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lunes, 11 de febrero de 2013

¿Por la escuela pública? Luis Hernández Montalvo


¿Por la Escuela Pública?

Luis Hernández Montalvo

La Presidenta del Consejo General Sindical para el fortalecimiento de la Educación Pública; la señora Elba Esther Gordillo y los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), han iniciado una “Jornada Nacional Por la Escuela Pública”.

Esta Jornada pretende involucrar a las maestras y a los maestros afiliados al SNTE; pero también, a los padres de los estudiantes. La presentación de la Jornada parte de una explicación de lo que suponen es el contexto en el que se dan las reformas a los Artículos 3º y 73 de la Constitución de la República. Dicen los líderes del SNTE que: “… gobierno e iniciativa privada iniciaron la pulverización del normalismo rural”.

¿Se refieren acaso a la clausura de las catorce Escuelas Normales Rurales en 1968? ¿Al despojo de sus tierras de cultivo y al abandono de los planes de estudio específicos para la formación de los maestros que trabajan en el medio rural? ¿Acaso piensan en la entronización de la corrupción del Sindicato en estas venerables instituciones?

¿Tal vez asumen la autocrítica en lo que se refiere al control y venta de las plazas de los docentes y directivos sin tomar en cuenta los perfiles de los docentes que requerían las Escuelas Normales Rurales? ¿En dónde estaba la fuerza moral y numérica del Sindicato cuando se inició la pulverización de las Escuelas Normales Rurales?

Si los líderes del SNTE son sinceros; entonces queremos que nos expliquen ¿Por qué no hicieron nada frente a la desarticulación entre el normalismo y la realidad educativa que dicen se inició a finales del siglo XX? El SNTE critica la privatización de la Educación Superior; pero guarda silencio para señalar que varios de esos privatizadores son miembros del cuerpo dirigente del sindicato, aprovechando el control burocrático de las administraciones locales. ¿Cuántas universidades y escuelas normales privadas han sido escrituradas como propiedad de los líderes sindicales?

Los líderes sindicales cuestionan la “…salvaje visión del modelo neoliberal el Siglo XXI”, pero se olvidan mencionar que su presidenta llegó a la dirección del SNTE, producto de”… esta salvaje visión neoliberal en 1989; que los líderes han apoyado a los gobiernos de los últimos 23 años; en donde la educación es vista como “economía de mercado”.

¿El sindicato de los educadores mexicanos no fue sensible para ver “…las concesiones desordenadas a la escuela privada en todos los niveles?

Queremos preguntarle al Sindicato ¿Cuándo los maestros y los padres de familia y los alumnos, han sido actores en la conducción de la educación pública en México?

El SNTE se queja del ataque despiadado de la iniciativa privada nacional e internacional, que presionan a los gobiernos e iniciando así, ataque frontal al movimiento sindical; pero no dicen nada de que los líderes del SNTE le dejaron el foro libre a Claudio X. Gonzáles líder de “Mexicanos Primero” en el 5º Congreso Nacional de Educación para atacar a las escuelas normales; un foro que debió haber sido para los maestros.

El cinismo de los dirigentes sindicales no tiene límites. En la Jornada se coloca un apartado en el que se hace un recuento de los “compromisos” delos líderes con los gobiernos en los últimos 23 años. En primer lugar hacen mención del derrocamiento y sustitución del también líder vitalicio Carlos Jonguitud Barrios en 1989 a lo que llaman eufemísticamente “Reforma estructural y política del SNTE”. Los profesores que tenemos una pizca de memoria sabemos que en 1989, el entonces Presidente de la República Carlos Salinas de Gortari, destituyó a Jonguitud Barrios, para imponer un nuevo cacicazgo en la persona de la señora Elba Esther Gordillo.

En 1992 la Secretaria General del SNTE firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica sin cuestionarlo y sin demandar el cumplimiento posterior de los compromisos de dicho Acuerdo; sobre todo en lo referente a la llamada revalorización de la función docente y al  “salario profesional”.

La presidenta del SNTE también es responsable de la firma acrítica y sin contenido alguno del “Compromiso Social por la Calidad de la Educación” en 2002, durante el sexenio de Vicente Fox; periodo en el que también fue creado el Instituto Nacional de Evaluación Educativa.

La última vez en la que el SNTE es protagonista como actor en la legitimación de la política educativa sexenal se registra en 2008 con la “Alianza para la Calidad Educativa” (ACE). Lo que los señores del SNTE no dicen, es que: La Escuela de Tiempo Completo; la escuela siempre abierta, la escuela segura, asignación de plazas por concurso, la reforma curricular a la educación básica y el Programa de Estímulos a la Calidad Docente; junto con la Evaluación Universal, fueron compromisos del gobierno de Felipe Calderón con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En el extravío ideológico y programático de los líderes del SNTE; en la convocatoria a una Jornada Nacional en defensa de la Escuela Pública, no se han puesto metas, ni hay un programa de resistencia de largo plazo que dé certeza a los educadores mexicanos de lo que realmente se persigue con movilizaciones en el país y si la defensa de la Educación Pública es un asunto exclusivo de los maestros y padres de familia.

Por otra parte; los líderes y profesores deben tener una comprensión de lo que suponen que la “…autonomía de gestión escolar que cita el transitorio Quinto Fracción III, busca la privatización y renuncia del Estado a una obligación constitucional con la Escuela Pública.

Dice la Presidenta del CEN del SNTE que su lucha no es contra el Estado Mexicano ni una confronta con el Presidente de México. Entonces, ¿Contra quién o contra quienes es la lucha de la maestra?

El servilismo de la Presidenta del SNTE y de quienes le acompañan en esta aventura se refleja en la siguiente declaración de Elba Esther Gordillo: “en la Reforma Educativa se plasman propuestas que los maestros y maestras del SNTE, hemos hecho a través de las últimas dos décadas; por lo tanto, no estamos en contra de esta. Si estamos ocupados en la defensa de los derechos de nuestros compañeros en cuanto a la permanencia citada en el Artículo 3º, fracción III…”

Los ideólogos y estrategas del Sindicato no tienen una idea clara de lo que significa “la defensa de la educación pública” y confunden un movimiento global en este sentido por la defensa de los privilegios de la costra dirigente del sindicato; que no tiene el más mínimo interés en los problemas de la educación pública o de los derechos laborales de los trabajadores y mucho menos, les interesa lo que ocurre en las aulas de la Escuela Pública Mexicana. A estos hombres y mujeres alejados del mundo escolar; varios de ellos sin ejercer la docencia desde 1971 como es el caso de la “maestra” Elba Esther Gordillo, no podrán seguir representando a los educadores mexicanos como si México no hubiera cambiado ya. (11-02-2013)


 

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