera
simultánea, don Mauro González Rivera nos abrió las puertas de La Voz de Puebla.
En esta aventura con la prensa
escrita; una gran ayuda fue el trabajo secretarial de la señorita Manuela,
secretaria del Partido Socialista Unificado de México, quien me ayudaba a
escribir mis colaboraciones semanales.
La combinación del trabajo docente
en la escuela primaria y el ejercicio del periodismo fueron los dos componentes
éticos que le dieron sentido a mi vida; primero de profesor rural y posteriormente
de buen ciudadano, según creo yo.
En la década de los noventa una
nueva invitación a escribir me hace el periodista Rodolfo Ruiz Rodríguez, en
esa ocasión, para el diario El Universal de Puebla con un nuevo suplemento
educativo y de manera esporádica escribí en Síntesis e incluso, en el “Z de
Tijuana” o en “Quehacer de Maestra”, la revista del SNTE en los noventa o en la
edición del Boletín “Nuevo Sindicalismo”, entre 1989-1995.
Ya han transcurrido cuatro
décadas de trabajo; sigo en el ejercicio de la docencia sin haber recibido un
solo reconocimiento. Me extraviaron mi expediente cuando solicité mi estímulo
económico por treinta años de servicio y ahora, que me acercaba al estímulo de
los 40 años, debo jubilarme ante las circunstancias laborales imperantes.
Don Rodolfo Ruiz Rodríguez sigue
siendo generoso al publicar mis notas en e-consulta y debo agradecer a los
compañeros maestros del estado de Veracruz por incluirme en el Suplemento
Insurgencia Magisterial ya no somos los mismos de La Jornada Veracruz.
Estoy en la recuperación de mis
diez cuentas del SAR, si logro cobrar este dinero, construiré un salón en la
segunda planta de mi casa y desde ahí, impartiré cursos de alfabetización de
manera gratuita, desde ahí convocaré a mis amigos a impartir cursos y a
fomentar la lectura y la escritura con niños y jóvenes, pero también con
adultos. Maestro seguiré siendo hasta el último aliento de mi vida.
A mis amigos de Noticias de
Tampico, y a los que publican mis notas en sus Blogs, mi agradecimiento por tan
alta distinción ¿Qué importa que no lleguen los reconocimientos de la SEP?
He vivido plenamente mi profesión de profesor de escuela,
conservo el recuerdo de mis amigos, compañeros, estudiantes, sus familias, el
afecto, sus palabras de aliento, su solidaridad. ¿Y mis compañeros del principio
del tiempo? Por lo que se, alguno de mis libros que me acompañaron en mis
primeras andanzas, están en los libreros de algunas personas que no se
consideran mis amigos, pero los guardan como trofeo o como fetiches.
¿Dónde quedaron mis libros? ¿Dónde
quedó “Reportaje al pie de la horca” de Julius Fusik? ¿Y mis libros de Celestín Freinet? ¿Y
los de Máximo Gorki?...
En la sierra norte de Puebla, -ese
es otro capítulo de mi vida profesional-, agradezco a mis ex alumnos maestros
del medio indígena, sus rituales, su apoyo y colaboración; a los jóvenes
becarios que estudiaron la carrera de educadores, varios de ellos ahora son
directores o supervisores; a mis compañeros de la Universidad Pedagógica
Nacional en Puebla y Huauchinango.
A mis compañeros y amigos que por las mañanas
frías me ofrecen una taza de café en el BINE y a tantas personas que me han
brindado su amistad cuando no tenía nada material que ofrecerles a cambio; a
todos, mi agradecimiento eterno, mi recuerdo y mi afecto, sobre todo, para
quienes se adelantaron en el camino de la vida. (25-04-2014)
hernandez_luis21@yahoo.com.mx
https://www.facebook.com/luis.hernandez.710?ref=tn_tnmn
jueves, 24 de abril de 2014
Discurso íntegro de Elena Poniatowska al recibir el Premio Cervantes
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Majestades, Señor Presidente del Gobierno, Señor Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Señor Rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Señor Presidente de la Comunidad de Madrid, Señor Alcalde de esta ciudad, autoridades estatales, autonómicas, locales y académicas, amigas, amigos, señores y señoras.
Soy la cuarta mujer en recibir el Premio Cervantes, creado en 1976. (Los hombres son treinta y cinco.) María Zambrano fue la primera y los mexicanos la consideramos nuestra porque debido a la Guerra Civil Española vivió en México y enseñó en la Universidad Nicolaíta en Morelia, Michoacán.
Simone Weil, la filósofa francesa, escribió que echar raíces es quizá la necesidad más apremiante del alma humana. En María Zambrano, el exilio fue una herida sin cura, pero ella fue una exiliada de todo menos de su escritura.
La más joven de todas las poetas de América Latina en la primera mitad del siglo XX, la cubana Dulce María Loynaz, segunda en recibir el Cervantes, fue amiga de García Lorca y hospedó en su finca de La Habana a Gabriela Mistral y a Juan Ramón Jiménez. Años más tarde, cuando le sugirieron que abandonara la Cuba revolucionaria respondió que cómo iba a marcharse si Cuba era invención de su familia.
A Ana María Matute, la conocí en El Escorial en 2003. Hermosa y descreída, sentí afinidad con su obsesión por la infancia y su imaginario riquísimo y feroz.
María, Dulce María y Ana María, las tres Marías, zarandeadas por sus circunstancias, no tuvieron santo a quién encomendarse y sin embargo, hoy por hoy, son las mujeres de Cervantes, al igual que Dulcinea del Toboso, Luscinda, Zoraida y Constanza. A diferencia de ellas, muchos dioses me han protegido porque en México hay un dios bajo cada piedra, un dios para la lluvia, otro para la fertilidad, otro para la muerte. Contamos con un dios para cada cosa y no con uno solo que de tan ocupado puede equivocarse.
Del otro lado del océano, en el siglo XVII la monja jerónima Sor Juana Inés de la Cruz supo desde el primer momento que la única batalla que vale la pena es la del conocimiento. Con mucha razón José Emilio Pacheco la definió: “Sor Juana/ es la llama trémula/ en la noche de piedra del virreinato”.
Su respuesta a Sor Filotea de la Cruz es una defensa liberadora, el primer alegato de una intelectual sobre quien se ejerce la censura. En la literatura no existe otra mujer que al observar el eclipse lunar del 22 de diciembre de 1684 haya ensayado una explicación del origen del universo. Ella lo hizo en los 975 versos de su poema “Primero sueño”. Dante tuvo la mano de Virgilio para bajar al infierno, pero nuestra Sor Juana descendió sola y al igual que Galileo y Giordano Bruno fue castigada por amar la ciencia y reprendida por prelados que le eran harto inferiores.
Sor Juana contaba con telescopios, astrolabios y compases para su búsqueda científica. También dentro de la cultura de la pobreza se atesoran bienes inesperados. Jesusa Palancares, la protagonista de mi novela- testimonio “Hasta no verte Jesús mío”, no tuvo más que su intuición para asomarse por la única apertura de su vivienda a observar el cielo nocturno como una gracia sin precio y sin explicación posible. Jesusa vivía a la orilla del precipicio, por lo tanto el cielo estrellado en su ventana era un milagro que intentaba descifrar. Quería comprender por qué había venido a la Tierra, para qué era todo eso que la rodeaba y cuál podría ser el sentido último de lo que veía. Al creer en la reencarnación estaba segura de que muchos años antes había nacido como un hombre malo que desgració a muchas mujeres y ahora tenía que pagar sus culpas entre abrojos y espinas.
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Mi madre nunca supo qué país me había regalado cuando llegamos a México, en 1942, en el “Marqués de Comillas”, el barco con el que Gilberto Bosques salvó la vida de tantos republicanos que se refugiaron en México durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas. Mi familia siempre fue de pasajeros en tren: italianos que terminan en Polonia, mexicanos que viven en Francia, norteamericanas que se mudan a Europa. Mi hermana Kitzia y yo fuimos niñas francesas con un apellido polaco. Llegamos “a la inmensa vida de México” —como diría José Emilio Pacheco—, al pueblo del sol. Desde entonces vivimos transfiguradas y nos envuelve entre otras encantaciones, la ilusión de convertir fondas en castillos con rejas doradas.
Las certezas de Francia y su afán por tener siempre la razón palidecieron al lado de la humildad de los mexicanos más pobres. Descalzos, caminaban bajo su sombrero o su rebozo. Se escondían para que no se les viera la vergüenza en los ojos. Al servicio de los blancos, sus voces eran dulces y cantaban al preguntar: “¿No le molestaría enseñarme cómo quiere que le sirva?”
Aprendí el español en la calle, con los gritos de los pregoneros y con unas rondas que siempre se referían a la muerte. “Naranja dulce,/ limón celeste,/ dile a María/ que no se acueste./ María, María/ ya se acostó,/ vino la muerte/y se la llevó”. O esta que es aún más aterradora: “Cuchito, cuchito/ mató a su mujer/ con un cuchillito/ del tamaño de él./ Le sacó las tripas/ y las fue a vender./ —¡Mercarán tripitas/ de mala mujer!”
Todavía hoy se mercan las tripas femeninas. El pasado 13 de abril, dos mujeres fueron asesinadas de varios tiros en la cabeza en Ciudad Juárez, una de 15 años y otra de 20, embarazada. El cuerpo de la primera fue encontrado en un basurero.
Recuerdo mi asombro cuando oí por primera vez la palabra “gracias” y pensé que su sonido era más profundo que el “merci” francés. También me intrigó ver en un mapa de México varios espacios pintados de amarillo marcados con el letrero: “Zona por descubrir”. En Francia, los jardines son un
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pañuelo, todo está cultivado y al alcance de la mano. Este enorme país temible y secreto llamado México, en el que Francia cabía tres veces, se extendía moreno y descalzo frente a mi hermana y a mí y nos desafiaba: “Descúbranme”. El idioma era la llave para entrar al mundo indio, el mismo mundo del que habló Octavio Paz, aquí en Alcalá de Henares en 1981, cuando dijo que sin el mundo indio no seríamos lo que somos.
¿Cómo iba yo a transitar de la palabra París a la palabra Parangaricutirimicuaro? Me gustó poder pronunciar Xochitlquetzal, Nezahualcóyotl o Cuauhtémoc y me pregunté si los conquistadores se habían dado cuenta quiénes eran sus conquistados.
Quienes me dieron la llave para abrir a México fueron los mexicanos que andan en la calle. Desde 1953, aparecieron en la ciudad muchos personajes de a pie semejantes a los que don Quijote y su fiel escudero encuentran en su camino, un barbero, un cuidador de cabras, Maritornes la ventera. Antes, en México, el cartero traía uniforme cepillado y gorra azul y ahora ya ni se anuncia con su silbato, solo avienta bajo la puerta la correspondencia que saca de su desvencijada mochila. Antes también el afilador de cuchillos aparecía empujando su gran piedra montada en un carrito producto del ingenio popular, sin beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y la iba mojando con el agua de una cubeta. Al hacerla girar, el cuchillo sacaba chispas y partía en el aire los cabellos en dos; los cabellos de la ciudad que en realidad no es sino su mujer a la que le afila las uñas, le cepilla los dientes, le pule las mejillas, la contempla dormir y cuando la ve vieja y ajada le hace el gran favor de encajarle un cuchillo largo y afilado en su espalda de mujer confiada. Entonces la ciudad llora quedito, pero ningún llanto más sobrecogedor que el lamento del vendedor de camotes que dejó un rayón en el alma de los niños mexicanos porque el sonido de sus carritos se parece al silbato del tren que detiene el tiempo y hace que los que abren surcos en la milpa levanten la cabeza y dejen el azadón y la pala para señalarle a su hijo: “Mira el tren, está pasando el tren, allá va el tren; algún día, tú viajarás en tren”.
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Tina Modotti llegó de Italia pero bien podría considerarse la primera fotógrafa mexicana moderna. En 1936, en España cambió de profesión y acompañó como enfermera al doctor Norman Bethune a hacer las primeras transfusiones de sangre en el campo de batalla. Treinta y ocho años más tarde, Rosario Ibarra de Piedra se levantó en contra de una nueva forma de tortura, la desaparición de personas. Su protesta antecede al levantamiento de las Madres de Plaza de Mayo con su pañuelo blanco en la cabeza por cada hijo desaparecido. “Vivos los llevaron, vivos los queremos”.
La última pintora surrealista, Leonora Carrington pudo escoger vivir en Nueva York al lado de Max Ernst y el círculo de Peggy Guggenheim pero, sin saber español, prefirió venir a México con el poeta Renato Leduc, autor de un soneto sobre el tiempo que pienso decirles más tarde si me da la vida para tanto.
Lo que se aprende de niña permanece indeleble en la conciencia y fui del castellano colonizador al mundo esplendoroso que encontraron los conquistadores. Antes de que los Estados Unidos pretendieran tragarse a todo el continente, la resistencia indígena alzó escudos de oro y penachos de plumas de quetzal y los levantó muy alto cuando las mujeres de Chiapas, antes humilladas y furtivas, declararon en 1994 que querían escoger ellas a su hombre, mirarlo a los ojos, tener los hijos que deseaban y no ser cambiadas por una garrafa de alcohol. Deseaban tener los mismos derechos que los hombres.
“¿Quien anda ahí?” “Nadie”, consignó Octavio Paz en “El laberinto de la soledad”. Muchos mexicanos se ningunean. “No hay nadie” —contesta la sirvienta. “¿Y tú quien eres?” “No, pues nadie”. No lo dicen para hacerse menos ni por esconderse sino porque es parte de su naturaleza. Tampoco la naturaleza dice lo que es ni se explica a sí misma, simplemente estalla. Durante el terremoto de 1985, muchos jóvenes punk de esos que se pintan los ojos de negro y el pelo de rojo, con chalecos y brazaletes cubiertos de estoperoles y clavos arribaban a los lugares siniestrados, edificios convertidos en sándwich, y pasaban la noche entera con picos y palas para sacar
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escombros que después acarreaban en cubetas y carretillas. A las cinco de la mañana, ya cuando se iban, les pregunté por su nombre y uno de ellos me respondió: “Pues póngame nomás Juan”, no sólo porque no quería singularizarse o temiera el rechazo sino porque al igual que millones de pobres, su silencio es también un silencio de siglos de olvido y de marginación.
Tenemos el dudoso privilegio de ser la ciudad más grande del mundo: casi 9 millones de habitantes. El campo se vacía, todos llegan a la capital que tizna a los pobres, los revuelca en la ceniza, les chamusca las alas aunque su resistencia no tiene límites y llegan desde la Patagonia para montarse en el tren de la muerte llamado “La Bestia” con el sólo fin de cruzar la frontera de Estados Unidos.
En 1979, Marta Traba publicó en Colombia una “Homérica Latina” en la que los personajes son los perdedores de nuestro continente, los de a pie, los que hurgan en la basura, los recogedores de desechos de las ciudades perdidas, las multitudes que se pisotean para ver al Papa, los que viajan en autobuses atestados, los que se cubren la cabeza con sombreros de palma, los que aman a Dios en tierra de indios. He aquí a nuestros personajes, los que llevan a sus niños a fotografiar ya muertos para convertirlos en “angelitos santos”, la multitud que rompe las vallas y desploma los templetes en los desfiles militares, la que de pronto y sin esfuerzo hace fracasar todas las mal intencionadas políticas de buena vecindad, esa masa anónima, oscura e imprevisible que va poblando lentamente la cuadrícula de nuestro continente; el pueblo de las chinches, las pulgas y las cucarachas, el miserable pueblo que ahora mismo deglute el planeta. Y es esa masa formidable la que crece y traspasa las fronteras, trabaja de cargador y de mocito, de achichincle y lustrador de zapatos —en México los llamamos boleros—. El novelista José Agustín declaró al regresar de una universidad norteamericana: “Allá, creen que soy un limpiabotas venido a más”. Habría sido mejor que dijera “un limpiabotas venido a menos”. Todos somos venidos a menos, todos menesterosos, en reconocerlo está nuestra fuerza. Muchas veces me he preguntado si esa gran masa que viene caminando lenta e inexorablemente desde la Patagonia a Alaska se pregunta hoy por hoy en qué grado depende
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de los Estados Unidos. Creo más bien que su grito es un grito de guerra y es avasallador, es un grito cuya primera batalla literaria ha sido ganada por los chicanos.
Los mexicanos que me han precedido son cuatro: Octavio Paz en 1981, Carlos Fuentes en 1987, Sergio Pitol en 2005 y José Emilio Pacheco en 2009. Rosario Castellanos y María Luisa Puga no tuvieron la misma suerte y las invoco así como a José Revueltas. Sé que ahora los siete me acompañan, curiosos por lo que voy a decir, sobre todo Octavio Paz.
Ya para terminar y porque me encuentro en España, entre amigos quisiera contarles que tuve un gran amor “platónico” por Luis Buñuel porque juntos fuimos al Palacio Negro de Lecumberri —cárcel legendaria de la ciudad de México—, a ver a nuestro amigo Álvaro Mutis, el poeta y gaviero, compañero de batallas de nuestro indispensable Gabriel García Márquez. La cárcel, con sus presos reincidentes llamados “conejos”, nos acercó a una realidad compartida: la de la vida y la muerte tras los barrotes.
Ningún acontecimiento más importante en mi vida profesional que este premio que el jurado del Cervantes otorga a una Sancho Panza femenina que no es Teresa Panza ni Dulcinea del Toboso, ni Maritornes, ni la princesa Micomicona que tanto le gustaba a Carlos Fuentes, sino una escritora que no puede hablar de molinos porque ya no los hay y en cambio lo hace de los andariegos comunes y corrientes que cargan su bolsa del mandado, su pico o su pala, duermen a la buena ventura y confían en una cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan.
Niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes caminan al lado de esta reportera que busca, como lo pedía María Zambrano, “ir más allá de la propia vida, estar en las otras vidas”.
Por todas estas razones, el premio resulta más sorprendente y por lo tanto es más grande la razón para agradecerlo.
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El poder financiero manda no sólo en México sino en el mundo. Los que lo resisten, montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos.
A mi hija Paula, su hija Luna, aquí presente, le preguntó: —Oye mamá, ¿y tú cuántos años tienes?
Paula le dijo su edad y Luna insistió:
—¿Antes o después de Cristo?
Es justo aclararle hoy a mi nieta, que soy una evangelista después de Cristo, que pertenezco a México y a una vida nacional que se escribe todos los días y todos los días se borra porque las hojas de papel de un periódico duran un día. Se las lleva el viento, terminan en la basura o empolvadas en las hemerotecas. Mi padre las usaba para prender la chimenea. A pesar de esto, mi padre preguntaba temprano en la mañana si había llegado el “Excélsior”, que entonces dirigía Julio Scherer García y leíamos en familia. Frida Kahlo, pintora, escritora e ícono mexicano dijo alguna vez: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.
A diferencia de ella, espero volver, volver, volver y ese es el sentido que he querido darle a mis 82 años. Pretendo subir al cielo y regresar con Cervantes de la mano para ayudarlo a repartir, como un escudero femenino, premios a los jóvenes que como yo hoy, 23 de abril de 2014, día internacional del libro, lleguen a Alcalá de Henares.
En los últimos años de su vida, el astrónomo Guillermo Haro repetía las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Observaba durante horas a una jacaranda florecida y me hacía notar “cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando”. Esa certeza del estrellero también la he hecho mía, como siento mías las jacarandas que cada año cubren las aceras de México con una alfombra morada que es la de la cuaresma, la muerte y la resurrección.
Muchas gracias por escuchar.
Soy la cuarta mujer en recibir el Premio Cervantes, creado en 1976. (Los hombres son treinta y cinco.) María Zambrano fue la primera y los mexicanos la consideramos nuestra porque debido a la Guerra Civil Española vivió en México y enseñó en la Universidad Nicolaíta en Morelia, Michoacán.
Simone Weil, la filósofa francesa, escribió que echar raíces es quizá la necesidad más apremiante del alma humana. En María Zambrano, el exilio fue una herida sin cura, pero ella fue una exiliada de todo menos de su escritura.
La más joven de todas las poetas de América Latina en la primera mitad del siglo XX, la cubana Dulce María Loynaz, segunda en recibir el Cervantes, fue amiga de García Lorca y hospedó en su finca de La Habana a Gabriela Mistral y a Juan Ramón Jiménez. Años más tarde, cuando le sugirieron que abandonara la Cuba revolucionaria respondió que cómo iba a marcharse si Cuba era invención de su familia.
A Ana María Matute, la conocí en El Escorial en 2003. Hermosa y descreída, sentí afinidad con su obsesión por la infancia y su imaginario riquísimo y feroz.
María, Dulce María y Ana María, las tres Marías, zarandeadas por sus circunstancias, no tuvieron santo a quién encomendarse y sin embargo, hoy por hoy, son las mujeres de Cervantes, al igual que Dulcinea del Toboso, Luscinda, Zoraida y Constanza. A diferencia de ellas, muchos dioses me han protegido porque en México hay un dios bajo cada piedra, un dios para la lluvia, otro para la fertilidad, otro para la muerte. Contamos con un dios para cada cosa y no con uno solo que de tan ocupado puede equivocarse.
Del otro lado del océano, en el siglo XVII la monja jerónima Sor Juana Inés de la Cruz supo desde el primer momento que la única batalla que vale la pena es la del conocimiento. Con mucha razón José Emilio Pacheco la definió: “Sor Juana/ es la llama trémula/ en la noche de piedra del virreinato”.
Su respuesta a Sor Filotea de la Cruz es una defensa liberadora, el primer alegato de una intelectual sobre quien se ejerce la censura. En la literatura no existe otra mujer que al observar el eclipse lunar del 22 de diciembre de 1684 haya ensayado una explicación del origen del universo. Ella lo hizo en los 975 versos de su poema “Primero sueño”. Dante tuvo la mano de Virgilio para bajar al infierno, pero nuestra Sor Juana descendió sola y al igual que Galileo y Giordano Bruno fue castigada por amar la ciencia y reprendida por prelados que le eran harto inferiores.
Sor Juana contaba con telescopios, astrolabios y compases para su búsqueda científica. También dentro de la cultura de la pobreza se atesoran bienes inesperados. Jesusa Palancares, la protagonista de mi novela- testimonio “Hasta no verte Jesús mío”, no tuvo más que su intuición para asomarse por la única apertura de su vivienda a observar el cielo nocturno como una gracia sin precio y sin explicación posible. Jesusa vivía a la orilla del precipicio, por lo tanto el cielo estrellado en su ventana era un milagro que intentaba descifrar. Quería comprender por qué había venido a la Tierra, para qué era todo eso que la rodeaba y cuál podría ser el sentido último de lo que veía. Al creer en la reencarnación estaba segura de que muchos años antes había nacido como un hombre malo que desgració a muchas mujeres y ahora tenía que pagar sus culpas entre abrojos y espinas.
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Mi madre nunca supo qué país me había regalado cuando llegamos a México, en 1942, en el “Marqués de Comillas”, el barco con el que Gilberto Bosques salvó la vida de tantos republicanos que se refugiaron en México durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas. Mi familia siempre fue de pasajeros en tren: italianos que terminan en Polonia, mexicanos que viven en Francia, norteamericanas que se mudan a Europa. Mi hermana Kitzia y yo fuimos niñas francesas con un apellido polaco. Llegamos “a la inmensa vida de México” —como diría José Emilio Pacheco—, al pueblo del sol. Desde entonces vivimos transfiguradas y nos envuelve entre otras encantaciones, la ilusión de convertir fondas en castillos con rejas doradas.
Las certezas de Francia y su afán por tener siempre la razón palidecieron al lado de la humildad de los mexicanos más pobres. Descalzos, caminaban bajo su sombrero o su rebozo. Se escondían para que no se les viera la vergüenza en los ojos. Al servicio de los blancos, sus voces eran dulces y cantaban al preguntar: “¿No le molestaría enseñarme cómo quiere que le sirva?”
Aprendí el español en la calle, con los gritos de los pregoneros y con unas rondas que siempre se referían a la muerte. “Naranja dulce,/ limón celeste,/ dile a María/ que no se acueste./ María, María/ ya se acostó,/ vino la muerte/y se la llevó”. O esta que es aún más aterradora: “Cuchito, cuchito/ mató a su mujer/ con un cuchillito/ del tamaño de él./ Le sacó las tripas/ y las fue a vender./ —¡Mercarán tripitas/ de mala mujer!”
Todavía hoy se mercan las tripas femeninas. El pasado 13 de abril, dos mujeres fueron asesinadas de varios tiros en la cabeza en Ciudad Juárez, una de 15 años y otra de 20, embarazada. El cuerpo de la primera fue encontrado en un basurero.
Recuerdo mi asombro cuando oí por primera vez la palabra “gracias” y pensé que su sonido era más profundo que el “merci” francés. También me intrigó ver en un mapa de México varios espacios pintados de amarillo marcados con el letrero: “Zona por descubrir”. En Francia, los jardines son un
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pañuelo, todo está cultivado y al alcance de la mano. Este enorme país temible y secreto llamado México, en el que Francia cabía tres veces, se extendía moreno y descalzo frente a mi hermana y a mí y nos desafiaba: “Descúbranme”. El idioma era la llave para entrar al mundo indio, el mismo mundo del que habló Octavio Paz, aquí en Alcalá de Henares en 1981, cuando dijo que sin el mundo indio no seríamos lo que somos.
¿Cómo iba yo a transitar de la palabra París a la palabra Parangaricutirimicuaro? Me gustó poder pronunciar Xochitlquetzal, Nezahualcóyotl o Cuauhtémoc y me pregunté si los conquistadores se habían dado cuenta quiénes eran sus conquistados.
Quienes me dieron la llave para abrir a México fueron los mexicanos que andan en la calle. Desde 1953, aparecieron en la ciudad muchos personajes de a pie semejantes a los que don Quijote y su fiel escudero encuentran en su camino, un barbero, un cuidador de cabras, Maritornes la ventera. Antes, en México, el cartero traía uniforme cepillado y gorra azul y ahora ya ni se anuncia con su silbato, solo avienta bajo la puerta la correspondencia que saca de su desvencijada mochila. Antes también el afilador de cuchillos aparecía empujando su gran piedra montada en un carrito producto del ingenio popular, sin beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y la iba mojando con el agua de una cubeta. Al hacerla girar, el cuchillo sacaba chispas y partía en el aire los cabellos en dos; los cabellos de la ciudad que en realidad no es sino su mujer a la que le afila las uñas, le cepilla los dientes, le pule las mejillas, la contempla dormir y cuando la ve vieja y ajada le hace el gran favor de encajarle un cuchillo largo y afilado en su espalda de mujer confiada. Entonces la ciudad llora quedito, pero ningún llanto más sobrecogedor que el lamento del vendedor de camotes que dejó un rayón en el alma de los niños mexicanos porque el sonido de sus carritos se parece al silbato del tren que detiene el tiempo y hace que los que abren surcos en la milpa levanten la cabeza y dejen el azadón y la pala para señalarle a su hijo: “Mira el tren, está pasando el tren, allá va el tren; algún día, tú viajarás en tren”.
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Tina Modotti llegó de Italia pero bien podría considerarse la primera fotógrafa mexicana moderna. En 1936, en España cambió de profesión y acompañó como enfermera al doctor Norman Bethune a hacer las primeras transfusiones de sangre en el campo de batalla. Treinta y ocho años más tarde, Rosario Ibarra de Piedra se levantó en contra de una nueva forma de tortura, la desaparición de personas. Su protesta antecede al levantamiento de las Madres de Plaza de Mayo con su pañuelo blanco en la cabeza por cada hijo desaparecido. “Vivos los llevaron, vivos los queremos”.
La última pintora surrealista, Leonora Carrington pudo escoger vivir en Nueva York al lado de Max Ernst y el círculo de Peggy Guggenheim pero, sin saber español, prefirió venir a México con el poeta Renato Leduc, autor de un soneto sobre el tiempo que pienso decirles más tarde si me da la vida para tanto.
Lo que se aprende de niña permanece indeleble en la conciencia y fui del castellano colonizador al mundo esplendoroso que encontraron los conquistadores. Antes de que los Estados Unidos pretendieran tragarse a todo el continente, la resistencia indígena alzó escudos de oro y penachos de plumas de quetzal y los levantó muy alto cuando las mujeres de Chiapas, antes humilladas y furtivas, declararon en 1994 que querían escoger ellas a su hombre, mirarlo a los ojos, tener los hijos que deseaban y no ser cambiadas por una garrafa de alcohol. Deseaban tener los mismos derechos que los hombres.
“¿Quien anda ahí?” “Nadie”, consignó Octavio Paz en “El laberinto de la soledad”. Muchos mexicanos se ningunean. “No hay nadie” —contesta la sirvienta. “¿Y tú quien eres?” “No, pues nadie”. No lo dicen para hacerse menos ni por esconderse sino porque es parte de su naturaleza. Tampoco la naturaleza dice lo que es ni se explica a sí misma, simplemente estalla. Durante el terremoto de 1985, muchos jóvenes punk de esos que se pintan los ojos de negro y el pelo de rojo, con chalecos y brazaletes cubiertos de estoperoles y clavos arribaban a los lugares siniestrados, edificios convertidos en sándwich, y pasaban la noche entera con picos y palas para sacar
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escombros que después acarreaban en cubetas y carretillas. A las cinco de la mañana, ya cuando se iban, les pregunté por su nombre y uno de ellos me respondió: “Pues póngame nomás Juan”, no sólo porque no quería singularizarse o temiera el rechazo sino porque al igual que millones de pobres, su silencio es también un silencio de siglos de olvido y de marginación.
Tenemos el dudoso privilegio de ser la ciudad más grande del mundo: casi 9 millones de habitantes. El campo se vacía, todos llegan a la capital que tizna a los pobres, los revuelca en la ceniza, les chamusca las alas aunque su resistencia no tiene límites y llegan desde la Patagonia para montarse en el tren de la muerte llamado “La Bestia” con el sólo fin de cruzar la frontera de Estados Unidos.
En 1979, Marta Traba publicó en Colombia una “Homérica Latina” en la que los personajes son los perdedores de nuestro continente, los de a pie, los que hurgan en la basura, los recogedores de desechos de las ciudades perdidas, las multitudes que se pisotean para ver al Papa, los que viajan en autobuses atestados, los que se cubren la cabeza con sombreros de palma, los que aman a Dios en tierra de indios. He aquí a nuestros personajes, los que llevan a sus niños a fotografiar ya muertos para convertirlos en “angelitos santos”, la multitud que rompe las vallas y desploma los templetes en los desfiles militares, la que de pronto y sin esfuerzo hace fracasar todas las mal intencionadas políticas de buena vecindad, esa masa anónima, oscura e imprevisible que va poblando lentamente la cuadrícula de nuestro continente; el pueblo de las chinches, las pulgas y las cucarachas, el miserable pueblo que ahora mismo deglute el planeta. Y es esa masa formidable la que crece y traspasa las fronteras, trabaja de cargador y de mocito, de achichincle y lustrador de zapatos —en México los llamamos boleros—. El novelista José Agustín declaró al regresar de una universidad norteamericana: “Allá, creen que soy un limpiabotas venido a más”. Habría sido mejor que dijera “un limpiabotas venido a menos”. Todos somos venidos a menos, todos menesterosos, en reconocerlo está nuestra fuerza. Muchas veces me he preguntado si esa gran masa que viene caminando lenta e inexorablemente desde la Patagonia a Alaska se pregunta hoy por hoy en qué grado depende
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de los Estados Unidos. Creo más bien que su grito es un grito de guerra y es avasallador, es un grito cuya primera batalla literaria ha sido ganada por los chicanos.
Los mexicanos que me han precedido son cuatro: Octavio Paz en 1981, Carlos Fuentes en 1987, Sergio Pitol en 2005 y José Emilio Pacheco en 2009. Rosario Castellanos y María Luisa Puga no tuvieron la misma suerte y las invoco así como a José Revueltas. Sé que ahora los siete me acompañan, curiosos por lo que voy a decir, sobre todo Octavio Paz.
Ya para terminar y porque me encuentro en España, entre amigos quisiera contarles que tuve un gran amor “platónico” por Luis Buñuel porque juntos fuimos al Palacio Negro de Lecumberri —cárcel legendaria de la ciudad de México—, a ver a nuestro amigo Álvaro Mutis, el poeta y gaviero, compañero de batallas de nuestro indispensable Gabriel García Márquez. La cárcel, con sus presos reincidentes llamados “conejos”, nos acercó a una realidad compartida: la de la vida y la muerte tras los barrotes.
Ningún acontecimiento más importante en mi vida profesional que este premio que el jurado del Cervantes otorga a una Sancho Panza femenina que no es Teresa Panza ni Dulcinea del Toboso, ni Maritornes, ni la princesa Micomicona que tanto le gustaba a Carlos Fuentes, sino una escritora que no puede hablar de molinos porque ya no los hay y en cambio lo hace de los andariegos comunes y corrientes que cargan su bolsa del mandado, su pico o su pala, duermen a la buena ventura y confían en una cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan.
Niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes caminan al lado de esta reportera que busca, como lo pedía María Zambrano, “ir más allá de la propia vida, estar en las otras vidas”.
Por todas estas razones, el premio resulta más sorprendente y por lo tanto es más grande la razón para agradecerlo.
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El poder financiero manda no sólo en México sino en el mundo. Los que lo resisten, montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos.
A mi hija Paula, su hija Luna, aquí presente, le preguntó: —Oye mamá, ¿y tú cuántos años tienes?
Paula le dijo su edad y Luna insistió:
—¿Antes o después de Cristo?
Es justo aclararle hoy a mi nieta, que soy una evangelista después de Cristo, que pertenezco a México y a una vida nacional que se escribe todos los días y todos los días se borra porque las hojas de papel de un periódico duran un día. Se las lleva el viento, terminan en la basura o empolvadas en las hemerotecas. Mi padre las usaba para prender la chimenea. A pesar de esto, mi padre preguntaba temprano en la mañana si había llegado el “Excélsior”, que entonces dirigía Julio Scherer García y leíamos en familia. Frida Kahlo, pintora, escritora e ícono mexicano dijo alguna vez: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.
A diferencia de ella, espero volver, volver, volver y ese es el sentido que he querido darle a mis 82 años. Pretendo subir al cielo y regresar con Cervantes de la mano para ayudarlo a repartir, como un escudero femenino, premios a los jóvenes que como yo hoy, 23 de abril de 2014, día internacional del libro, lleguen a Alcalá de Henares.
En los últimos años de su vida, el astrónomo Guillermo Haro repetía las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Observaba durante horas a una jacaranda florecida y me hacía notar “cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando”. Esa certeza del estrellero también la he hecho mía, como siento mías las jacarandas que cada año cubren las aceras de México con una alfombra morada que es la de la cuaresma, la muerte y la resurrección.
Muchas gracias por escuchar.
miércoles, 23 de abril de 2014
Los libros de la educación socialista en México La Rotativa
En octubre de 1934 se aprobó una reforma al artículo 3º de la Constitución mediante la cual se instauraba la educación socialista en México. El artículo recién modificado señalaba:
Rescatamos y reproducimos aquí algunas de las pequeñas narraciones que componían los distintos libros. De los libros para escuelas primarias urbanas, escogimos dos textos: “1º. de mayo” (segundo año) y “La guerra imperialista” (sexto año). De la serie para las escuelas rurales, seleccionamos “Ahuímol” (segundo año).
Vi a mi papá que se disponía a salir y le pregunté:
-¿Tú trabajas hoy, papá?
-No voy a trabajar, hijo- me contestó-. Voy a la manifestación de los obreros. A este día se le llama “Días del Trabajo”, y todos los trabajadores lo aprovechamos para hacer una gran manifestación por las calles. En este manifestación nosotros, unidos, exigimos a las autoridades lo que nos hace falta, por medio de letreros y discursos.
Recordamos también a los camaradas obreros que murieron en Chicago por conseguir que trabajáramos ocho horas diarias.
-Papá, ¿y tú qué vas a hacer en la manifestación?
-Yo voy a manejar un camión donde van a ir los miembros de nuestro Sindicato de Choferes.
Mi padre salió muy contento, y yo me quedé con deseos de ser grande como él para ir a la fiesta de los trabajadores
(p. 82-83)
En la última fuera hemos presenciado con horror cómo se asesinan los pueblos en masa, cómo se sacrifica ferozmente a las poblaciones indefensas, cómo las mujeres, los niños y los ancianos, resultan las verdaderas víctimas inocentes del salvajismo bélico de los imperialismos; hemos visto también cómo son destruidas las ciudades, arrasadas las fábricas, esterilizados los campos, que quedan yermos inservibles para el cultivo, en tanto que rachas de locura y de barbarie colectivas, se desatan entre los contendientes, aproximándolos a las bestias.
En todos los países de la tierra, más de 50 millones de trabajadores sin ocupación mueren de hambre, en compañía de sus familias, en medio de la más espantosa miseria, como resultado de esa fuera que devoró diez millones de vidas humanas y casi toda la riqueza de Europa para dilucidar qué imperio explotaría, en nombre de la civilización, a todo el mosaico multicolor de razas y de pueblos coloniales, de hecho o de derecho; a los hindúes, a los árabes, a los chinos, a los negros, a los mestizos y a los indios de América.
Las burguesías entonces inflamaron el espíritu patriótico de sus pueblos para encubrir sus propios propósitos. Entonces como ahora se tienden las manos por encima de las fronteras, y en tanto lanzan a sus masas obreras descontentas a combatir para acallar con la muerte sus protestas, ellas se reparten los beneficios y pretenden asegurarse una dominación sin trabas.
Ante esta verdad, debemos oponer como barrera, nuestras voluntades unidas con las del proletariado obrero y campesino, para impedir que se haga el sacrificio de más vidas y se les lleve a otra matanza general.
La lucha armada solamente es justificada cuando persigue objetivos de liberación y de justicia para los oprimidos.
(p. 199-200)
Ahuímol es la cabecera del Distrito Agrario “Eulalio Martínez.”
En Ahímol se ha declarado la guerra a muerte a toda clase de bebidas embriagantes, pues lo campesinos se han convencido de que el alcohol es el peor enemigo de los trabajadores.
El campesino que se emborracha, gasta el dinero en bebidas que dañan el cuerpo; desatiende el trabajo y, por lo mismo, sus tierras producen poco; su hogar es siempre miserable; en él no hay tranquilidad, porque el borracho maltrata hasta las personas de su familia. Los hijos de los alcohólicos son muchachos débiles y enfermizos.
En Ahímol los campesinos están constantemente dedicados a sus faenas agrícolas; por eso se ven tierras bien cultivadas, que dan abundantes cosechas.
Cuando hay sesión en el Comité Agrario, las discusiones son muy ordenadas, pues allí no hay borrachos que interrumpan con sus tonterías; se toman acuerdos en beneficio de la comunidad. Si alguna persona lleva a vender bebidas alcohólicas a Ahímol, es castigada por los mismos campesinos.
La escuela se ve siempre llena de niños y niñas, alegres y sanos, que van a educarse para llegar a ser campesinos instruídos.
¡Debemos imitar a los compañeros de Ahímol!
¡El alcohol es el enemigo del mejoramiento de los campesinos!
(p. 68-69)
Sobre el tema de los libros de texto durante la educación socialista vale la leer dos artículos escritos por Elvia Montes de Oca Navas:
“La educación en México. Los libros oficiales de lectura editados durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934–1940”, en Perfiles educativos vol. 29, núm. 117, 2007.
Para una visión general y condensada de la historia de la educación en nuestro país, recomendamos:
Historia mínima de la educación en México, publicado por El Colegio de México en 2010.
- See more at: http://larotativa.nexos.com.mx/?p=570#sthash.o8NVjYJ1.dpuf
La educación que imparta el Estado será socialista y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud en concepto racional y exacto del universo y de la vida socialComo pieza fundamental de esta importante transformación educativa, por medio de la “Comisión Editora Popular” , se editaron nuevos libros de texto para las escuelas primarias del país. Se prepararon dos series de libros para todos los grados escolares: la “Serie S.E.P.”, para las escuelas primarias urbanas; y la serie “Simiente”, cuyos libros fueron escritos por el profesor veracruzano Gabriel Lucio, para las escuelas rurales.
Rescatamos y reproducimos aquí algunas de las pequeñas narraciones que componían los distintos libros. De los libros para escuelas primarias urbanas, escogimos dos textos: “1º. de mayo” (segundo año) y “La guerra imperialista” (sexto año). De la serie para las escuelas rurales, seleccionamos “Ahuímol” (segundo año).
1º de mayo
Como hoy no teníamos que ir a la escuela, me levanté un poco tarde.Vi a mi papá que se disponía a salir y le pregunté:
-¿Tú trabajas hoy, papá?
-No voy a trabajar, hijo- me contestó-. Voy a la manifestación de los obreros. A este día se le llama “Días del Trabajo”, y todos los trabajadores lo aprovechamos para hacer una gran manifestación por las calles. En este manifestación nosotros, unidos, exigimos a las autoridades lo que nos hace falta, por medio de letreros y discursos.
Recordamos también a los camaradas obreros que murieron en Chicago por conseguir que trabajáramos ocho horas diarias.
-Papá, ¿y tú qué vas a hacer en la manifestación?
-Yo voy a manejar un camión donde van a ir los miembros de nuestro Sindicato de Choferes.
Mi padre salió muy contento, y yo me quedé con deseos de ser grande como él para ir a la fiesta de los trabajadores
(p. 82-83)
La guerra imperialista
La guerra es el asesinato colectivo que los capitalistas fraguan para ahogar en sangre los justos anhelos de los oprimidos, que en la tierra luchan para conseguir un poco de pan, alguna libertad y la garantía de sus existencias.En la última fuera hemos presenciado con horror cómo se asesinan los pueblos en masa, cómo se sacrifica ferozmente a las poblaciones indefensas, cómo las mujeres, los niños y los ancianos, resultan las verdaderas víctimas inocentes del salvajismo bélico de los imperialismos; hemos visto también cómo son destruidas las ciudades, arrasadas las fábricas, esterilizados los campos, que quedan yermos inservibles para el cultivo, en tanto que rachas de locura y de barbarie colectivas, se desatan entre los contendientes, aproximándolos a las bestias.
En todos los países de la tierra, más de 50 millones de trabajadores sin ocupación mueren de hambre, en compañía de sus familias, en medio de la más espantosa miseria, como resultado de esa fuera que devoró diez millones de vidas humanas y casi toda la riqueza de Europa para dilucidar qué imperio explotaría, en nombre de la civilización, a todo el mosaico multicolor de razas y de pueblos coloniales, de hecho o de derecho; a los hindúes, a los árabes, a los chinos, a los negros, a los mestizos y a los indios de América.
Las burguesías entonces inflamaron el espíritu patriótico de sus pueblos para encubrir sus propios propósitos. Entonces como ahora se tienden las manos por encima de las fronteras, y en tanto lanzan a sus masas obreras descontentas a combatir para acallar con la muerte sus protestas, ellas se reparten los beneficios y pretenden asegurarse una dominación sin trabas.
Ante esta verdad, debemos oponer como barrera, nuestras voluntades unidas con las del proletariado obrero y campesino, para impedir que se haga el sacrificio de más vidas y se les lleve a otra matanza general.
La lucha armada solamente es justificada cuando persigue objetivos de liberación y de justicia para los oprimidos.
(p. 199-200)
Ahuímol
Ahuímol es una congregación situada cerca de Chicontepec, pintoresca población de la rica Huasteca Veracruzana.Ahuímol es la cabecera del Distrito Agrario “Eulalio Martínez.”
En Ahímol se ha declarado la guerra a muerte a toda clase de bebidas embriagantes, pues lo campesinos se han convencido de que el alcohol es el peor enemigo de los trabajadores.
El campesino que se emborracha, gasta el dinero en bebidas que dañan el cuerpo; desatiende el trabajo y, por lo mismo, sus tierras producen poco; su hogar es siempre miserable; en él no hay tranquilidad, porque el borracho maltrata hasta las personas de su familia. Los hijos de los alcohólicos son muchachos débiles y enfermizos.
En Ahímol los campesinos están constantemente dedicados a sus faenas agrícolas; por eso se ven tierras bien cultivadas, que dan abundantes cosechas.
Cuando hay sesión en el Comité Agrario, las discusiones son muy ordenadas, pues allí no hay borrachos que interrumpan con sus tonterías; se toman acuerdos en beneficio de la comunidad. Si alguna persona lleva a vender bebidas alcohólicas a Ahímol, es castigada por los mismos campesinos.
La escuela se ve siempre llena de niños y niñas, alegres y sanos, que van a educarse para llegar a ser campesinos instruídos.
¡Debemos imitar a los compañeros de Ahímol!
¡El alcohol es el enemigo del mejoramiento de los campesinos!
(p. 68-69)
Sobre el tema de los libros de texto durante la educación socialista vale la leer dos artículos escritos por Elvia Montes de Oca Navas:
“La educación en México. Los libros oficiales de lectura editados durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934–1940”, en Perfiles educativos vol. 29, núm. 117, 2007.
“Libros escolares mexicanos a principios del siglo XX: Rosas de la infancia, Serie S.E.P. y Simiente”, en La Colmena 76, octubre-diciembre 2012.
Para una visión general y condensada de la historia de la educación en nuestro país, recomendamos:
Historia mínima de la educación en México, publicado por El Colegio de México en 2010.
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Plantea SEP regular comisión docente
La dependencia reconoció que se ignora el número y las actividades que realizan éstos, por lo que ha solicitado a los estados un listado completo de los mismos. “Es necesario elaborar un diagnóstico integral de este fenómeno; saber realmente cuántos son y dónde están; su función, perfil que ostentan, su experiencia docente, técnico docente o en el desempeño de funciones de dirección o supervisión, y definir quién puede ser contemplado en el Servicio Profesional Docente y quién no”, señala la dependencia. En el “Programa para la definición de la situación del personal que ostenta plazas con categorías docentes y desempeña funciones no comprendidas en la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD)” la dependencia señaló que fueron las entidades quienes manifestaron preocupación por los maestros comisionados. La ley sólo contempla a maestros, directores, supervisores, asesores técnicos. Desde 2010, los estados informan a la SEP sobre el personal con plaza docente y comisionados a otras actividades. Ese año, al conciliar la nómina entre la Federación y los Estados se encontraron 10 categorías de comisionados. Hasta ese momento había 10 mil 279 en esa situación. Para 2013 la información entregada por los estados a la SEP hace imposible conocer qué tipo de comisiones son las que realiza el personal con plaza docente. En promedio hubo 10 mil 601 comisionados, sin incluir información de Aguascalientes, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Quintana Roo y el Distrito Federal. El diagnóstico de los comisionados se prevé esté terminado para el 31 de enero. Tras el diagnóstico se realizarán los perfiles y posteriormente los concursos para ocupar las plazas de director, supervisor, asesor técnico pedagógico, que están contempladas en la LGSPD. Para el resto del personal comisionado se emitirán lineamientos, para regularizar su situación una vez que se sepa cuál es; mientras que los comisionado sindicales, o los que ocupan un cargo de representación popular, no podrán cobrar su sueldo como maestro. Fuente: Reforma
Análisis del censo escolar del INEGI Bardomiano González Pérez)
El censo del INEGI nos da una perspectiva de las
condiciones de la educación en el país con excepción de Oaxaca
donde 6, 628 centros de trabajo
se opusieron a ser censados que equivale a un 27.4% del total de maestros oaxaqueños, Chiapas
con un 41% con 9.898 centros de trabajo ( a fin de
cuentas los de Chiapas fueron mas
radicales en ese aspecto que lo de
Oaxaca y con justa razón ya que fue el estado donde nace la CNTE con el
CCL Chiapaneco) Michoacan con 6,587 centros de trabajo equivalntes al 27.3%
de el total en ese estado con esas excepciones podemos inferir que el censo del
INEGI fue un exito.
El número de escuelas públicas de educación básica es
mayoritario en todos los estados de la república, y en 12 estados
representan más del 90% del total. En 16
estados hay un promedio del 80 al 90% y solo en cuatro
entidades la educación privada tiene una
gran influencia ya que la educación
pública tiene porcentajes si bien son mayores que las
privadas no están muy alejados ya que en
el D.F. el porcentaje de instituciones
privadas, es de 48.2% en el estado de
Morelos el 33.3% es de tendencia
privada, en Baja California el porcentaje es de 34.7% de educación privada y en
el estado de México el porcentaje privado
es de 21.5%. Por lo tanto la educación
pública predomina a pesar de haber pasado por
dos periodos de tendencia
privatizadora en la presidencia de la república.
En lo laboral
2 millones 247 mil 279 trabajadores
laboran en los centros de trabajo(públicos y privados) de los cuales fueron
censados 1 millón 814,483 y de ellos
298,174 trabajadores no laboran en su centro de trabajo, de este
total puede influir que no esten en su lugar de
adscrpción que no se les haya dado de alta en el Nuevo centro de trabajo, aunque son mas de 30 mil detectados con licencia sindical son llamados “aviadores” y 39 mil que nadie conoce ni en los centros de
trabajo y que denominan “los maestros fantasmas”.
Un problema que
surgió en el period presidencial de Salinas de Gortari con la famosa “Federalización educative” fue la descentralización mal elaborada que se
aplicó, masificó el número de
comisionados, porque en ella se descentraliza la nómina educativa y cada
estado se encarga de administrarla de acuerdo a la plantilla de maestros
alumnos y centros de trabajo que reporta cada una de las entidades, los estados
inician una serie de maniobras para poder manejar el presupuesto educativo en
otros rubros que no son precisamente la educación y duplican la carga presupuestaria al “comisionar” personal de
los centros educativos en varias
vertientes, unos de licencia sindical, y para tener mayor número de necesidades
aumentan los comisionados al sindicato hasta convertirse en una carga burocrática que se encarga no de actividades educativas ni
sindicales sino a eventos electorales de común acuerdo con los gobiernos
estatales sea el partido que sea que esté en el poder estatal. Sin embargo al
comisionarse a un docente deja un
hueco en el centro de trabajo, y este es
llenado con otra adscripción duplicando el costo de la plaza lo que infla
el presupuesto educativo al presentarlos como necesidades, por otra
parte a los jubilados y fallecidos
simplemente no se da de baja su plaza pero se le da adscripción a otro
en su lugar por eso se hacia el
corrimiento de profesor base a
profesor inicial luego a la siguiente promoción hasta llegar a las
direcciones si el jubilado era director
o supervisor y por ello se les daba preferencia a jubilar a los directivos y
supervisors. En casos extremos como lo
comprobaron en el censo se daba alta en
algunos estados a una escuela se le inventaba el alumnado, se le dotaba de
maestros directivos parte de una supervision y la escuela no existía.
En este mismo contexto los estados llevaban a cabo una negociación extra con las
secciones sindicales un porcentaje
determinado que se negociaba entre estado y dirigencia seccional y se
manejaba discrecionalmente para hacer
negociaciones de tipo electoral y todo ese costo era parte del presupuesto educativo que el gobierno federal vía SEP enviaba a los
estados hoy la numina a partir de el
primero de enero del 2015 se supone que la vuelve a centralizer la SEP y también suponemos que se van a acabar los dbles pagos, las escuelas
fantasmas, los profesores fantasmasa los profesores comisionados al SNTE pagados por la SEP y los estados les dan tiempo a los estados
pára que arreglen en lo que puedan su presupuesto ya que solo les enviaran
recursos de acuerdo a los datos del INEGI y el cochinito de los recursos de
educación manejados para otros rubros, parece que les van a salir alas, lo
mismo que a la doble negociación y
ahora los comisionados del SNTE y los gobiernos estatales coludidos con ellos
si van a exclamar !y ahora quién
nos salva! ¿el chapulín Colorado?, la
dirigencia nacional del SNTE y los
adictos a Elba Esther Gordillo,
que son los mismo solo que disfrazados
de “institucionales” como han de añorar
actualmente las vacas gordas de la trilogía
Fox, Calderón y Gordillo.
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