Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación
México, D.F. a 9 de mayo de 2013
Los cinco integrantes de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de
la Educación ofrecieron hoy una conferencia de prensa, en la cual su Presidenta, maestra
Sylvia Schmelkes del Valle, dio lectura a un documento elaborado por ellos, en el cual se
establecen los cuatro principios que orientarán la tarea del INEE y sus primeras acciones
como instituto autónomo.
A continuación se presenta el documento íntegro:
Según lo establece la fracción IX del artículo tercero constitucional, el Instituto Nacional
para la Evaluación de la Educación (INEE) tiene un nuevo mandato: evaluar la calidad, el
desempeño y los resultados del sistema educativo nacional en la educación preescolar,
primaria, secundaria y media superior. En este marco, se otorga al Instituto
autonomía
constitucional.
Esta autonomía es un paso muy importante para la evaluación del sistema educativo
nacional, que facilitará su desarrollo y el diálogo con diferentes actores interesados en la
educación, así como con las autoridades educativas. La autonomía también fortalece la
capacidad de decisión del Instituto sobre las evaluaciones que juzgue relevantes para
valorar el estado que guarda la educación obligatoria, pero sobre todo, para las que
estime pertinentes para la mejora educativa.
Con la autonomía del INEE se inaugura una nueva forma de gestión institucional al
establecer una Junta de Gobierno que actuará de manera colegiada en la toma de
decisiones sobre la conducción de los trabajos del Instituto.
1. Cuatro principios orientan la acción
a) El Derecho a la Educación es uno de los derechos fundamentales del ser humano y
está establecido en los artículos primero y tercero de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. El derecho de todos a la educación significa el derecho a
recibir una educación que sea de calidad, pertinente y equitativa porque promueve el
desarrollo integral de cada persona. La educación está fincada en el valor de la
democracia y en el conocimiento. Se trata de que todos reciban la educación que les
permita aprender a vivir una vida digna. Por ello, el desarrollo de aprendizajes es
esencial para este propósito. El derecho a la educación debe traducirse en el
derecho
a aprender
. Es obligación del gobierno hacer valer este derecho.
La evaluación educativa se centrará en valorar que este derecho se cumpla para
todos
los niños, jóvenes y adultos del país.
Es insoslayable afirmar que la
equidad es un componente sustancial de la calidad de
la educación. No se puede decir que tenemos un sistema educativo de calidad si éste
es inequitativo. Vigilar el cumplimiento del derecho a la educación implica también
constatar que las brechas que separan los logros educativos de los diferentes
sectores poblacionales se vayan cerrando.
Será especialmente relevante definir indicadores que permitan asegurar el ejercicio
pleno del derecho a la educación, y que también faciliten a la sociedad exigirlo. La
sociedad mexicana deberá observar un mejoramiento constante en estos indicadores.
b) La evaluación educativa tiene como fundamental propósito el mejoramiento de los
procesos y resultados educacionales. Contribuye a identificar y dimensionar los
problemas, así como a entender sus causas. Proporciona información útil para la toma
de decisiones sobre los procesos educativos que permitan combatir las causas y
resolver los problemas. La evaluación por sí misma NO mejora la calidad de la
educación.
De ahí la importancia que el INEE tenga la encomienda constitucional de emitir
directrices sustentadas en información técnicamente sólida que orienten el cambio
educativo. Por ello, se impulsará la evaluación que permita apuntalar los procesos de
mejora.
c) La diversidad de realidades, culturas y lenguas que existen en el país es sin duda una
de sus mayores riquezas. El Instituto tomará en cuenta esta diversidad a fin de no
permitir que la evaluación opere como una fuerza homogeneizadora, sino que por el
contrario, recupere, aliente y potencie esta riqueza con el fin de lograr la mejor
educación para todos.
Existen propósitos educativos comunes a toda la población nacional, pero también los
hay propios de los diferentes sectores poblacionales y de los diversos grupos
culturales y lingüísticos, que deberán ser considerados en las acciones de evaluación
desde el Sistema Educativo y hasta el aula de clases.
El Instituto no dejará de insistir enfáticamente que la diversidad y la desigualdad son
fenómenos distintos:
la desigualdad debe combatirse, la diversidad habrá de
alentarse
.
d) Evaluar supone definiciones de cómo debe ser, idealmente, el objeto que se está
evaluando. Buscaremos que las definiciones de los referentes de cada evaluación, no
sólo sean claras sino que se construyan de manera conjunta con los diferentes
actores involucrados.
2. Primeras acciones del INEE autónomo
El INEE define prioridades que se derivan de la encomienda constitucional, esto es:
a)
Coordinar el Sistema Nacional de Evaluación Educativa. Ello implica en primer lugar
conocer lo que se hace y lo que falta por hacer en materia de evaluación educativa.
Revisar la suficiencia y solidez técnica de las evaluaciones, así como las
consecuencias que de ellas se derivan. De ahí se desprenderá una propuesta de
distribución de funciones y de coordinación informativa y técnica, que evite
duplicidades y promueva complementariedades.
b)
Evaluar los componentes del sistema educativo nacional en lo que toca a la Educación
Básica y la Educación Media Superior. En este sentido, el INEE tiene dos líneas de
acción: Realizar evaluaciones del sistema educativo y emitir lineamientos para éstas y
para las evaluaciones que realicen las autoridades educativas federales y estatales.
c) El
docente es un factor fundamental del sistema educativo, porque de él depende una
parte significativa de lo que ocurre en el aula de clases. Por eso, el Instituto dará
especial atención a la evaluación docente y a la construcción de lineamientos para
realizar la evaluación de los docentes que les corresponde a las autoridades
educativas en el ámbito de sus competencias.
Bajo el entendimiento de que la principal función de la evaluación docente es el
mejoramiento, ésta deberá recomendar a las autoridades educativas cómo mejorar los
conocimientos y la práctica docente de los profesores, así como los apoyos
necesarios para lograrlo.
La evaluación docente requiere definir lo que en nuestro sistema educativo se
entiende por un buen maestro. En congruencia con nuestro principio de respeto a la
diversidad, el énfasis en una primera etapa estará en identificar las características que
debe tener
todo docente, en el entendido de que hay características específicas
adicionales que deben tener los docentes que atienden a la diversidad de poblaciones
y que se responsabilizan de la enseñanza de las diversas disciplinas. Clarificar las
características que debe tener
todo buen maestro permitirá definir criterios para la
evaluación, así como los niveles de logro que distingan diferentes dominios de la
profesión docente. Esta definición habrá de construirse mediante un proceso de
reflexión y análisis con autoridades educativas, con diferentes actores interesados en
la educación y, por supuesto, con docentes de todo el país, que atienden a diferentes
poblaciones, que trabajan en diferentes niveles y modalidades educativas de la
educación obligatoria. Además, la evaluación docente tomará en cuenta el contexto y
las condiciones de trabajo en que se desempeñan los profesores.
Con estos elementos el Instituto podrá “expedir los lineamientos a los que se
sujetarán las autoridades educativas federal y locales para llevar a cabo las funciones
de evaluación que les corresponden” en materia de evaluación de docentes, de
conformidad con lo que establece el artículo tercero constitucional.
d) Durante el presente año, el Instituto llevará a cabo los proyectos comprometidos en su
programa anual de trabajo.
Además, las nuevas tareas planteadas al Instituto, le exigirán, entre otras muchas
cosas, una revisión de su estructura organizacional acorde a lo que en su momento
establezca la legislación correspondiente.
3. La mirada a futuro
Otros componentes del Sistema Educativo Nacional que también habrán de considerarse
para ser evaluados, incluyen entre otros a: rasgos de la función directiva escolar, el
desempeño de los programas educativos que operan en las escuelas de educación
básica y educación media superior, la pertinencia del currículum, el funcionamiento de
diferentes modalidades en las que se divide la atención a la población, así como los
alcances de las políticas educativas. Será necesario realizar un ejercicio de
jerarquización de estas necesidades de evaluación e integrarlas en el Sistema Nacional
de Evaluación.
La definición más precisa de las actividades del INEE y de sus plazos depende, entre
otros factores, de la legislación secundaria que se discute en el poder legislativo relativa a
las reformas necesarias a la Ley General de Educación, la Ley General del Servicio
Profesional Docente y la Ley del INEE.
Junta de Gobierno del INEE
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