Los profesores de mi generación conocieron los servicios de la Aseguradora Hidalgo, que había sido fundada por el gobierno mexicano en 1964 como un Instituto Nacional de Seguros. Este Instituto, se hizo cargo de la administración y servicio de los seguros colectivos de vida de los servidores públicos, y entre estos los maestros de educación básica.
El monto de la suma asegurada por aquellos años era modesto, no rebasaba los 40 mil pesos por muerte natural, cantidad que se duplicaba si la muerte era accidental y en horario de trabajo –recuerdo que entonces; ningún maestro se ausentaba de la escuela sin el correspondiente oficio de comisión-, y los beneficiarios cobraban puntualmente la suma asegurada a la muerte del trabajador.
No recuerdo en que momento las cosas empezaron a cambiar, durante la última década del siglo anterior, allá por los años noventa y en los primeros años del presente siglo, los políticos conservadores consideraron que era mejor abandonar al Instituto y decidieron venderlo a la transnacional MetLife –Metropolitan Life Insurance Company-, en inglés.
A partir del año 2003, MetLife México se convierte en la aseguradora de los trabajadores públicos al servicio del Estado, con una propuesta de negocios múltiples, pues ahora, no solamente se encargarán de los seguros de vida colectivo de los trabajadores, sino también, le ofrecerán los seguros de gastos médicos mayores, entre otros.
Los agentes de ventas de seguros ofrecerán cantidades aseguradas mayores a las que ofrece el seguro de vida colectivo, a través de programas atractivos como: “a partir del quinto año, el asegurado podrá recuperar cantidades iguales o mayores a las aportadas en el seguro, cantidades que irán creciendo conforme pasan los años y la antigüedad en la suma asegurada”, recuerdo el cuadro que me mostraron, después de cotizar a la aseguradora durante 5 años, ya tenía dividendos superiores a los 6 mil pesos y si por alguna razón el trabajador no cobraba sus dividendos, estos se verían incrementados con los intereses moratorios.
Tramposamente, cuando se acercaba el tiempo convenido para cobrar los más de 6 mil pesos por dividendos, nuevamente aparecía el agente de seguros para convencer al trabajador de cambiar su viejo seguro por otro de mayor cobertura con la promesa de generar dividendos superiores. Digo que era una actitud desleal y tramposa, porque el trabajador al cambiar su seguro por otro de un monto superior perdía su derecho a cobrar los dividendos, y tenía que esperar otros cinco años antes de cobrar los dividendos prometidos.
Pero ya cerca la fecha para cobrar los dividendos; ahora sí, después de más de diez años, vienen los mismos empleados de la aseguradora MetLife para hablar en contra de la empresa en la cual trabajan y convencen al trabajador de cancelar sus actuales cuentas con la aseguradora, así se pierde la antigüedad para poder cobrar los dividendos tan prometidos, así dejé mis seguros XL 4141, ML99-t.b., ZR0902 c:SI ML99, T.B.C GFT, NH7863 y T.B.C. C: SI, pero ya compactados en una suma millonaria en una nueva aseguradora: HIR.
Pero en todo este tiempo nunca me entregaron las pólizas respectivas que permitiera a mis beneficiarios saber que me descontaban para esos seguros individuales y que a mi muerte los podían cobrar, con los respectivos dividendos acumulados, el seguro de gastos por defunción, entre otras bondades prometidas por los agentes de ventas de seguros, todo en forma verbal, sin las pólizas.
Transcurridos tres años y al ver que los agentes que se comprometieron a entregarme la póliza respectiva no llegaban, decidí presentarme a las oficinas, ahí me explicaron que la aseguradora al ver que no me seguía descontando –seguramente por la muerte del asegurado-, buscarían a mi familia para entregarle la suma asegurada y la suma ahorrada con los respectivos intereses.
Ya transcurrieron tres años y nuevamente se presenta el agente de seguros: Jorge Hernández –así dijo llamarse- para pedirme la firma de una nueva solicitud de seguro, porque según él, el actual gobierno estatal y el Secretario General de la Sección 51 del SNTE, decidieron cambiar las cuentas de seguros de MetLife y HIR a la aseguradora Mafre, por lo que el descuento, ya no se hará mediante el concepto HI, sino en el nuevo concepto CM, me deja una hojita que dice: ADENDUM DEL CONVENIO DE FECHA CATORCE DE SEPTIEMBRE DE DOS MIL CUATRO, QUE TIENE CELEBRADO LA SECCION 51 DEL SNTE CON LA EMPRESA DENOMINADA COMERCIALIZADORA MAGISTERIAL S.A. DE C.V.
Un día después, se presentan dos empleadas de la empresa MetLife, con los mismos argumentos: la empresa para la cual trabajan está en quiebra, la aseguradora HIR, paga una suma asegurada mayor, -si la llega a pagar- sin los incrementos que impone la aseguradora MetLife y en cuanto a la aseguradora Mafre: “es lo mejor que existe en el mercado”, les digo que pondré mi denuncia en la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas, la CONDUSEF y tengo como respuesta una sonrisa cómplice de las empleadas.
Lo relatado anteriormente, es una muestra de que las aseguradoras, a través de sus agentes de ventas no están actuando de manera ética; en primer lugar, porque los empleados de las aseguradoras trabajan simultáneamente para las tres a través del Grupo ABC Golfo Centro, que el pago de gastos funerarios solo se paga si él trabajador paga la cobertura y en la medida que cada uno de ellos cancela una cuenta y la da de alta en la otra aseguradora, el agente cobra a la empresa como una venta normal.
A última hora me entero que la aseguradora HIR, no paga dividendos, lo que regresa es la suma ahorrada, que puede variar, según convenio entre el trabajador y la empresa aseguradora y el anzuelo para cambiarse a Mafre es que esta casa paga, aparte de la suma asegurada por 20 años, las primas totales y los gastos funerarios, si los familiares beneficiarios presentan la documentación requerida en un plazo no mayor a las 24 horas después de muerto el asegurado.
Al fin de cuentas, ninguna aseguradora paga a los beneficiarios del asegurado nada, es un negocio en el que están confabulados, -así lo dejan entrever los agentes de seguros-: Aseguradoras, líderes sindicales, funcionarios de educación encargados de realizar los descuentos a los trabajadores vía nómina y políticos de toda ralea metidos en el negocio de las aseguradoras. En tales circunstancias: ¿Qué debe hacer el asegurado? ¿A quién debe recurrir?, ¿A la Condusef, al SNTE, tal vez al Gobierno? ¿Cuántos trabajadores y personas aseguradas cuentan con las pólizas de sus seguros? ¿Cuántos asegurados seguirán siendo defraudados?
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2 comentarios:
Me parece bien que ventile el problema porque donde trabajo hay agentes queriendo vender sus seguros y no les creo tantas bondades además acosan al entrar o salir de trabajar. El personal no tiene preparación. A quienes ya están asegurados con ellos pero con otro agente, lo interrogan para ver si realmente están asegurados preguntando en dónde van a cobrar, cuándo, etc., como haciéndoles examen.
Ay amigo. Aseguradora Hidalgo Metlife son unas RATAS vampirezcas. Mi mamá cotizó por 30 años, se jubiló, al medio año de la jubilación fue a reclamar su seguro y.... LE DIJERON que debió ir a cobrarlos en los 3 primeros meses. Después de esos 3 meses YA NO LE IBAN A DAR NADA...... RATAS DE METLIFE !!!!! ya no les CREAN NADAAAAAA.... Cuando vayan a sus escuelas, SAQUENLOS como unos perros...
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