Educación: lo faso del debate, lo vacío de los discursos
Luis Hernández Montalvo
Un grupo de profesores me ha invitado a un intercambio de puntos de vista para discutir lo que está sucediendo en la educación pública de nuestro país. Es natural que en las actuales circunstancias; los profesores de educación básica no alcancen a comprender las consecuencias de las reformas que se imponen, sin que puedan expresar sus puntos de vista que surgen de la experiencia de su trabajo en las aulas.
De un tiempo a la fecha, cuando se trata de discutir los problemas de educación, los distintos actores terminan hablando de política, haciendo de la educación un tema complejo y complicado. Si vemos lo que ocurre desde los empresarios, de un grupo de empresarios, principalmente de los que son liderados por don Claudio X. González, Presidente de Mexicanos Primero, a donde confluyen los intereses de Televisa, quienes recientemente han elaborado una película a la que han denominado: “De Panzazo”; en donde, la televisora más influyente, se lanza a la descalificación del trabajo de los maestros de educación básica, confundiendo al mismo tiempo “cacicazgo magisterial” con burocracia ineficiente e ineficaz.
Ni don Emilio X. González, ni Mexicanos Primero y mucho menos Televisa forman parte de un debate que convoque a la sociedad para encontrar soluciones a nuestros problemas educativos, que los hay, pero también de orden cultural, y que no se resolverán con descalificaciones, con la presentación de películas que denigran y degradan el trabajo de los profesores, pues en la escuela pública existen debilidades, -no lo negamos- pero también fortalezas; que a lo largo del siglo XX construyó e hizo posible el desarrollo capitalista del que hoy son usufructuarios los dueños delos monopolios; que no valoran lo bueno que hay en el trabajo de cientos y miles de maestros.
Abusar de la confianza de los menores de edad para introducir cámaras al interior de las aulas y poder filmar conductas que degradan a los profesores, mostrando un solo aspecto del trabajo docente, es por decir algo, un acto poco ético y un asunto de falso debate que no los compromete en la construcción de una propuesta, pues algunos profesores consideramos que del tamaño de la crítica, debe ser el tamaño de la propuesta.
La reciente ruptura de la Alianza Compromiso por México entre los Partidos Revolucionario Institucional; Nueva Alianza y Verde Ecologista, ha vuelto ha poner en circulación la peregrina suposición de que el fin del corporativismo sindical ha llegado. Nada más falso, quienes pensaron eso mismo hace doce años, hoy se encuentran con un nuevo corporativismo y quienes pensaban destruirlo, prefirieron administrarlo; incluso, como una forma de hacer avanzar sus políticas económicas y las distintas reformas en el Congreso de la Unión.
El nuevo corporativismo permitió afianzar la presencia de los nuevos actores políticos en los espacios del país que han controlado a lo largo del siglo anterior; por eso, habría que entender que las actuales dificultades del Partido Nueva Alianza, son dificultades del partido y por lo tanto, no son dificultades del Sindicato, por lo que se deben tratar en espacios distintos para no confundir a los trabajadores ni a los electores ciudadanos.
Este rompimiento, también ha permitido la articulación de algunos balbuceos que intentan aprovechar el momento para entender la realidad del Partido Nueva Alianza como un ataque de la ultraderecha en contra del sindicato y la educación pública, lo cual también nos parece exagerado y busca confundir a los trabajadores para aprovecharlos electoralmente en la actual contienda.
No podemos visualizar aún la destrucción del corporativismo, ni siquiera podemos hablar de un proyecto distinto para el sindicalismo. Desde la parte del sindicalismo pretendidamente democrático, ya dejó pasar más de tres décadas sin haber podido construir un proyecto realmente democrático y lo mismo ocurre con las organizaciones gremiales constituidas en sindicatos estatales o sindicatos independientes. Hasta ahora, no han demostrado ser más eficaces, ni tienen mayor democracia en su vida interna, ni son tan independientes de los gobiernos locales o de los partidos políticos.
Estos grupos y sindicatos, no logran en varias ocasiones las pretendidas comisiones para liberar a sus dirigentes para el trabajo sindical; su comportamiento es de oposición al SNTE y no como si fueran otro sindicato y sin afán de debatir, buscan atacar al que consideran diverso con los escándalos en la corrupción con la designación de los funcionarios del ISSSTE. Es la descalificación del otro lo que empobrece el debate.
Es comprensible que en el marco de la campaña electoral, se recrudezcan los ataques al magisterio, y que las plataformas electorales sean solo un pretexto para dar rienda suelta a sus fobias; por eso consideramos que los problemas del Panal deben ser separados de los problemas de los asuntos gremiales, que deben discutirse en las instancias de la organización, pero no hacer del SNTE un campo de disputa electoral, en tanto que el sindicato, es por naturaleza un frente amplio. Incluso, la educación, al igual que lo político y lo sindical, deben debatirse en cada campo.
El SNTE, en las actuales circunstancias, tampoco es un factor de consenso, ni al interior de los agremiados y mucho menos frente a la sociedad para convocar a un debate serio sobre los problemas del trabajo docente y de la educación pública que es necesario construir. El actual Congreso Nacional de Educación convocado por los dirigentes, muestra las debilidades de los convocantes y de los agremiados que son convocados y que cumplen con el requisito, con el trámite para escuchar y legitimar lo que le conviene al grupo dirigente, pero sin trascender ni al gremio ni a la sociedad.
Frente a esta realidad, no podemos callarnos, por eso, debemos trabajar los espacios que se pueda para hacer oír nuestra voz, que permita algún atisbo al combate de la pobreza del debate, el vacío de los discursos y la descalificación del magisterio al que se le imponen mecanismos de vigilancia y controles inadmisibles que están llegando al estrés del personal, creando artificialmente y por decreto la articulación de la educación básica, mayor número de horas de trabajo como las observaciones en el salón de clases a partir del Sistema de Observación Stallings; la implementación de la Evaluación Universal a partir del presente ciclo escolar y la reforma a los lineamientos de Carrera Magisterial, sin mencionar que ya está en puerta el diseño de “Un Nuevo Modelo Educativo para el México del Siglo XXI”; o lo que es lo mismo; la propuesta de Norma Oficial Mexicana del Servicio de Calidad en la Educación Básica Obligatoria y su cauda de burocratización sin fin.