¿Por la Escuela
Pública?
Luis Hernández Montalvo
La Presidenta del Consejo General
Sindical para el fortalecimiento de la Educación Pública; la señora Elba Esther
Gordillo y los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE), han iniciado una “Jornada Nacional Por la
Escuela Pública”.
Esta Jornada pretende involucrar
a las maestras y a los maestros afiliados al SNTE; pero también, a los padres
de los estudiantes. La presentación de la Jornada parte de una explicación de
lo que suponen es el contexto en el que se dan las reformas a los Artículos 3º
y 73 de la Constitución de la República. Dicen los líderes del SNTE que: “…
gobierno e iniciativa privada iniciaron la pulverización del normalismo rural”.
¿Se refieren acaso a la clausura
de las catorce Escuelas Normales Rurales en 1968? ¿Al despojo de sus tierras de
cultivo y al abandono de los planes de estudio específicos para la formación de
los maestros que trabajan en el medio rural? ¿Acaso piensan en la entronización
de la corrupción del Sindicato en estas venerables instituciones?
¿Tal vez asumen la autocrítica en
lo que se refiere al control y venta de las plazas de los docentes y directivos
sin tomar en cuenta los perfiles de los docentes que requerían las Escuelas
Normales Rurales? ¿En dónde estaba la fuerza moral y numérica del Sindicato
cuando se inició la pulverización de las Escuelas Normales Rurales?
Si los líderes del SNTE son
sinceros; entonces queremos que nos expliquen ¿Por qué no hicieron nada frente
a la desarticulación entre el normalismo y la realidad educativa que dicen se
inició a finales del siglo XX? El SNTE critica la privatización de la Educación
Superior; pero guarda silencio para señalar que varios de esos privatizadores
son miembros del cuerpo dirigente del sindicato, aprovechando el control
burocrático de las administraciones locales. ¿Cuántas universidades y escuelas
normales privadas han sido escrituradas como propiedad de los líderes
sindicales?
Los líderes sindicales cuestionan
la “…salvaje visión del modelo neoliberal el Siglo XXI”, pero se olvidan
mencionar que su presidenta llegó a la dirección del SNTE, producto de”… esta
salvaje visión neoliberal en 1989; que los líderes han apoyado a los gobiernos
de los últimos 23 años; en donde la educación es vista como “economía de
mercado”.
¿El sindicato de los educadores
mexicanos no fue sensible para ver “…las concesiones desordenadas a la escuela
privada en todos los niveles?
Queremos preguntarle al Sindicato
¿Cuándo los maestros y los padres de familia y los alumnos, han sido actores en
la conducción de la educación pública en México?
El SNTE se queja del ataque
despiadado de la iniciativa privada nacional e internacional, que presionan a
los gobiernos e iniciando así, ataque frontal al movimiento sindical; pero no
dicen nada de que los líderes del SNTE le dejaron el foro libre a Claudio X.
Gonzáles líder de “Mexicanos Primero” en el 5º Congreso Nacional de Educación
para atacar a las escuelas normales; un foro que debió haber sido para los
maestros.
El cinismo de los dirigentes
sindicales no tiene límites. En la Jornada se coloca un apartado en el que se
hace un recuento de los “compromisos” delos líderes con los gobiernos en los
últimos 23 años. En primer lugar hacen mención del derrocamiento y sustitución
del también líder vitalicio Carlos Jonguitud Barrios en 1989 a lo que llaman
eufemísticamente “Reforma estructural y política del SNTE”. Los profesores que
tenemos una pizca de memoria sabemos que en 1989, el entonces Presidente de la
República Carlos Salinas de Gortari, destituyó a Jonguitud Barrios, para
imponer un nuevo cacicazgo en la persona de la señora Elba Esther Gordillo.
En 1992 la Secretaria General del
SNTE firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica sin
cuestionarlo y sin demandar el cumplimiento posterior de los compromisos de
dicho Acuerdo; sobre todo en lo referente a la llamada revalorización de la
función docente y al “salario
profesional”.
La presidenta del SNTE también es
responsable de la firma acrítica y sin contenido alguno del “Compromiso Social
por la Calidad de la Educación” en 2002, durante el sexenio de Vicente Fox;
periodo en el que también fue creado el Instituto Nacional de Evaluación
Educativa.
La última vez en la que el SNTE
es protagonista como actor en la legitimación de la política educativa sexenal
se registra en 2008 con la “Alianza para la Calidad Educativa” (ACE). Lo que
los señores del SNTE no dicen, es que: La Escuela de Tiempo Completo; la
escuela siempre abierta, la escuela segura, asignación de plazas por concurso,
la reforma curricular a la educación básica y el Programa de Estímulos a la
Calidad Docente; junto con la Evaluación Universal, fueron compromisos del
gobierno de Felipe Calderón con la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE).
En el extravío ideológico y
programático de los líderes del SNTE; en la convocatoria a una Jornada Nacional
en defensa de la Escuela Pública, no se han puesto metas, ni hay un programa de
resistencia de largo plazo que dé certeza a los educadores mexicanos de lo que
realmente se persigue con movilizaciones en el país y si la defensa de la
Educación Pública es un asunto exclusivo de los maestros y padres de familia.
Por otra parte; los líderes y
profesores deben tener una comprensión de lo que suponen que la “…autonomía de
gestión escolar que cita el transitorio Quinto Fracción III, busca la
privatización y renuncia del Estado a una obligación constitucional con la
Escuela Pública.
Dice la Presidenta del CEN del
SNTE que su lucha no es contra el Estado Mexicano ni una confronta con el
Presidente de México. Entonces, ¿Contra quién o contra quienes es la lucha de
la maestra?
El servilismo de la Presidenta
del SNTE y de quienes le acompañan en esta aventura se refleja en la siguiente
declaración de Elba Esther Gordillo: “en la Reforma Educativa se plasman
propuestas que los maestros y maestras del SNTE, hemos hecho a través de las
últimas dos décadas; por lo tanto, no estamos en contra de esta. Si estamos
ocupados en la defensa de los derechos de nuestros compañeros en cuanto a la
permanencia citada en el Artículo 3º, fracción III…”
Los ideólogos y estrategas del
Sindicato no tienen una idea clara de lo que significa “la defensa de la
educación pública” y confunden un movimiento global en este sentido por la
defensa de los privilegios de la costra dirigente del sindicato; que no tiene
el más mínimo interés en los problemas de la educación pública o de los
derechos laborales de los trabajadores y mucho menos, les interesa lo que
ocurre en las aulas de la Escuela Pública Mexicana. A estos hombres y mujeres
alejados del mundo escolar; varios de ellos sin ejercer la docencia desde 1971
como es el caso de la “maestra” Elba Esther Gordillo, no podrán seguir
representando a los educadores mexicanos como si México no hubiera cambiado ya.
(11-02-2013)
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