En la semana pasda, se inició el año electoral sin estar completo el Consejo Nacional del Instituto Federal Electoral -IFE-, porque los partidos políticos en la Cámara de Diputados no se pudieron poner de acuerdo en la designación de tres Consejeros Electorales -A la distancia de seis años del pasado proceso electoral, rescato unas notas que pueden ayudar a entender lo que ocurre en el país. Espero que sea de su interés.
"Lo que hemos visto y oído en los últimos días, en el marco de la campaña electoral, ha sido un contrasentido a la democracia y a la política. La propaganda que descalificaba al candidato Andrés Manuel López Obrador, la que salía de la casa de campaña del candidato del Partido Acción Nacional PAN, la que se diseñaba por iniciativa propia desde los pinos por parte de los estrategas de la presidencia de la República, la que asumían de manera personal los conductores de noticias y las opiniones de los comentaristas y politólogos de instituciones privadas, fueron expresiones exteriores de un proceso mucho más complejo que se entretejieron con las múltiples encuestas y predicciones, que se decía, eran producto de la objetividad.
La campaña de desprestigio no tuvo límites, desde la más agresiva que hacía escarnio de la persona del candidato, hasta darle seguimiento a las simplezas de los que decía o hacía durante el día.
Andrés Manuel López Obrador, se convirtió en un personaje siniestro y peligroso para México y como en los viejos tiempos del anticomunismo, se alertaba a los votantes de que el candidato les quitaría su casa y perderían su empleo. En pocas semanas, el insulto y la desconfianza escalaron la razón, la basura desparramada por los medios, principalmente los electrónicos, impidieron ver con claridad los problemas nacionales y las propuestas de los candidatos.
El debate fue eliminado junto con las ideas y dieron rienda suelta a nuestros vicios y debilidades. De mi librero, tomé mi Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales l996, de inmediato busqué las disposiciones para que un ciudadano pueda ser elegible al cargo de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
No encontré ninguna referencia, pero supongo que debe ser el mismo que se establece para ocupar cualquier puesto y que tiene que ser el de ser ciudadano mexicano en pleno goce de sus derechos civiles y políticos, entonces, mientras no se demuestre lo contrario, al candidato debió respetarse como una persona confiable y como ciudadano merece la atención de quienes no piensan como el. Por lo tanto, la campaña del PAN fue sucia, una de las prácticas despreciables, porque rebasan los marcos de convivencia y porque el insulto provoca el encono social y su posterior polarización.
El artículo 38, inciso b del COFIPE, establece con claridad que los partidos deben abstenerse de recurrir a la violencia y a cualquier acto que tenga por objeto o resultado afectar el orden público, perturbar el goce de las garantías o impedir el funcionamiento regular de los órganos de gobierno y en el artículo 186, inciso z, dice que los partidos y los candidatos que realicen propaganda electoral a través de la radio y la televisión deberán evitar en ella cualquier ofensa, difamación o calumnia que denigre a candidatos, partidos políticos, instituciones y terceros.
Esta regulación por parte del COFIPE, no solo no se observó por aquellos que están obligados a hacerlo, en tanto que son hombres de Estado y funcionarios de gobierno, lo grave es que también fue ignorado por el Consejo General del IFE, que en todo momento asumió una actitud de complicidad, de articulación para dejar caminar los propósitos de los científicos que han dispuesto que este país debe parecerse al del vecino del norte y de la noche a la mañana, los mexicanos estamos divididos en dos partidos, de manera artificial volvemos a los esquemas del siglo XIX.
La lucha política, en lo posterior, será un ejercicio entre buenos y malos, entre izquierda y derecha Los llamados a la concordia a y a la inclusión, en los rostros rígidos por el odio y la hiel suenan grotescos. Pero los científicos no quieren una oposición real y competitiva como lo es ahora el PRD, le apuestan a su desbordamiento, que se pueda diluir como movimiento electoral, sin capacidad de reconstruirse y convertirse en una opción real frente a la destrucción del PRI y su vieja estructura electoral.
El trabajo de los científicos no ha concluido, ahora irán al rescate de los cuadros que sean susceptibles de ser absorbidos por un nuevo proyecto, dominante y hegemónico, capaz de articular nuevas políticas que preserven intereses y poder sin sobresaltos, la polarización electoral se enfila a la polarización social, a la ofensiva en donde el odio el insulto y el espionaje se combinen con una represión selectiva, el desmantelamiento de centros de investigación donde se ejerza la crítica, la supresión de periódicos y programas que cuestionen sus actos.
Quisiera equivocarme, pero me temo que las universidades públicas corren el mismo riesgo y la escuela publica entrará y vivirá un proceso de persecución. Todo lo anterior lo supongo porque los riesgos que se corren son demasiados como para dejarlo únicamente a las instancias electorales.
El PRI poblano no logra salir de su asombro, los dioses de piedra no entienden su derrota absoluta, su expulsión del Congreso de la Unión.
El viejo PRI no tiene remedio porque perdieron su capacidad de crítica y de interrogar a la realidad, porque las ideas fueron sustituidas por la soberbia y la arrogancia del ejercicio del poder, la cooptación de cuadros ya se inició y se preparan para asaltar casa Puebla e instaurar en la mesa del poder a los herederos de las familias que en sus hogares conservan la flama del imperio, la religión y los valores del hispanismo más rancio que los hace suspirar por los tiempos idos.
Nadie podrá negar que en general los partidos políticos se fueron alejando de los intelectuales y de sus servicios y sólo en tiempos de elecciones recurren a ellos de manera extraordinaria para que les diseñen sus proyectos y los ayuden a entender el momento político.
La designación de Cuauhtemoc Cárdenas en un supuesto Comité, seguramente tendrá un efecto puente para que concentre otros cuadros y el triunfo del senador poblano es parte de esta política por incrementar sus vocaciones de servicio a la función pública y no como parte de un proceso de reconciliación y de apertura. En Puebla la derrota del PRI era esperada después del incidente de febrero.
Durante un tiempo relativamente corto se rompieron viejos lazos de lealtad y el poder unipersonal del gobernador se diluyó entre los líderes de las distintas áreas de gobierno, viejos cotos de poder recuperaron lo que les corresponde y pierden de vista que sus días están contados, mientras los panistas desde México hacen sus cálculos y se frotan las manos para administrar lo que les fue arrebatado por la fuerza".
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