El SNTE en la
transición democrática de México
Luis Hernández Montalvo
El termómetro; en un crucero de las
calles de la ciudad de Chihuahua, registra siete grados centígrados en la
temperatura ambiente.
En un callejón oscuro los
miembros del Comité Nacional Electoral aguardan en el interior de un autobús
urbano las indicaciones de los operadores políticos de la maestra Elba Esther
Gordillo Morales, Presidente del Comité Nacional de Acción Política, en
representación del PRI.
Este largo peregrinar de los
delegados del IV Congreso Nacional Extraordinario del SNTE que está por iniciarse,
empezó la mañana de aquel 13 de diciembre del 2000; cuando el Presidente de la
República recientemente electo Vicente Fox inauguraba los trabajos del Congreso
en medio de una generalizada rechifla de los delegados “institucionales”.
Los delegados en su totalidad
militan en el PRI y se sienten ofendidos con la presencia de un Presidente que
acaba de derrotarlos en las urnas de las elecciones de julio.
La maestra intenta llamar al
orden, pero recibe como respuesta una reacción de indignación y una nueva
rechifla cimbra el salón del hotel.
Los síntomas no son buenos y pone
en alerta a los miembros de la élite dirigente que de inmediato se reúnen en el
más absoluto secreto, previo decreto de un receso de los trabajos del Congreso.
Así pasan las horas sin que
exista algún llamamiento a reanudar los trabajos; mientras tanto, el día
trascurre con el registro de delegados y credencialización, se declara la
instalación del Congreso, el tiempo se hace largo mientras la incertidumbre de
los delegados va en aumento. Las delegaciones de la CNTE aún no llegan, los de la Sección 22 de Oaxaca, la Sección 9 del
Distrito Federal y los de las secciones de Chiapas, Michoacán, entre otros
estados.
Por la tarde, después de la hora
de comida, se reciben las primeras indicaciones. Los delegados no deben
abandonar sus cuartos a partir de ese momento y deben esperar las siguientes
indicaciones. Las órdenes son transmitidas por los secretarios generales
seccionales y por los presidentes de comisión.
Varios delegados no respetan las
instrucciones y por la tarde salen de compras a la ciudad, otros se van a
divertir a los bares y centros nocturnos pero a partir de las diez de la noche,
los delegados son transportados en autobuses urbanos a diferentes destinos de
la ciudad en el más absoluto sigilo; el frio es insoportable y cala los huesos,
se mueven de un lugar a otro con el apoyo de los primeros teléfonos celulares
que ya para entonces circulan en el mercado de los políticos.
A las 12 de la noche, los
autobuses empiezan a circular, de las sombras de la noche, de los callejones
los delegados parecen estar a punto de protagonizar la más complicada aventura política
en el Sindicato; las calles han quedado desiertas, apenas uno que otro
transporte urbano conduce a las obreras a las casas de maquila.
Patrullas del estado y
coches particulares conducen el convoy a
un lugar incierto, siempre cerciorándose de que no son seguidos por los
delegados de la CNTE. La temperatura registrada en los termómetros sigue
disminuyendo.
Después de más de dos horas de
viaje, por fin llegan a una pequeña población al norte de la ciudad de
Chihuahua, son las tres de la mañana, los delegados vienen literalmente
congelados, uno que otro lugareño los observa con incredulidad y asombro.
En un auditorio ejidal con cancha de básquet
ball, los delegados se acomodan en las gradas, tratan de juntar sus cuerpos
para protegerse del intenso frio que ya debe estar en los cero grados
centígrados; a varios no les dio tiempo de sacar una chamarra o una prenda más
abrigadora.
Los delegados están desvelados,
indignados padeciendo frio, en la puerta de acceso; se agolpan, se empujan,
lanzan maldiciones, gritan y entre tanto; los trabajos del congreso continúan
en medio de la confusión y el caos, se dictaminan comisiones y el proceso de
credencialización en medio de la incomodidad y el cansancio.
Conforme pasan los minutos y las
horas, se designan a un secretario y dos escrutadores, nadie recuerda si en
algún momento se leyó el acta del último congreso, y si se aprobó el informe
del Comité Ejecutivo Nacional saliente y el informe del movimiento de fondos de
la secretaría de finanzas.
En este evento sindical, se marca un profundo
retroceso de la legalidad del sindicato escrita en los estatutos vigentes en aquellos
días.
Mientras los trabajos continúan,
en la ciudad de Chihuahua han quedado cientos de delegados “democráticos e
institucionales” que no se enteraron de las maniobras de los líderes
hegemónicos que secuestraron el IV Congreso Nacional Extraordinario del SNTE.
Tras una cortina de tela sucia y
rota, la maestra y sus operadores negocian la designación del nuevo secretario
general del SNTE y la integración del nuevo Comité Ejecutivo Nacional; pasan
las horas, el tiempo cobra un especial interés en los planes de Elba Esther
Gordillo, por las caras de los negociadores, indica que las negociaciones en el
reparto de puestos no es muy tersa, indica que hay dificultades, desde un
rincón sucio y oliendo a orines, se reparten cargos sindicales, se prometen
cargos de elección popular y una nueva realidad está por construirse con un
Presidente de la República que no es del PRI, que la debilidad se convierte en
oportunidad para una nueva alianza política de los líderes del SNTE con el
poder político emergente.
Cuando los gallos de la población
anuncian la luz de un nuevo día, los delegados están desgastados y desvelados,
en este momento se inicia la votación que de acuerdo a los estatutos, debe ser
mediante voto directo y secreto, se entregan los votos a los delegados, se
improvisan las urnas y el proceso no puede ser más accidentado, todo rasgo de
legalidad es desterrado, se producen empujones y hay violencia que es superada
por los secretarios generales seccionales; luego, vendrá el conteo de los
votos, voto por voto, en medio de la irritación de los delegados, proceso que
se prolonga hasta las once horas del día 14 de diciembre, cuando se clausuran
los trabajos del IV Congreso Nacional Extraordinario del SNTE, en el que es
electo Secretario General el profesor Rafael Ochoa Guzmán. ¿En qué momento se
abordaron los asuntos relacionados con el temario propuesto en la convocatoria?
Al término del IV Congreso, los delegados abandonan la población ejidal con la
expresión corporal de un ejército derrotado.
Los líderes del SNTE jamás
imaginaron que la alternancia del poder político en el país les iba a reportar
jugosas ganancias políticas y económicas. Elba Esther Gordillo establece una
alianza estratégica para impulsar las reformas que el nuevo presidente se
propone para gobernar el país y entre las reformas se encuentra la que tiene
relación con el gremio, la educación pública. Así surge una movilización social
para la modernización de la educación básica.
Rafael Ochoa debió haber
concluido su gestión en diciembre de 2003, pero con la nueva administración, se
abandonaron; no solo las reglas escritas en el sindicato, sino incluso, los
gestos elementales de la democracia interna y de esa manera, prolongó su
mandato hasta el mes de marzo de 2004.
En el contexto del V Congreso
Nacional Extraordinario celebrado en la población de Tonatico, estado de México,
Rafael Ochoa es reelecto por un nuevo periodo; de marzo de 2004, hasta marzo de
2008; en este ambiente, la maestra Elba Esther Gordillo se proclama Presidente
del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE y en este proceso de descomposición y de
ilegalidad, cuenta con el apoyo de la Suprema Corte de Justicia, quien
determina que la reelección sindical no está prohibida.
Ahora las nuevas prácticas
sindicales van camino a la involución, para justificar la legalidad del Nuevo
CEN del SNTE, se crean las nuevas figuras del máximo órgano del CEN del SNTE:
la de Secretario General, ahora cambia
por la de Presidente y surge la de Secretario General Ejecutivo. El cargo
máximo lo presidirá la señora Elba Esther Gordillo y el de Secretario General
Ejecutivo Rafael Ochoa Guzmán y en esta carrera de ilegalidad y de ambiciones
personales, el XXIII Consejo Nacional de Rosarito BC; celebrado el 7 de julio
de 2007; declara Presidente vitalicia a Elba Esther Gordillo, reviviendo los
viejos sueños de poder absoluto de su antecesor el profesor Carlos Jonguitud
Barrios. (27-08-2012).
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