El
normalismo y la Revolución Mexicana
Gumercindo Toledo Díaz
“La Revolución, como el movimiento de una generación, que comenzó a
finales del porfiriato, siguió con la lucha armada y luego vino un proceso de
unas dos décadas de esfuerzos para llevar a cabo ciertas reformas revolucionarias,
agrarias, laborales, que tuvieron cierto éxito. Pero en los años 40 esa
generación ya no estaba o casi había desaparecido, y una nueva generación
política llegó al poder. Esa generación todavía enarboló la bandera de la
Revolución y su partido tenía ese nombre, pero en muchos aspectos tenía un
proyecto diferente. Por tanto, en un sentido, uno podría decir que “la
Revolución llegó a su fin en los años 40” . (Knight A., 2001: 150)
Paradójicamente
la normal de Tenería en su trayectoria tiene presente la lucha de dos grandes
figuras de la Revolución Mexicana: Plutarco Elías Calles[1]
y Lázaro Cárdenas del Río[2];
el primero decisivo para su fundación y el segundo de quien toma el nombre la
escuela. Ambos actores fundamentales del México revolucionario. El primero
profesor de primaria en sus mocedades y a la postre general; el segundo
militar, general por méritos en campaña, creador del precepto constitucional en
el artículo tercero de la “Educación Socialista”.
Ambos abrieron para la vida del país, una
época de hegemonía de lo que algunos llamaron “el partido casi único” o de lo
que fue caracterizado por Mario Vargas Llosa como la “dictadura perfecta”. Pero
en fin, si les digo: Calles y Cárdenas, factor decisivo y piezas fundamentales
en la educación normalista; sorprendentemente unidos en el “Plan de Agua
Prieta” con Cárdenas a las órdenes de Calles. Notoriamente distanciados en el
estilo de gobernar, murieron el mismo día; un 19 de octubre, uno de 1945 y el
otro de 1970. No se sí tú,… o él o aquel aún tengan en la memoria ese lunes 19
o ¿fue martes 20?, ¿te acuerdas bien? de octubre de 1970 en que formados por la
mañana en la explanada frente a los arcos centrales del internado nos dieron la
noticia del fallecimiento de “Tata Lázaro” y nos pidieron que guardáramos un
minuto de silencio.
El
Sistema Educativo Nacional forma parte de las conquistas del movimiento armado
de 1910-17. El surgimiento de la Secretaría de Educación Pública en 1921 con
Vasconcelos al frente durante el gobierno obregonista; las misiones culturales,
las casas del pueblo, la escuela rural mexicana, la fundación de las escuelas
centrales agrícolas. Curiosamente la cronología histórica de Tenancingo, señala
el 20 de noviembre de 1927 (seis años después de la fecha oficial de fundación
de la SEP) como la fecha en la que el Presidente Plutarco Elías Calles,
inauguró en Tenería el antecedente de lo que a la postre sería la escuela
normal rural, instaurándola primero como Escuela Central Agrícola, después
sería Escuela Regional Campesina (1933-1934).Para que en 1936 quedara
definitivamente como Escuela Normal Rural, que es como la conocemos en la
actualidad. (Viene a colación el comentario que hice en una reunión de Jaramaos
74 en junio de 2010. Ahí señalé que si en ese año festejaríamos el Bicentenario
de la Gesta de Independencia y el Centenario del Movimiento Armado de 1910-17,
para noviembre de 2027 se cumplirían los Cien Años de creación de nuestra
normal y que algunos seguramente aún tendríamos oportunidad de testimoniar
dicho acontecimiento).
Mirarnos
en ese espejo, reconocer identidades en las pequeñas y grandes coyunturas
históricas, profundizar nuestra razón de ser se vuelve un ejercicio
interesante. Por eso vuelvo la mirada sobre sus trayectorias de vida y
profesionales, que hemos hecho que dejamos de hacer, que representa ser parte
de ese torrente histórico y educativo del que provenimos. Intento dar
respuesta; me parece percibir claramente a sujetos que juegan el rol de
catedráticos, jefes de enseñanza,
especialistas en la enseñanza de las matemáticas, especialistas en
letras, directores de escuela, supervisores, bibliotecarios, músicos,
profesores jubilados, funcionarios universitarios, “prófugos del gis”,
empresarios de la educación, empresarios, comerciantes, ex presidentes
municipales, ex regidores, ex diputados, ex dirigentes sindicales, funcionarios
gubernamentales, ex guerrilleros etc;. Sigo “perdido” revisando con acuciosidad
la historia y revisando detenidamente los conceptos antropológicos de indígena
y campesino, me dan vueltas en la cabeza “veo visiones, escucho diálogos de
personajes”, intento asociarlos a mi vida y a la de ustedes saber que tienen
que ver con nosotros como sujetos. ¿Vasconcelos, Gamio, Saénz, Aguirre Beltrán,
estado benefactor, paternalismo autoritario, redención del indígena, “marchemos
agraristas a los campos”?
Así
las cosas, nuestro arribo al claustro normalista de Tenería en 1970 como
jóvenes estudiantes tiene su razón más profunda en la estabilidad y la pacificación
social que hasta el momento habían logrado los regímenes provenientes de dicha
matriz del movimiento armado de 1910-17 y a la conformación de la sociedad
mexicana en las últimas cuatro décadas que precedieron a la de los setentas;
asimismo era la expresión de la demanda de bienestar en el aspecto educativo y
del esfuerzo de los padres y de los jóvenes para acceder a mejores niveles de
vida. La lucha por abrir caminos y ganarse un espacio en las instituciones
educativas que existían en esa época nos da cuenta de la escasez de oferta
educativa y de la cobertura a la misma en el nivel de bachillerato o medio
superior en distinción a la secundaria que es enseñanza media pero del nivel
básico. De hecho hasta más de cuarenta años después de que llegamos a
constituirnos como estudiantes normalistas se aprueba el bachillerato
obligatorio en el país vía la modificación al artículo tercero constitucional
(Aprueba la Cámara de Diputados Bachillerato Obligatorio, 14-10-20119).
[1]A
Calles como Presidente de la República le tocó vivir el enfrentamiento con la
iglesia y pactar con la Jerarquía Eclesiástica el fin de la “Guerra Cristera”.
Tuvo la visión de institucionalizar a la “clase política mexicana” a través de
un partido político el Partido Nacional Revolucionario, PNR.
[2]
Cárdenas, una vez
en la presidencia de la república con el apoyo decidido de quien llamaban “El
Jefe Máximo de la Revolución”, (P. Elías Calles) -que era quien decidía hasta
el momento al sucesor presidencial-, decide romper con el “maximato” y Calles
termina exiliado en los EUA, posteriormente expulsado del PNR. La presidencia
de Cárdenas se ubica en un momento estratégico de coyuntura internacional (La
Segunda Guerra Mundial). Da un fuerte impulso al aspecto social de la
revolución profundizando el reparto agrario generando las condiciones para la
tecnificación de la producción agrícola, expropia el petróleo, apoya
decididamente la educación. El PNR bajo su mandato se convierte en Partido de
la Revolución Mexicana, PRM dando origen a los sectores corporativos del actual
PRI: La Confederación Nacional Campesina, CNC, La Central de Trabajadores de
México, CTM, y el sector militar de dicha fuerza política.
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