¿QUIÉN EDUCA? ¿QUIÉN FORMA? ¿QUIÉN
INSTRUYE?
¿QUIÉN ADIESTRA? ¿QUIÉN ORIENTA? . . . ¿A QUIÉN O
A QUIÉNES?
¡CUÁNTO LÍO!
En nuestra educación
también le hemos dado la
espalda a la comunidad y
sus virtudes.
Es tiempo de revertir este
proceso de desarticulación,
desintegración y
desapropiación educativas, considerando
el Nuevo Proyecto
Histórico de las Mayorías.
La educación se ha
tornado muy complicada. En una escuela requerimos maestros, orientadores,
trabajadores sociales, médicos, psicólogos, instructores, etc. etc. Además,
personal directivo, administrativo, de intendencia, de mantenimiento, en fin
todo un ejército de especialistas.
La pregunta es
¿realmente son necesarios tantos especialistas para llevar a cabo el ejercicio
de educar? Porque educar es un acto eminentemente práctico, es a fin de cuentas
un ejercicio.
En las comunidades
de nuestro país todavía existe el Consejo del Pueblo, y son ellos quienes en
Asamblea General, integrada por niños, jóvenes, adultos y ancianos de los dos
géneros, resuelven todo tipo de problemas de los individuos de la comunidad y de
la comunidad misma, sin necesidad de ningún especialista. Muchos de nosotros,
gente común como cualquiera, hemos dado y seguimos dando la espalda a la
Comunidad.
Por otro lado y
bajo este enfoque educativo desarticulado, desintegrado y desapropiado, ¿todas
las escuelas de educación básica, preescolar, primaria y secundaria, cuentan con
todo el personal especializado? La respuesta en negativa. Ninguna escuela cuenta
con todos los especialistas requeridos de acuerdo con este enfoque
educativo.
Consecuentemente
con esta manera de educar, los maestros nos negamos a recibir a niños o jóvenes
con discapacidad porque nadie está especializado para atender esos casos, y si
el caso es muy específico, la negativa para atenderlo tiene todavía mas
fundamento.
Nos explicamos: En
cierta escuela trabajaba un especialista en discapacitados de audición, y se
inscribió a un ciego. El especialista simplemente estalló en cólera cuando el
director le pidió atender al alumno ciego y nunca lo atendió. Así están las
cosas.
“Zapatero a tus
zapatos” nos dice un refrán muy gastado y se refiere a hacer solamente una cosa.
Sin embargo en los hechos hay infinidad de casos en los cuales una o dos
personas atienden todos los procesos de un taller o una panadería, etc.
En el campo
mexicano, todavía hay escuelas en las cuales un solo maestro atiende a todos los
alumnos de todos los grados. Y lo mas sorprendente, existe esta experiencia en
países europeos como Francia. Y todavía mas descabellado ¡tienen
éxito!
Entonces ¿en dónde
radica el problema?
Desde nuestro punto
de vista el problema radica en la desarticulación, la desintegración y
desapropiación de los integrantes de la comunidad.
Con todo este
argumento de ninguna manera pretendemos negar el avance de la ciencia y su
aplicación tecnológica. La especialización es necesaria sobre todo para el
avance y mantenimiento del sistema crematístico en el cual vivimos desde hace 5
mil años. Sin embargo, para la construcción de una nueva sociedad, es
imprescindible la articulación, la integración y la apropiación
comunitaria.
La construcción de
un nuevo sistema social, requiere de la participación de todos los seres humanos
convencidos de luchar por la transformación social. Incluimos a todos:
especialistas o sin especialidad alguna, sencillamente a los seres humanos
convencidos de ser y actuar como vanguardia, en la lucha por la transformarnos y
transformar la sociedad.
El problema en la
educación es, como lo hemos planteado reiteradamente:
a) Articularnos con
acciones encaminadas a movernos en una sola dirección, a la manera como un
equipo de remeros articula sus esfuerzos para hacer avanzar la embarcación, o
como todos los jugadores de un equipo de fútbol, articulan sus esfuerzos para
atacar o defender al unísono. Y mas claramente cuando un conjunto de músicos
recrean una obra musical.
b) Integrarnos con
todas nuestras cualidades, a un todo, a un equipo educativo. A la manera como
nuestro cuerpo humano integra a todos nuestros órganos y miembros en una sola
persona. O como un equipo de agricultores o albañiles se integran en un cuerpo
de trabajo para sembrar y cosechar alimentos o construir una edificación. Y mas
claro, cuando todos los integrantes del pueblo responden a la pregunta de quien
mató al comendador, ¡Fuente Ovejuna señor!, y
c) Apropiarnos de
nuestra territorialidad, a la manera como las comunidades defienden sus recursos
naturales, como los casos de Atenco, Cheran, etc., para aplicar los
conocimientos aprendidos durante nuestro ejercicio educativo.
Nuestra nueva
educación en transformación y transformada, requiere de apoyarnos en nuestras
capacidades y resolver la problemática educativa atendiendo los problemas de la
comunidad. Los problemas de otras comunidades, incluso de otras regiones o
países, nunca debe distraer nuestra atención a ejercitar nuestra educación en la
aplicación de nuestros conocimientos para la resolución de nuestra problemática
comunitaria.
Si tenemos resuelto
hacia donde dirigir nuestro ejercicio de educar, las respuestas a quienes
educan, forman, instruyen, adiestran, etc. y a quién o a quiénes se aplican
estas formas educativas, se resuelven con especialistas o sin ellos, simplemente
con gente capaz de poner énfasis en la articulación, integración y apropiación
comunitaria de las cuatro relaciones básicas de toda sociedad de acuerdo
con el Nuevo Proyecto Histórico de las Mayorías:
a) La
Económica con nuestro intercambio equitativo de necesidades, sin
Economía Nacional.
b) La
Política con nuestra democracia participativa y directa, sin Estado
Clasista
c) La
Cultural con nuestras nuevas estructuras organizacionales sin
verticalismos, rigideces, ni unilateralidad, atendiendo sobre todo el despliegue
natural de todas las manifestaciones de cada comunidad.
d) La defensa
de las mayorías, atendiendo nuestra defensa de nuestros intereses
comunitarios con normas convencionales, policía comunitaria y tribunales
comunitarios.
Nuestra nueva
educación forma parte de nuestra transformación y la expresamos en la
construcción de los nuevos ayuntamientos populares, de las nuevas cooperativas y
de los nuevos consejos de transformación educativa.
En esta dirección
de acciones, iniciamos ya desde los barrios, las colonias, los pueblos, las
comunidades, las unidades habitacionales, etc. es decir, desde las bases,
nuestra nueva práctica y educación en las nuevas cooperativas para articularnos,
integrarnos y apropiarnos a nuestras empresas ejidales, comunales, familiares,
pequeñas y medianas empresas y empresas nacionales, con nuestra acción fraterna
y con nuestros proyectos sostenibles o sustentables, atendiendo la construcción
de nuestro nuevo poder transformador, expresado en lo económico, político,
cultural y defensa de las mayorías, de manera concéntrica, equitativa y
simultánea.
La educación dejará
de considerarse un lío y se constituirá en un valioso ejercicio de nuestra
articulación, integración y apropiación.
19 de agosto de
2012
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