Tome nota:
Si es usted derechohabiente del ISSSTEP, lo que sigue a continuación le interesará.
Ayer por la noche, cuando el relog marcaba las 19:00 horas, Roberto Rivero Trewartha informaba al sindicato de burócratas los términos en los que será presentada la Reforma a la Ley de esa institución de seguridad social.
En la sede de esa representación gremial, el director general del ISSSTEP, que se hizo acompañar por su subdirector general de Prestaciones Económicas y Sociales, Félix Federico Palma Valdés, describió primero la situación de crisis en que se encuentra la institución para señalar después las principales modificaciones que se sugieren.
Como tenía que ser, dibujó un panorama desolador para rematar con la apasionada solicitud: "¡Salvemos al Instituto!"
Según lo dicho por Trewartha ante ese sindicato, el ISSSTEP enfrenta un déficit de 946 millones de pesos, con todo lo negativo en atención a pacientes y el pago de jubilaciones que ello implica.
De concretarse la reforma a la Ley como el Poder Ejecutivo las plantea, el déficit iría reduciéndose año con año para llegar a sólo 298 millones de pesos al término del sexenio de Rafael Moreno Valle Rosas.
Esa es la meta y el objetivo de los cambios a la Ley, según su director general.
¿Qué es lo que propone?
Ahí le va:
Subir el 9 por ciento las cuotas y aportaciones que se hacen al instituto, que quedarían en 39 por ciento con relación al salario de los trabajadores
Esas aportaciones equivales hoy al 30 por ciento, y se reparten de la siguiente manera: el gobierno (en este caso el patrón) da 20.5, mientras que el trabajador aporta 9.5 por ciento.
Si la iniciativa morenovallista se aprueba en el Congreso, tal como seguramente ocurrirá, el gobierno aportaría 25.5 por ciento y los trabajadores 13.5 por ciento, con la puntualización de que éstos la incrementarían de manera gradual, de a medio punto porcentual por año.
Ésa es un buena noticia.
En el tema de las jubilaciones, Rivero Trewartha explicó que se pretende autorizar el retiro de los trabajadores hombres cuando cumplan 30 años de servicio y tengan al menos 65 años de edad. Para el caso de las trabajadoras mujeres sería igual en el rubro de antiguedad: 30 años, pero se les daría oportunidad de retirarse una vez que cumplan la edad de 57 años.
La Ley vigente permite las jubilaciones a partir de los 30 años de servicio en los hombres y de 27 en las mujeres, sin importar la edad.
En este caso en particular, la reforma aplicaría sólo para personal de nuevo ingreso.
Roberto Rivero y Félix Federico Palma aguantaron y contestaron cerca de 40 preguntas lanzadas al azar por los delegados sindicales de Héctor Pozadas Manzano.
Unos manifestaron su inconformidad por el servicio que presta la institución desde hace algunos meses. Medicamentos de baja calidad y malos tratos fueron la constante.
Otros recordaron la última reforma a la Ley, realizada en 2003, de la que también se dijo que era necesaria y urgente para sanear las finanzas.
A todo contestó el director general.
Prometió mejorar las condiciones, claro, pero sólo a partir de la reforma para la cual estaba ahí, presente, pidiendo el apoyo.
En medio de la cascada de explicaciones, el director general del ISSSTEP dió a conocer la composición de las aportaciones generales que recibe ese organismo.
Al magisterio le toca el 54 por ciento, con 30 mil 422 profesores.
A los burócratas, el 26 por ciento, con 14 mil 853 empleados.
A los organismos descentralizados, 20 por ciento, con 11 mil 500 trabajadores.
Antes de abandonar la sede sindical ubicada en la colonia Maravillas, al norte de la ciudad, Trewartha compartió con los burócratas que la iniciativa de reforma, formal, será enviada al Congreso el jueves 1 de diciembre. Y aseguró que será votada (y aprobada) el 15 del mismo mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario