CUITLATLÁN
Carta del secretario de Educación
FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA
Lic. Aurelio Fernández Fuentes
Director General de La Jornada de Oriente
Presente
Respecto a la columna “Cuitlatlán”, publicada este 3 de octubre en La Jornada de Oriente, es preciso aclarar tajantemente que:
1. El titular de la Secretaría de Educación Pública del gobierno del estado de Puebla no pertenece a ninguna secta religiosa y tampoco impulsa a la Cienciología dentro del sistema educativo poblano.
2. Por conducto de Marinela Setvitje (sic), como presidenta de Compromiso Social por la Calidad Educativa, se recibió a los directivos de la asociación Entiende Más, Logra Más, tal y como ella misma lo ha comentado.
3. Jamás se proyectó repartir 100 mil textos en Puebla y los 3 mil que fueron enviados, sólo se distribuyeron entre docentes.
4. Una vez más se reitera que los contenidos de los materiales no aluden ni hacen referencia a aspectos de corte religioso y que la autoridad educativa, como en todos los casos, verificó el dictamen correspondiente.
5. Desde la administración anterior se realizaron proyectos con la asociación citada y los profesores tomaron sus cursos con el material al que se ha hecho referencia en sus notas. (Se anexa dictamen del 19 de julio de 2010, emitido por la Comisión Mixta de Escalafón SEP–Sección 23 del SNTE en el que se señala que los “integrantes de la Mesa Técnica lo han valorado”, fijando los criterios de evaluación respectivos y el documento con fecha 23 de noviembre de 2010 del Consejo Dictaminador de Formación Continua que confirma el dictamen anterior).
Como puede observarse, la Comisión de Escalafón valora y califica los contenidos de cursos y materiales para asignar puntaje en el proceso de asensos (sic) y toda la documentación avala lo dicho por el titular de la SEP estatal.
Desconocemos las causas y los intereses por los que La Jornada de Oriente insiste en un tema que se ha aclarado reiteradamente; pues lejos de dar a conocer a sus lectores los hechos, con objetividad, presentan notas con un manejo manipulador y parcial de la información, desvirtuando la función del periodismo.
La SEP no será rehén de ningún tipo de intereses creados y no responde a presiones con objetivos poco claros, en esta dependencia se respeta el principio de legalidad en todo momento.
Por lo anterior, invito a su columnista a sostener jurídicamente que el titular de esta dependencia “no es un hombre que crea en la educación laica” como lo expresó en la columna o que presente pruebas de la autorización del texto de los libros por parte de la actual administración, aclarando que no se habla de la distribución de los mismos que si fue autorizada con base a los documentos avalados en 2009 y 2010 por la dependencia.
Finalmente, la SEP estatal busca contribuir a que no se susciten nuevas polémicas y en una muestra de total apertura y disposición a los principios de transparencia y de rendición de cuentas, se procedió para que en el futuro todo el material proveniente de donaciones por parte de fundaciones o agrupaciones de la sociedad civil, así como su dictamen, se ponga a disposición de los maestros en un banco de materiales de apoyo a la educación y se publiquen en la página de Internet oficial.
Agradezco su atención y la publicación de la presente en el espacio en que se difundió la columna en comento.
Atentamente,
“Sufragio efectivo. No reelección”
Puebla, Pue. a 3 de octubre de 2011
Lic. Libya M. Carrillo Romero
Enlace de Comunicación
Social de la SEP
Respuesta del columnista
Señor director, respecto a la carta que envió la Secretaría de Educación Pública (SEP) para inconformarse con el contenido de la columna “Cuitlatlán” del lunes pasado, y en general al manejo informativo que La Jornada de Oriente ha dado al tema de la distribución entre docentes poblanos por parte de la SEP de textos basados en las obras de Lafayette Ronald Hubbard, el creador de la iglesia de la cienciología o dianética, es necesario responder que no aporta nada para esclarecer cuáles fueron las causas que llevaron a esta dependencia a repartir el material en cuestión, y las pruebas que presenta no son suficientes para eximir a las actuales autoridades educativas, encabezadas por Luis Maldonado Venegas.
En el orden con que la SEP intenta refutar al columnista, le respondo a cada uno de sus señalamientos:
1. En los puntos 1 y 4 de la misiva la SEP, por enésima vez, señala que los libros Camino a la felicidad y Aprendiendo a aprender, que editó la organización estadounidense Applied Scholastics, no tienen contenido religioso ni la Secretaría de Educación Pública tiene la intención de difundir la dianética.
Existe una amplia documentación, no reciente, sino de por lo menos hace dos décadas, en Estados Unidos, Europa y México, que lleva a considerar a la dianética como una secta religiosa. Bernardo Barranco, quien preside el Centro de Estudios de las Religiones en México, ya ha explicado que la dianética es una organización que en el país está registrada como asociación civil, pero en el extranjero es una agrupación religiosa, y que en todos lados persigue implantar su culto a través de cursos de superación personal, similares a los que se distribuyeron entre los docentes poblanos.
El examen que se ha hecho en diversas investigaciones periodísticas es que Applied Scholastics es una agrupación supuestamente dedicada a temas educativos, pero que en realidad sirve para involucrar a políticos mexicanos en las creencias de la dianética.
Además, si se parte de que Lafayette Ronald Hubbard sostenía que él era un alienígena con 350 años de vida y que creía que el planeta Tierra fue creado por extraterrestres, resulta desconcertante que la SEP permita la difusión entre docentes de material de dicho autor, que no tiene nada que ver con criterios académicos, pedagógicos o de salud pública. Y en el libro Camino a la felicidad se habla de criterios morales –sobre la infidelidad a la pareja sexual y otros temas similares–, que son base de cualquier creencia religiosa. Sin contar que en ese mismo texto se afirma que el hombre sin fe –que es una virtud teologal– tiende a ser “infeliz”, lo que da a entender que una recomendación central es pertenecer a un culto religioso.
Y si Ronald Hubbard es el creador de la dianética y la SEP repartió sus libros entre maestros, a través de las Coordinaciones Regionales de Educación, queda claro que esta dependencia quiere difundir el pensamiento del creador de la iglesia de la cienciología.
En el punto 1 se refuta que Luis Maldonado sea parte de una secta o de la cienciología. Sobre ese punto no hay datos para sostener que el titular de la SEP sea parte de ese culto religioso, pero lo que se comentó en la columna es una reflexión como resultado de que el funcionario no acaba de aclarar por qué permitió la entrega de los libros en cuestión, ya que habiendo tantos expertos en pedagogía en Iberoamérica no es explicable por qué se recurrió a las obras de Hubbard, que ha sido un personaje objeto de muchos cuestionamientos por expertos en temas religiosos y educativos.
2. En los puntos 2 y 5 de la carta la SEP insiste en dos versiones que ha difundido desde que estalló el escándalo de la dianética en escuelas poblanas: que los textos se repartieron por la intervención de Marinela Servitje, la hija del dueño de la empresa Bimbo, y que la sección 23 del SNTE y las anteriores autoridades de la SEP –encabezadas por Darío Carmona García– realizaron proyectos con la asociación Entiende Más, Logra Más, la que es la que distribuyó los libros.
Esta es la parte más importante de la carta, porque la SEP, para sostener su dicho, envió tres documentos para supuestamente demostrar que la Comisión de Escalafón del SNTE 23 y las autoridades educativas del sexenio de Mario Marín fueran las que autorizaron la distribución de los libros basados en las obras de Hubbard, y que por tanto Luis Maldonado es ajeno al tema. Después de un análisis de los documentos se llega a la conclusión de que estos papeles no sostienen la versión que ofrece la Secretaría de Educación Pública.
Vayamos por partes. El documento 1 que mandó la SEP es un oficio que, en septiembre de 2010, emitió Mirella Tejeda Rodríguez, quien entonces era la coordinadora Estatal de Formación Continua, a la presidente de la Comisión Estatal Mixta de Escalafón, que presidía Graciela Suárez Gastélum –quien es integrante del SNTE 23– para que otorgue el puntaje a un grupo de maestros que acudieron a un taller de 7 horas llamado “Herramientas Educativas de Entiende Más, Logra Más”, que impartieron miembros de Applied Scholastics.
En el documento 2, Graciela Suárez le dice a Mirella Tejeda que se otorgará el puntaje a los profesores que acudieron al curso.
Qué se desprende de la lectura de esos oficios: que en ninguna parte el SNTE 23 autoriza que se distribuyan los libros basados en el pensamiento de Hubbard. Y es importante anotar que la Comisión de Escalafón del sindicato no tiene nada que ver con cuestiones de contenidos académicos o pedagógicos. Sólo otorga puntajes a maestros que buscan ascender en su condición laboral con base en los talleres o cursos que imparte la SEP, la cual es responsable del contenido y la calidad de los mismos.
El documento 3 es un dictamen de los integrantes del Consejo Dictaminador de la Oferta de Formación Continúa de la SEP, que en noviembre de 2010 estaba encabezada por Irmin Ochoa, Mercedes Moreno, Mirella Tejeda, Magdalena Ibarra y Genoveva García Coca, en el que determinó que el “Taller de Tecnología de Estudio de Applied Scholastics Internacional” contiene elementos teóricos–metodológicos suficientes para promover la profesionalización del personal docente. Y luego se menciona que habrá cursos de la Fundación Entiende Más, Logra Más, y que los asistentes podrán obtener 3.1920 puntos que otorga la Comisión de Escalafón del SNTE 23.
En ninguna parte se habla de que como resultado de ese dictamen se deben entregar los libros de Hubbard en las escuelas poblanas.
Por tanto, estos documentos no eximen a Luis Maldonado de la distribución de los libros en cuestión, ya que, de acuerdo con el orden institucional que actualmente priva, solamente el titular de la SEP estatal o federal puede autorizar la entrega de algún tipo de material en los planteles oficiales.
Únicamente durante el sexenio de Manuel Bartlett existió una instancia llamada Consejo Estatal Técnico de Educación, que podía proponer y hasta exigir la introducción de un contenido didáctico o pedagógico a las escuelas. Dicho órgano desapareció a principios del sexenio pasado. Ahora esa función solamente recae en el secretario de Educación.
En el supuesto de que Darío Carmona García haya dejado programada la entrega de los libros de Hubbard, era una obligación de Luis Maldonado verificar el contenido y la calidad de los textos.
Sobre la participación de Marinela Servitje, la SEP no aclara si la empresaria intervino a favor da la Fundación Entiende Más, Logra Más con los funcionarios del anterior o del presente sexenio; es decir, sigue sembrando datos imprecisos.
Ya por última, me emplazan a que demuestre que Luis Maldonado no es un hombre que no cree en la educación laica. Creo que todo lo que he mencionado en este texto avala la crítica que hice al titular de la SEP.
Atentamente
Fermín Alejandro García
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