Blanca es una maestra que
trabaja en el Bachillerato General Matutino del Benemérito Instituto Normal del
Estado de Puebla. Ella es una mujer ensimismada; no participa de los
comentarios mordaces que cuestionan el trabajo de los compañeros; sus amistades
son contadas y su tiempo en la escuela lo emplea productivamente combinando
docencia, e investigación.
Puedo afirmar que recrea uno
de los “atributos” de las competencias docentes que define a la maestra:
“Reflexiona e investiga sobre la enseñanza y sus procesos de construcción del
conocimiento”
.
¿Qué tiene de novedoso que
una profesora se dedique a la investigación? Tal vez no tenga nada de
extraordinario; sin embargo, ella lo hace por iniciativa propia, sin apoyos
institucionales; utiliza de su salario algunos recursos que le permiten el
desarrollo de sus actividades; y es más grande su fe y su entereza que ya tiene
algunas evidencias en una Institución donde la Investigación es un espacio de
simulación; tolerado por directores, funcionarios de la administración y
líderes de los sindicatos.
La Doctora Blanca Estela
Cortés Barradas se ha propuesto desde hace algunos años hacer el seguimiento de
los estudiantes de tercero que egresan de la Institución. Los informes llegan a
los directivos, y se envían al archivo muerto; ahora le he convencido de poder
compartir con mis lectores sus hallazgos; en ese trayecto del conocimiento que
nos permite procesar e interpretar la realidad, dando como resultado nuevos
conocimientos para dar respuesta a los problemas detectados en el contexto escolar.
Tal vez el espacio que tengo
sea muy reducido; por lo que debo seccionarlo en varias entregas y dar a
conocer un trabajo que puede hacer lo que la analogía evangélica dice puede
hacer la fe: “del tamaño de la semilla de mostaza” y convocar desde aquí a
otros con las mismas inquietudes para integrar un equipo de investigadores en
el BINE y tal vez ahí; donde solo desierto había, podamos ver fructificar la
semilla de mostaza.
La maestra aplicó 326
cuestionarios a la totalidad de estudiantes de tercero que egresaron en este
ciclo escolar. La primera pregunta busca saber la vocación de los egresados con
respecto a los estudios de educación superior futuros y estas fueron sus
respuestas:
Sesenta y cinco estudiantes
dicen que les gustaría hacer una carrera del área de la salud; -Licenciaturas
en: Medicina, Enfermería, Estomatología, Ciencias de la Salud, Psicología de la
Salud Nutrición Clínica Biomedicina, Fisioterapia- lo que representa el 20% del
total de los estudiantes que acaban de egresar del bachillerato.
El segundo bloque de
respuestas se inclina por el área de Ciencias Sociales y Humanidades; con 63
estudiantes, lo que equivale a 19.31%.
Solamente nueve estudiantes
contestaron que se irían al área de Ingeniería y Ciencias Exactas lo que
representa apenas un 3.31%.
En al área Económico
–Administrativo, treinta estudiantes contestaron su inclinación por estas
disciplinas, lo que representa el 9%. Otra de las áreas que poco llaman el interés
de los estudiantes de tercero es el relativo a las Artes en donde apenas 2
estudiantes expresan esta inclinación, por lo que apenas representa un 2%.
Luego viene el área de Ciencias Naturales y la Salud en donde solo 7
estudiantes dicen inclinar su vocación por licenciaturas como: Medicina
Veterinaria; Biología; Médico Cirujano y Partero; de 326 estudiantes, solo 7
dijo tener vocación, lo que representa el 3%.
En el área de Ciencias Computacionales 36
estudiantes se inclinan por estudiar Sistemas computacionales –administrativos;
lo que representa el 11.04%.
En lo referente al área de
Educación; 70 estudiantes expresaron su vocación por licenciaturas como
educación preescolar, educación primaria, educación especial, educación física
la enseñanza de la biología, la física, la química y la licenciatura en
Matemáticas lo que representa el 21.4%.
Treinta y seis estudiantes, no podrá continuar sus
estudios, el 11.04%.
Los resultados de este
trabajo se preparan para ser presentados en un evento académico internacional en
los próximos días; sin embargo, la Doctora Blanca comparte algunas ideas sobre
esta parte de su trabajo de investigación:
“Aunque nuestro Bachillerato
no es Pedagógico, aún se sigue optando hacia el área de Educación
(probablemente porque atendemos a hijos de profesores, quienes quieren seguir
la misma profesión), seguido por el área de la Salud (muy saturada en nuestros
días), el área de Ciencias Sociales y Humanidades (siendo Psicología y Derecho,
las más escogidas por los alumnos), el área de Ciencias de la Computación,
seguido por los estudiantes que no continuarán estudiando, el área
Económico-Administrativa, el área de Ingenierías y Cs. Exactas, el área de
Ciencias Naturales y finalmente, el área de Artes”.
La encuesta se aplicó a
estudiantes de tercero del Bachillerato General Matutino del BINE y se
pretendió aplicarla a los estudiantes de los bachilleratos de la Zona Escolar
016; sin embargo, los directores cerraron sus puertas y las autoridades, sin
disimular su desagrado por el trabajo, no hicieron nada para ampliar el
estudio. Otra fue la actitud de los bachilleratos de origen particular o
privado; por lo tanto, el esfuerzo tiene un doble mérito, haberse realizado a
pesar de las autoridades que debieran impulsar estas iniciativas.
Otra analogía dice que una
golondrina no hace verano; sin embargo, lo anuncia. Ojala esta actitud pueda
ser emulada por otros maestros y maestras y poder compartir experiencias y
posibilidades de ampliar el espectro de vocaciones por la investigación docente;
una larga aspiración de las políticas públicas en la formación de docentes y
largamente larvadas en el imaginario de los profesores.
Por ahora solo me queda
reconocer públicamente este esfuerzo que como la “fe del tamaño de una semilla
de mostaza”; podrán mover montañas del tamaño de los prejuicios burocráticos,
entre otros (11-de julio de 2014).
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