Me gustaría brindar una explicación más simple de por qué los maestros no se presentaron a su examen o evaluación. Esta explicación tiene que ver con el peso de tal actividad en Carrera Magisterial (CM). Recordemos que con la reforma a CM del 25 de mayo de 2011 el valor de esta evaluación (denominadapreparación profesional) pasó de tener un peso de 28% a 5% de un total de 100 puntos. La razón de esta disminución drástica de peso o importancia tiene que ver con las negociaciones en la Comisión Nacional de CM integrada por representantes de la SEP y el SNTE (ver la nota en ED titulada: Modificación del balance de poder SEP-SNTE, 6 de julio 2011).
Por un lado, se tiene el discurso que dice en sus diversas variantes (SEP, SNTE, académicos, OCDE) que la evaluación de los docentes es importante y necesaria para mejorar el sistema pero en las reglas de operación de CM el mensaje es el opuesto. En contraste, un factor que se robusteció de manera descomunal en la evaluación de los docentes frente a grupo fue la evaluación a los alumnos, o el aprovechamiento escolar, que pasó de representar 20% a 50%.
Si usted fuera maestro frente a grupo ¿dónde pondría el dinero, el tiempo y el esfuerzo? ¿No respondería usted también a los incentivos? y por si fuera poco si un maestro no se evalúa para obtener un ascenso tampoco pierde el nivel que ya tiene. Así que, desde mi punto de vista, la explicación más simple sería que lo visto el día del examen fue una respuesta racional de los maestros a los incentivos y que se presentaron solo los docentes que son nuevos. Es decir, aquellos que requieren de todos los puntos para ir mejorando su nivel y que no despreciaron la posibilidad de obtener algo de ese 5%.
En el mismo sentido, de racionalizar el esfuerzo, los docentes frente a grupo con mayor antigüedad que quizá están en el nivel B o C de CM no tuvieron necesidad de preparar un examen para ganar 5 puntos de 100 porque para ellos ganar 5% es un beneficio marginal no compensado ni por el tiempo de preparación, ni por el pasaje para llegar al examen, ni por el día de trabajo perdido. Así en vez de preparar el examen hicieron su cálculo costo-beneficio y se quedaron en la escuela entregando boletas o realizando alguna otra actividad de mayor provecho. Si la SEP y el SNTE quieren que esta evaluación tenga relevancia en la carrera profesional de un docente frente a grupo pues deberán empezar por impulsar una reforma al programa de CM que envíe señales de que se trata de algo importante para mejorar como docente, a nivel individual, y de manera colectiva como sistema educativo.
*Profesora de Gestión y Política Pública, Departamento de Estudios Institucionales, Universidad Autónoma Metropolitana
Por un lado, se tiene el discurso que dice en sus diversas variantes (SEP, SNTE, académicos, OCDE) que la evaluación de los docentes es importante y necesaria para mejorar el sistema pero en las reglas de operación de CM el mensaje es el opuesto. En contraste, un factor que se robusteció de manera descomunal en la evaluación de los docentes frente a grupo fue la evaluación a los alumnos, o el aprovechamiento escolar, que pasó de representar 20% a 50%.
Si usted fuera maestro frente a grupo ¿dónde pondría el dinero, el tiempo y el esfuerzo? ¿No respondería usted también a los incentivos? y por si fuera poco si un maestro no se evalúa para obtener un ascenso tampoco pierde el nivel que ya tiene. Así que, desde mi punto de vista, la explicación más simple sería que lo visto el día del examen fue una respuesta racional de los maestros a los incentivos y que se presentaron solo los docentes que son nuevos. Es decir, aquellos que requieren de todos los puntos para ir mejorando su nivel y que no despreciaron la posibilidad de obtener algo de ese 5%.
En el mismo sentido, de racionalizar el esfuerzo, los docentes frente a grupo con mayor antigüedad que quizá están en el nivel B o C de CM no tuvieron necesidad de preparar un examen para ganar 5 puntos de 100 porque para ellos ganar 5% es un beneficio marginal no compensado ni por el tiempo de preparación, ni por el pasaje para llegar al examen, ni por el día de trabajo perdido. Así en vez de preparar el examen hicieron su cálculo costo-beneficio y se quedaron en la escuela entregando boletas o realizando alguna otra actividad de mayor provecho. Si la SEP y el SNTE quieren que esta evaluación tenga relevancia en la carrera profesional de un docente frente a grupo pues deberán empezar por impulsar una reforma al programa de CM que envíe señales de que se trata de algo importante para mejorar como docente, a nivel individual, y de manera colectiva como sistema educativo.
*Profesora de Gestión y Política Pública, Departamento de Estudios Institucionales, Universidad Autónoma Metropolitana
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