José Santos Valdés: una voz de la Escuela Rural
Mexicana .
Pedro Medina Calderón
Nuestra
generación 1957-1963 fue educada para ser maestros rurales con las
figuras paradigmáticas de los profesores
Rafael Ramírez Castañeda y José Santos Valdés. No sorprenda el hecho de siendo apenas
tres años (ciclo profesional) después de la secundaria (equivalente a lo que
ahora es el bachillerato) haya sellado para siempre nuestras vidas. Por eso lo
celebramos ahora con gran júbilo, a la distancia de medio siglo.
La historia
es lo acontecido y condiciona lo por acontecer. Para debatir el presente y prever lo futuro, la historia
es siempre un interlocutor indispensable. Está en los sujetos sociales del
diálogo, a partir del lenguaje y la conciencia social de los pueblos
construyendo siempre sus anhelos. ¿Por
qué publicar los escritos de alguien que trabajó en un proyecto educativo mexicano
aquel desde el que se conformó el llamado “régimen de la revolución”?
La Escuela Rural, la Escuela Normal Rural,
la educación agrícola, el IPN, Chapingo, etc., acompañando una reforma agraria,
una industrialización tras el impulso de un mercado interno para un capitalismo
no despreocupado de las cuestiones sociales. ¿Valdrá la pena confrontarlo con
un capitalismo “salvaje” al que sólo interesa un crecimiento productivista en
aras de una “competitividad de un mercado mundial globalizado”?
No se trata
sólo del homenaje y gratitud que le entregamos estos viejos maestros que somos
a quienes fueron nuestros “paradigmas”, aunque no nos comparemos con ellos y
con humildad los recordemos.
No la
´pregunta que me hago es sobre qué subyace a la en esos escritos y en todo caso
que produce la propia obra editorial de nuestros compañeros ex alumnos de nuestra
Escuela Normal Rural.
Con
ese afán y sin desmedro a la lectura que cada uno de los lectores hagamos
destaco aquí algunos comentarios al contenido de cada uno de los Tomos.
Hasta este año se han editado XIII
tomos. Los dos últimos se presentaron recientemente 1º de noviembre de 2012, en
el patio central del edificio de nuestra escuela.
Colabora
de esta forma con los festejos de nuestro
50 aniversario de graduados (1963-2013)
en un intento de resumen del
contenido a fin de mostrar la
importancia temática en cada uno de los XIII Tomos. El método de la producción
editorial contiene el sentido historiográfico
material en la historia. Desde luego ese es un esfuerzo incompleto aún en
marcha.
PRIMER TOMO:
Esta
publicación, prologada por el Profesor Misael Macías el 14 de enero de 1982,
contiene dos textos muy importantes para comprender la irresponsabilidad de
quienes desde el escritorio marcan lineamientos sociales y educativos que los
maestros luego tienen que afrontar.
Ese fue el caso de la llamada
“escuela socialista” propuesta desde septiembre de 1932 y aprobada como
“enmienda constitucional” el 1º de diciembre de 1934. Una verdadera papa
caliente que terratenientes y anti agraristas aprovecharían muy bien.
El Profesor Valdés escribiría años
después que esa demagogia de los “pavorreales”
del D.F. (Bassols) sólo había servido para que hubiera maestros
desorejados y asesinados.
Pese a su desacuerdo con tal
“reforma” tuvieron que apoyarla y por
eso escribió “Motivos socialistas de la educación” y poco después “La religión y la escuela
socialista” a fin de participar en las encendidas polémicas de la época.
Contiene otros escritos importantes como el de los orígenes del sindicalismo
magisterial que ayudan a entender cómo el SNTE nacerá corporativo al Estado a
fines de diciembre de 1943. Creo que el sentido socialista de la educación se
intentó verdaderamente como esfuerzo pedagógico en los internados escolares
para jóvenes campesinos.
SEGUNDO
TOMO:
Este
tomo trae dos libros por demás valiosos. El primero es un “Civismo” escrito en
diez Capítulos para el curso 1939-1940
en Chapingo; curso para jóvenes que serían Técnicos o Ingenieros Agrícolas. Es
toda una visión que seguramente era cómo el autor quería que la Revolución Mexicana
hubiera sido.
Recuerdo que por esa época del cardenismo;
el lema fue “Por la Revolución Mexicana al Socialismo”. Tengo ese texto. Pero
el que se publica aquí es la segunda edición. Conserva el prólogo de 1940
firmado por el propio Profesor José Santos Valdés; pero fue reformada
hasta XVI Capítulos. Además, en 1946
cuando se publicó la “Escuela Socialista” ya había sido derogada, hecho al que
no le dio relevancia y se habla ahora de “Escuela Democrática”.
Vale la pena para los historiadores
confrontar ambos Civismos para indicar la singular confrontación que se dio en
México a la llegada de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
El otro libro es “Madera”. El asalto guerrillero
de 13 luchadores sociales abnegados (profesores y campesinos) al cuartel
militar de esta pequeña Ciudad al noroeste de Chihuahua (hacia la colindancia
con Sonora) fue publicado por el Maestro en 1967 (cuando se estaba jubilando) a
base de un sistema de preventa donde los maestros de Chihuahua, en particular
los de Salaices y Saucillo, tuvieron un papel muy destacado.
El libro se agotó rápidamente y en
este Tomo II se le incluye afortunadamente. A la fecha hay ya toda una serie
bibliográfica que han escrito otros, como las del célebre parralense Carlos
Montemayor “Las armas del alba”) donde hasta se rumora hay proyectos
cinematográficos. Sin embargo, este
libro lo confrontó tal vez los servicios de inteligencia del Ejército y la
Oligarquía porque se publica con un
pseudónimo sin editorial responsable y con gran difusión a través de oficinas
de correos, oficinas de autobuses, etc. Con un claro sentido distorsionador
llamado “QUÉ POCA MAD…ERA DE JOSÉ SANTOS VALDÉS”. Allí se le calumnió como una
conspiración comunista, una estrategia antiguerrillera de la época de las
dictaduras de seguridad que pretexto Pinochet en Chile para asesinar a Allende
e iniciar esta nefasta etapa neoliberal del capitalismo financiero e
improductivo.
Un historiador chihuahuense egresado
de Salaices (José Luis Aguayo) me comentó que anteriormente sólo a Fernando
Jordán, autor de “Crónica de un país bávaro” se le combatió con una publicación
distorsionadora semejante, además de una campaña orquestada de calumnias de verdaderos
agentes infiltrados en la “población chihuahuense” de entonces, completaban el
escenario.
TERCER TOMO:
Este
es un tomo con artículos periodísticos donde él participó. Es admirable que sin
más título que el de profesor de primaria ganado en examen profesional por la Normal de Saltillo al graduarse en
1926, enfrentara con vehemencia y solidez sus denuncias y opiniones.
La revista Siempre! Que dirigía José
Pagés Llergo era una palestra donde escribían todas las tendencias ideológicas.
La Revista Política era la revista de izquierda por excelencia y la dirigía el
gran Manuel Marcué Pardiñas ¡No faltó a ninguna! ¿Y qué decir de “El día” que
dirigía Enrique Ramírez y Ramírez? Era como La Jornada hoy, el periódico de la
izquierda de la época de la “guerra fría” donde las opciones ideológicas parecían estar entre dos aunque
que las bifurcaciones han resultado ser múltiples.
CUARTO
TOMO:
En la medida que la falta de
un proyecto educativo mexicano se haga más evidente desde aquel proyecto homogeneizador
de la revolución (atribuido a José Vasconcelos) en que esta generación de
maestros rurales lucharon (Rafael Ramírez, José Santos Valdés, etcétera) se
hará más necesario escribir una verdadera historia educativa nacional y las
rutas biográficas y educativas de estos educadores se hará más necesaria.
Por eso destaco que se publiquen aquí los datos
autobiográficos que él escribió. Creo que todos deberíamos hacerlo antes de
morir, por poco que hayamos hecho y hasta de lo que no pudimos hacer.
Contiene también un texto
sobre Don Valentín Gómez Farías Soy un
enamorado de Aguascalientes, pero siempre me he preguntado cómo en este lugar
donde hasta fuimos excomulgados por criticar al clero (un artículo de Paulino
Gómez en el “Fulgor Normalista” pudo actuar un hombre tan brillante como Gómez
Farías que se adelantó a la propia Reforma.
Vienen también varios
trabajos sobre la Escuela Rural. Creo que una pedagógica (pensar las
pedagogías) latinoamericana que se vertebra a partir de la teorización
freireana debería incluirla, pero ya sin la politiquería priista que en su
tiempo la distorsionara junto con el sindicalismo y las cuestiones campesinas.
La autoridad moral del Profesor
José Santos Valdés se irá acrecentando en la medida que la degradación ética de
las jóvenes generaciones permanezcan atrapadas en el tecnocratismo banal de
nuestros días.
TOMO V:
Para el Profesor José Santos
Valdés fue muy importante que los nuevos maestros rurales pasaran por el
ejercicio disciplinario de escribir una Tesis. En su caso fue una relacionada
con la enseñanza de la escritura y la lectura.
Presidió su jurado de examen
el Profesor Apolonio Avilés de quien escribió en una ocasión.
Este aprendizaje es
singular. La Tesis no es un modo de terminar sino de empezar. En este Tomo V
escribe dos trabajos al respecto, uno más de Supervisión escolar y el otro
sobre los 50 años de las Misiones Culturales.
Tengo entendido que para la
exitosa campaña de alfabetización cubana, allá por los sesentas, se escuchó con
reconocimiento el nombre de José Santos Valdés. La modalidad ambulante con
equipos multidisciplinarios de educadores era toda poética aventura
evangelizadora. Es posible que esa idea surgiera de la práctica educativa de
los misioneros del siglo XVI en la comparación de la tarea de la escuela rural.
TOMO VI:
Este Tomo es íntegramente dedicado a “Matamoros, Ciudad
Lagunera”, el Municipio donde está Rancho Camargo; la propiedad del abuelo, que
pasó luego a Don Pedro Valdés y que debe ser ahora del Ingeniero Ulises Valdés.
Se encuentra como a unos 8 Kilómetros de la Ciudad de Matamoros. Se trata de
una historia heroica en tiempos de la invasión de los franceses y del
Presidente Juárez.
Los habitantes del lugar,
que conservaron fielmente el secreto del lugar se habían escondido los Archivos
de la Nación. Fueron asesinados. Aquel lugar es ahora “La Cueva del Tabaco” que
fue visitado por nuestra generación en una de las reuniones en la Comarca
Lagunera.
TOMO VII:
Este Tomo incluye dos
trabajos escritos en dos momentos muy diferentes. “La batalla por la cultura”
es de mediados de la década de los 40 y “Reprobación y Deserción Escolares” en
la década de los 60.
En el primero, muy
importante para comprender un concepto de cultura y las dificultades en
particular de los “misioneros”, “alfabetizadores” y “maestros rurales” de una
época que puede recortarse entre 1920 y 1940, una singularidad que suele ser
nombrada la del proyecto de conformación del “régimen nacional” de la Revolución.
En cambio, el segundo se
corresponde con el segundo ministerio de Don Jaime Torres Bodet y su “Plan de
Once años” (cuando estudiábamos nosotros nuestro ciclo profesional) y se
hablaba mucho de ese tema.
TOMO VIII:
Contiene Monografías (Mapimí, Lerdo, Gómez Palacio,
Tlahualilo, etc.) de Municipios constituyentes de la llamada “Comarca Lagunera”
(pertenecientes a Coahuila y Durango) describen su tierra natal; así por
ejemplo, él nació en el Municipio de Matamoros, Coahuila, fue Profesor
particular al servicio de una Hacienda de los Purcell en San Marcos, Coahuila
(junto a San Pedro) y su domicilio fue en Lerdo (Rayón 134 Pte.) para terminar
sus últimos años a cargo de su hija
Lucrecia en Gómez Palacio y ser sepultado finalmente en el Panteón de Lerdo,
cerca de la tumba de Mario Ruelas. ¡La vida de un hombre bueno al servicio de
la humanidad¡
Hay quien lo cree
duranguense porque muchos de sus artículos periodísticos los firmaba en Lerdo,
pero en realidad es coahuilense, aunque la derecha saltillense no lo entienda.
Las Monografías nos expresan
el grado de orgullo por su origen y la tierra de sus ancestros peones agrícolas
de La Laguna. Su gran pasión por escribir y que tanto practicara, sólo dejó de
hacerlo hasta que su salud le fue cerrando el paso.
TOMO IX:
Don Federico Berrueto Ramón (ex-Subsecretario de la SEP)
fue primero contemporáneo en la Normal de Saltillo y luego su Maestro. Los ligó
una gran amistad. Le dedica un Texto completo, aunque escribió artículos sobre
algunos de sus amigos estudiantiles como Manuel García, padre de Iván García
Solís, distinguido dirigente magisterial.
Este Tomo incluye otros escritos sobre Humberto Gómez
Martínez, Melquiades Campos y otros más que él llama “Recuerdos dispersos.
TOMO X:
Su Ensayo sobre Francisco Zarco Mateos, el gran
periodista duranguense es posible haya sido la base para que el Congreso de
Durango le otorgara la Medalla Francisco
Zarco a la que asistimos diversos egresados de San Marcos a agradecer al
entonces Diputado local “Momo” Morales (qepd) o tal vez haya si el otro trabajo
que viene aquí llamado “Participación de Durango en el Congreso de 1856-1857.
TOMO XI:
Durante mucho tiempo hoy hablar de “El Enredo” y de que
el Profesor Rafael Ramírez le haya pedido no lo publicara. Qué bueno que
entonces no lo publicara. Es terriblemente crítico y autocrítico hasta de sus
queridas Escuelas Normales Rurales, pero al fin sus hijos nos permitieron
leerlo y con su autorización publicarlo. El héroe de tal esfuerzo es Ruperto
que del Tomo III al XIII ha sido tan relevante gracias a su entusiasmo al
frente de la Escuela Normal Experimental de Nieves, Zacatecas. Conservo con
mucho honor su escrito en las viejas máquinas de escribir. Alguna vez los historiadores
tendrán que reescribir la historia educativa de México desde “los de abajo”.
Sus versos transhumantes son hermosísimos, llenos de
combatividad, ojalá pudiéramos escucharlos en algunas de nuestras reuniones que
podamos seguir haciendo, mientras vivamos y podamos movernos aunque sea como
Raúl Corona que hasta en silla de ruedas empujada por sus nietos acompañó a la
delegación de Salaicinos a ver al ex gobernador de Coahuila sobre el asunto de
los restos del Profesor José Santos Valdés.
TOMO XII:
En su Presentación se dice que en el Tomo III había 85
artículos y en éste están 113. Ruperto escribe: “Suponemos que escribió muchos más. Localizarlos, primero y
publicarlos, después, es tarea pendiente”. Pero si lo dice Ruperto, seguro
estoy que se publicarán. Es un compañero tenaz y admirable junto al equipo de
ex Secretarios Generales de las Sección 34 del SNTE y ex alumnos de Profesor J.
Santos Valdés como el Profesor Berthaud, Demetrio Rodríguez y varios más.
Estaremos para apoyarlos desde mi lejano Chihuahua.
TOMO XIII:
Ahora están aquí 126 Artículos periodísticos. Hago notar
a los compañeros de mi generación la vehemencia del Prólogo que escribe
Ruperto. En verdad que es un egresado de San Marcos del que debemos estar
orgullosos.
Creo que me he extendido inevitablemente, pero creo que
la tarea editorial hasta donde ve de las “Obras Completas” está en marcha y
deberíamos seguirla apoyando.
Pero el propósito es que en algún momento otra
historiografía crítica las utilice para dejar atrás esta ausencia de un
proyecto educativo mexicano latinoamericanista que considera nuestras
circunstancias originarias.
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