Hacia finales de la década de los 80 se firma el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1993. Para estos años se hace una consulta amplia que permitió identificar los principales problemas educativos del país, precisar las prioridades y definir estrategias para su atención.El Programa para la Modernización Educativa 1989-1994, resultado de esta etapa de consulta, estableció como prioridad la renovación de los contenidos y los métodos de enseñanza, el mejoramiento de la formación de maestros además la articulación de los niveles educativos que conforman la educación básica.
Para marzo de 1990 se reúnen, en Jomtien, Tailandia, 1500 participantes. Delegados de 155 Estados, sobretodo autoridades nacionales y especialistas de la educación y de otros sectores importantes, además de los funcionarios y especialistas que participaron en calidad de representantes de unos 20 organismos intergubernamentales y de 150 organizaciones no gubernamentales. Examinaron en 48 mesas redondas y en sesión plenaria los principales aspectos de la Educación para Todos. Dando como resultado la “Declaración Mundial Sobre Educación Para Todos” y “Marco de Acción para satisfacer las Necesidades Básicas de Aprendizaje”.
Hacia ese mismo año fueron elaborados planes experimentales para la educación preescolar, primaria y secundaria, que dentro del programa denominado "Prueba Operativa" fueron aplicados en un número limitado de planteles, con el objeto de probar su pertinencia y viabilidad.
En ese sentido, para mayo de 1992 se suscribe el Acuerdo Nacional para la Modernización Educación Básica en el cual la Secretaría de Educación Pública inició la última etapa de la transformación de los planes y programas de estudio de la Educación Básica. Para ese mismo año, en noviembre, el Ejecutivo Federal presenta una iniciativa de reforma al artículo 3° Constitucional, para establecer la obligatoriedad de la Educación Secundaría. Al aprobarse la medida, el Gobierno adquiere el compromiso de realizar los cambios necesarios para establecer congruencia y continuidad entre los estudios de preescolar, primaria y secundaria.
A raíz de la firma del acuerdo anterior y de la reforma integral de la educación básica se establecen objetivos específicos de la enseñanza:
• Preescolar, que el niño domine:
o Su autonomía e identidad personal, requisitos indispensables para que progresivamente se reconozca en su identidad cultural y nacional.
o Formas sensibles de relación con la naturaleza que lo preparen para el cuidado de la vida en sus diversas manifestaciones.
o Su socialización a través del trabajo grupal y la cooperación con otros niños y adultos.
o Formas de expresión creativas a través del lenguaje, de su pensamiento y de su cuerpo, lo cual le permitirá adquirir aprendizajes formales.
o Un acercamiento sensible a los distintos campos del arte y la cultura, expresándose por medio de diversos materiales y téctincas.
• Primaria, asegurar que los niños:
o Adquieran y desarrollen las habilidades intelectuales.
o Adquieran los conocimientos fundamentales.
o Se formen éticamente.
o Desarrollen actitudes propicias para el aprecio y disfrute de las artes y del ejercicio físico y deportivo.
• Secundaria, que el estudiante consolide y desarrolle:
o Su competencia para utilizar el español.
o Ampliar y consolidar los conocimientos y habilidades matemáticas.
o Fortalecer la formación científica y superar los problemas de aprendizaje que se presentan en este campo.
o Profundizar y sistematizar la formación de los estudiantes en Historia, Geografía y Civismo.
o El aprendizaje de una lengua extranjera.
A raíz de los propósitos definidos en cada uno de los niveles educativos de Educación Básica, a partir de 1996 se impulsa una reforma en el marco del Programa de Transformación y Fortalecimiento y Actualización de las Escuelas Normales que pretendía dar sustento a las nuevas exigencias de los planes de estudio que se implementaron desde 1993. Recordando que la última versión de planes de estudios para educación fue en 1984 y éstos atendían exigencias para un plan de estudio anterior en la práctica docente.
En el Plan de estudios 1984 el modelo de profesor que pretendió formarse correspondió a un “nuevo” tipo de educador, con una desarrollada cultura científica y general, con una formación humanística específica para la docencia, es decir, se trató de formar un profesor con dominio de las técnicas didácticas, dotado de conocimientos de Psicología educativa y capacitado para el desarrollo de la investigación educativa. Haciendo de este docente un investigador educativo, objetivo plenamente acorde a los enfoque del plan de estudios para educación básica. El modelo de 1984 pretendía que los profesores graduados tuvieran un perfil de egreso, que eran los rasgos deseables para el nuevo docente:
• Incrementar permanentemente el acervo cultural que favorezca el desarrollo de su personalidad; amplíe su compresión acerca del hombre, la naturaleza y la sociedad y contribuya al logro de las finalidades expresadas en el artículo 3º Constitucional.
• Hacer de la práctica educativa y de su tarea docente un ejercicio sistemático, basado en la investigación educativa y en las aportaciones de la ciencia y latecnología.
Para 1996 se empieza a proyectar la reforma del Plan de Estudios para las diferentes licenciaturas en educación, retomando los objetivos generales de educación básica y modificando y ampliando los rasgos deseables en los docentes que estaban vigentes desde hacía más de 10 años. Los rasgos deseables se focalizaron en 5 aspectos generales dando lugar al Perfil de Egreso para el nuevo plan de estudios:
• Habilidades intelectuales específicas.
• Dominio de los contenidos de enseñanza.
• Competencias didácticas.
• Identidad profesional y ética.
• Capacidad de percepción y respuesta a las condiciones sociales del entorno de la escuela.
En el Plan de estudios 1997 se proponen las habilidades intelectuales específicas que pretenden que el futuro profesor comprenda el material escrito y se fomente en él el hábito por la lectura, valore críticamente lo que lee y lo utilice en su práctica profesional; también se establece que el profesor escriba correctamente y que desarrolle sus capacidades para la investigación científica además de que reflexione críticamente.
Estas habilidades son completamente necesarias en la formación de los profesores ya que en los niveles educativos anteriores al bachillerato estos procesos no se realizan con rigurosidad y al ingresar a la escuela normal, los estudiantes carecen de ellas y por esa situación no pueden comprender la teoría. Si tampoco en la escuela normal se les fomenta el desarrollo de las habilidades de pensamiento, por muy bien construidos que estén los currículum, los profesores no podrán mejorar su formación.
El resto de las exigencias que se hace a los profesores corresponde a competencias que, desde luego, también son necesarias, sin embargo, están más orientadas a lógica del mercado laboral. Por ejemplo, en el dominio de los contenidos de enseñanza con el cual se pretende el conocimiento de los propósitos, contenidos y enfoques del Plan de estudios de educación primaria. Asimismo, el aspecto de las Competencias didácticas, es decir, el cómo diseñar, organizar además de poner en práctica las estrategias y las actividades didácticas, corresponde, desde luego, más al cómo enseñar que al desarrollo de habilidades propiamente dichas. Todas estas acciones son de tipo instrumental, pues están enfocadas al desempeño como docente; a la promoción de actitudes y valores como confianza, autoestima, respeto, disciplina, creatividad, curiosidad, placer, etc., y a la aplicación de estrategias y formas de evaluación.
Con respecto a la identidad profesional y ética, los profesores deben hacer suyos los valores siguientes: respeto y aprecio a la dignidad humana, libertad, justicia, igualdad, democracia, solidaridad, tolerancia, honestidad y apego a la verdad, por consiguiente, deben ser promotores de los mismos valores entre sus alumnos.
La capacidad de percepción y respuesta a las condiciones sociales del entorno de la escuela corresponde al aprecio y respeto a la diversidad regional, social, cultural y étnica del país, así como al uso racional de los recursos naturales. No solamente se trata de que en el currículum se enuncien los buenos propósitos sino que se trabaje de manera seria yconsistente para lograrlos.
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1 comentario:
El presente artículo fue publicado el 11 de febrero de 2011 en el blog normalismo.org
Se publica en este blog, porque se considera que puede ser de interés de sus lectores.
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