lo demás es instrucción… Muy buena frase la que el usuario de twitter y amigo Mitsuo (@biscuitsuzuki) usó para describir una sensación de frustración que manejo durante la semana. Para los que no sepan llevo dando clases desde hace 6 años desde nivel secundaria hasta universidad, actividad que en verdad me nutre mucho y me mantiene de alguna manera actualizada gracias al acercamiento de nuevos contenidos y que mis alumnos, aunque no lo parezca realmente me ponen a investigar cuando quedan ciertas dudas sobre algún tema. Lo cual en verdad me enriquece mucho.
Después de esta introducción me permito explicar el porqué de este título tan áspero para mi artículo.
Todos los que me conocen personalmente saben que más que un trabajo, dar clases lo considero un hobby, es algo que hago con mucho gusto. A través de los años me he dado cuenta como radicalmente cada generación de estudiante va mutando, adoptando modas y características únicas que los hace diametralmente diferentes unas de otras; bueno, todo este proceso parece muy normal, pero el caso es que he notado algo completamente alarmante, es un fenómeno que se viene presentando en escuelas de todos los niveles, desde las públicas hasta las escuelas de más renombre y tradición en la Ciudad de Querétaro y esto último, comprobado con pláticas entre mis demás compañeros maestros; los padres tienen completamente abandonados a su suerte a sus hijos; son completos desconocidos aunque vivan bajo el mismo techo y coman en la misma mesa.
Con la crisis que sufre el País, papá y mamá tienen la necesidad de salir a trabajar y algunas veces tienen más de un empleo, por lo que los hijos quedan solos en casa con la supuesta responsabilidad de solo estudiar, supuesto que no es logrado… o tal vez si… pero también hacen otras cosas; se acompañan de la computadora, la televisión, los juegos de video y en los peores casos, salen a la calle a tomar y fumar, drogarse, buscar o causar problemas; ¿Sabían que Querétaro es el estado con mayor porcentaje de menores de edad alcohólicos? Yo misma he vivido dos experiencias de frente; el primero con un alumno de 3° año de preparatoria con principios de cirrosis y en este año escolar puedo hablarles de alumnos con problemas de dientes y para respirar derivado por la cantidad de cigarros que fuman al día… en estos dos casos los alumnos no habían cumplido los 18 años.
También he dado clases en escuelas de “alto nivel de instrucción moral” y de “excelencia” con esta puedo decirles que el panorama es casi el mismo, alumnos que traen los bolsillos llenos, pero un alma vacía, y sin exagerar, tuve alumnos que tenían que checar con la secretaría de sus papás para poder saber cuándo los iban a ver, niños que han sido criados por los choferes, amas de llaves y niñeras; es algo que resulta verdaderamente triste.
Ambos ejemplos terminan en el punto que quiero expresar: Papá y Mamá están inmersos en un mundo de horarios, trabajo, estirar el gasto, buscar ofertas, que se olvidan del porqué están luchando tanto… sus hijos. Esto lo vemos reflejado cuándo en las escuelas hacemos reuniones con los padres de familia, cada vez hay menos asistentes a estas juntas. A muchos no les da tiempo, pero a otra buena parte simplemente no les interesa. Hace unos años tuve un conflicto con un padre de familia que intentó argumentarse diciendo “Para eso lo mando a la escuela, para que me lo eduquen…”-a lo que respondí “¿…PARA QUE ME LO EDUQUEN?”… no se equivoquen papás; somos un equipo entre las escuelas, los maestros y ustedes, nosotros hacemos nuestra parte, pero ustedes también deben hacer la suya.
La reforma educativa marca la idea anterior; pero las autoridades en la Secretaría de Educación ya no encuentran métodos o estrategias que aplicar para frenar el bajo aprovechamiento que los alumnos están teniendo, me han tocado dos cambios de planes de estudio, cada año nos cambian la planeación de clase, y en este ciclo escolar la SEP piensa que la culpa es de los maestros y que para evitar esto tenemos que crear más evidencias de lo visto en clase, ¿Qué es eso? Bueno existe un portafolio de evidencias que es de los alumnos, este conforma todos los trabajos y tareas que realizó cada estudiante en la clase, pero ahora debemos crear un portafolio de evidencias de maestros que es una manera de demostrar que nosotros les dimos ese tema a los alumnos y va desde llevar un archivo con fotos, video, audio de algunas clases…. Más cumplir con todo el demás papeleo que es: llevar la lista de asistencias, entregar a la SEP una planeación de cada tema donde menciono como lo voy a decir y que material voy a usar, redactar guías, exámenes, realizar proyectos finales, etc.
En un principio puede sonar muy lógico y nada extraordinario, con el tiempo muchos maestro ya lo tenemos dominado, pero los maestros que yo llamo “de la vieja escuela” les cuesta algo de trabajo, y de cualquier manera, si multiplicamos este trabajo por 2, 3 y conozco de maestros que dan de 4 a 5 materias… es una tarea titánica, no importa que tan experto seas; y ahora la SEP ha pedido que se evalúe el desempeño docente basándose en cumplir con TODO lo anterior.
Yo me pregunto ¿Qué tiempo nos queda como maestros para realmente dedicarnos a los alumnos? Créanme señores que en vez de eficientar el proceso educativo, nos están volviendo unos verdaderos burócratas a todos los maestros, yo paso más tiempo sentada cumpliendo con el papeleo que en el aula con mis alumnos.
Este es un resumen de una táctica desesperada, han desaparecido materias como el civismo e historia y volviéndolas a revivir con distintos nombres, no entiendo, porque… el conocimiento básico siempre será el mismo… los maestros hemos cambiado de técnicas de enseñanza pero las tablas de multiplicar siempre serán las mismas, siempre la historia de México contendrá los mismos tópicos… el cantar el himno nacional siempre representará lo mismo, aunque cada vez los alumnos se sientan más “avergonzados” de su patria y dejen de cantarlo en muchas escuelas.
Pruebas PISA, prueba ENLACE, van y vienen y muchas instituciones encuentran la manera de hacer trampa.
Yo no puedo enseñarles a mis alumnos que luchen por salir adelante, que deben sacar la casta por el suelo que están pisando, que son importantes para el futuro de una sociedad, ¿Cómo puedo enseñarles que crean en sí mismos?; si en casa, ellos se dan cuenta que son lo menos importante o la última prioridad. ¿Cómo puedo llamarle la atención a un alumno que en su casa nunca ha tenido límites?, ¿Cómo puedo enseñarles responsabilidad, si en casa ni siquiera se preocupan por asistir a una junta informativa? Y lo más importante ¿Cómo enseñarle respeto a un alumno que no es respetado en su propio hogar?… a pesar de todo, yo creo que si se puede; por eso somos maestros; y si siguen dejando solos a los jóvenes, nos costará cada vez más trabajo.
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