El BINE en busca de una
identidad profesional
Luis Hernández Montalvo
El Benemérito Instituto Normal
del Estado de Puebla –BINE-; el principal centro formador de docentes en la
entidad y uno de los más antiguos del país en su género, llega a su 133
aniversario en medio de un agotamiento de su cuerpo académico sin precedentes
en su ya larga historia en favor de la educación pública de México.
La ausencia de investigación pedagógica, ha
empobrecido la práctica docente de sus maestros a los que no parce importar; ni
el resultado de las evaluaciones generales de conocimientos de sus estudiantes
por parte de CENEVAL y mucho menos lo referente al desempeño de sus egresados en
el Examen Nacional de Oposición.
133 años de historia contemplan
el fracaso -en los últimos treinta años- por construir “profesores investigadores”
en un espacio donde campea la corrupción y las disputas de los grupos
sindicales que buscan el control de los espacios directivos y de representación
y suplantación de los intereses gremiales y profesionales de los trabajadores.
¿Cuáles fueron las condiciones
que propiciaron el desaliento del Programa para la Transformación y el
Fortalecimiento Académicos de las Escuelas Normales?
Según la Dirección General de
Educación Superior Para Profesionales de la Educación; la evaluación general de
conocimientos:
“Es un instrumento de evaluación especializado
que aporta información a los sustentantes, docentes y directivos de las
escuelas normales y a las autoridades educativas, estatales y federales sobre
el nivel de logro alcanzado por los estudiantes de las Licenciaturas en
Educación Preescolar, Educación Primaria, Educación Secundaria y Educación
Física con respecto a algunos conocimientos y habilidades esenciales
establecidos en el plan de estudios”. http://www.dgespe.sep.gob.mx/dsi/egc/informes
Por lo tanto; la responsabilidad
es compartida, -junto a los estudiantes y profesores normalistas- por la
administración local de la Secretaría de Educación Pública en el estado de
Puebla, que de manera conjunta deben velar porque cada estudiante egresado de las aulas normalistas;
cuenten con las habilidades, conocimientos, actitudes y valores que se
describen en el perfil de egreso.
Pero ¿Cuáles son los resultados
de los exámenes intermedios y generales de conocimientos aplicados al
Benemérito Instituto Normal del Estado en mayo de 2011?
Si revisamos los datos
estadísticos de la DGESPE; en la Licenciatura de Educación Preescolar, el promedio
global de aciertos es de apenas el 57.34 por ciento; y en lo referente a los
conocimientos de los estudiantes en lo que se refiere a “Propósitos y
Contenidos de la Educación Preescolar, es de 61.08 por ciento. En este mismo
tenor; en la Licenciatura de Educación Primaria es solo del 47.96 por ciento;
en la Licenciatura de Educación Física es del 60.35 por ciento y en la
Licenciatura en Educación Telesecundaria, de 55.40 por ciento.
Dicho en lenguaje llano; los
jóvenes que egresan del BINE, no tienen una idea más o menos clara, de los
contenidos y enfoques de la educación básica donde prestarán sus servicios de
docencia; y una vez más como en nuestro pasado reciente, se reproduce un
círculo vicioso de ineficacia en el desempeño de la práctica de los futuros
docentes de educación básica.
Otra de las áreas evaluadas en el
perfil de egreso de los estudiantes normalistas, tiene relación con las
llamadas “Competencias Didácticas” y que entre otras cosas, son conocimientos
que requiere la formación de los docentes de educación básica para conocer los
materiales de enseñanza y los recursos didácticos disponibles “…y los utiliza
con creatividad, flexibilidad y propósitos claros”
En este renglón; los resultados
son más o menos similares. En educación Preescolar, apenas llegan a este nivel
de comprensión en un promedio de 56.52 por ciento; en la Licenciatura en Educación Primaria, es de 47.77 por ciento; en
la Licenciatura de Educación Física, del 60.35 por ciento y en la Licenciatura
en Educación Telesecundaria, de 64.56 por ciento.
Otro aspecto que habría que
destacar sobre los resultados en el porcentaje de aciertos en el Examen General
de Conocimientos; está relacionado con un aspecto que - según mi particular
punto de vista- es tal vez, el que tiene una relevancia especial, en tanto que
prepara a los futuros docentes para poder establecer una relación de contenido
ético con los niños y jóvenes que tendrá por alumnos, con los padres de familia
y con sus compañeros en la construcción de una comunidad escolar, en donde
prevalezcan la dignidad humana, la justicia y la democracia negada
sistemáticamente en su proceso formativo, en la construcción de alternativas a
su formación; pero sobre todo, en la solidaridad con los que comparten su
entorno.
En el renglón sobre “Identidad Profesional
y Ética”, los resultados son sintomáticos de una realidad que no se podrá
remediar aprendiendo los contenidos de una antología en forma memorística; sino
en el ejercicio de una nueva cultura que pueda entusiasmar en el ejercicio de
la docencia a los jóvenes normalistas.
Los resultados, que solo evalúan conocimientos
sobre una probable identidad profesional y ética, no pueden ser más desalentadores;
en la Licenciatura en Educación Preescolar, el resultado es de 39.14 por
ciento; en la Licenciatura en Educación Primaria, de 56. 73 por ciento; en la
Licenciatura en Educación Física, de 44.36 por ciento y finalmente en la
Licenciatura en Educación Telesecundaria, es apenas del 59.05 por ciento.
Con tales resultados no podemos aspirar
una transformación de la educación básica en el estado de Puebla; pues nadie
que pretenda construir un edificio, lo podrá conseguir, sin antes construir
sólidos cimientos en la formación de los jóvenes llamados a la carrera docente.
Nuestro venerable Benemérito
Instituto Normal del Estado navega a la deriva en medio de aguas turbulentas de
ambiciones de los grupos que se disputan su control para beneficio personal y
de facción, pero también de un dogmatismo de la administración que parece
olvidar los compromisos institucionales para transformar la gestión de las
escuelas normales; incluyendo aquellas que facultan a la comunidad a construir
sus propios mecanismos de una gestión democrática, como el de proponer y nombrar a sus directivos
con reglas claras, transparentando los recursos –tanto los que provienen de la
federación, como los del PROMIN- y aquellos que se generan internamente con la aportación
de los estudiantes y padres de familia.
Tal vez hoy resulte una utopía
soñar con una realidad diferente, pero a lo anterior, debemos agregar: que si
queremos construir a los maestros que ya nos reclama el nuevo siglo, es necesario
dejar la simulación en el funcionamiento de los colegiados y en el manejo de
los recursos, para que ningún director se retire del puesto sin que deje
embargado el pago y servicios de la energía eléctrica o lo relativo a la deuda
de más de medio millón de pesos a SOAPAP por adeudo de agua potable y que
ahora, los directores deben estar comprando pipas de agua o...hasta encontrar
una nueva identidad docente para el BINE. (17-09-2012)
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