Elba Esther Gordillo
Morales en su 69 aniversario
Luis Hernández Montalvo
¿Dónde quedaron sus
amigos, compañeros y aduladores?
La maestra Elba Esther Gordillo Morales solía celebrar su
cumpleaños exactamente el 5 de febrero; el día de la promulgación de la
Constitución de la República, lo hacía rodeada de sus compañeros líderes del
SNTE y amigos; de una gama de aduladores variopintos.
Desde las 4 de la madrugada llegaban a su casa de Polanco los
distintos grupos con mariachis y ramos de flores comprados en las mejores
florerías del Distrito Federal, regalos de toda especie que hacían llegar los
secretarios generales de las secciones sindicales del país, de acuerdo a la
investidura y al rango de poder sindical y político que representaba.
Elba Esther Gordillo Morales, investida de dones celestiales
recibía a los políticos de derecha y de izquierda y a todos los del espectro de
la luz solar.
Elba la líder, la bienhechora de las candidaturas de
diputados y senadores, la que “palomeaba” el reparto de las candidaturas a los
puestos de elección popular, desde las candidaturas a las presidencias
municipales hasta los apoyos a los candidatos de los gobiernos locales y de la
Presidencia de la República, la que negociaba con los gobernadores de las 32
entidades federativas los puestos en las administraciones locales de la SEP; la
que desde su puesto en el Congreso dispuso el nombramiento de algunos
Consejeros Electorales del IFE.
Elba la polifacética líder que en Julio de 1990 convocó a
intelectuales, académicos y dirigentes sindicales del país y del mundo al
Primer Encuentro Internacional de Trabajadores de la Educación para debatir los
asuntos del Estado, la Sociedad y la Educación en el Marco de las
Transformaciones Contemporáneas.
En enero de 1990 se realizó el Primer Congreso Nacional
Extraordinario para elegirse “democráticamente” en un proceso de legitimación
de su nuevo liderazgo al frente del SNTE, un espacio para recomponer el poder
sindical maltrecho por la intervención del gobierno del Presidente Carlos
Salinas de Gortari; Elba “la demócrata” que nos prometió un nuevo proyecto
sindical y que terminó por cooptar a varios líderes de la Coordinadora Nacional
de Trabajadores de la Educación; la que en los resolutivos de Tepic Nayarit se
comprometió construir un Nuevo Sindicalismo que comprendiera el momento
histórico del momento, la democratización del antiguo bloque de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas la URSS que para entonces ya era parte del
pasado o estaba a punto de desmoronarse el viejo imperio del proletariado
construido bajo la guía de Lenin.
1990 son tiempos de profundos cambios de los Estados nación.
Elba ya fue convencida por sus asesores de la necesidad de construir nuevas
prácticas sindicales si se quiere que el SNTE prevalezca al cambio de los
tiempos que se imponen por el neoliberalismo y la globalización económica.
El Primer Encuentro Internacional: Estado, Sociedad y Educación
en el Marco de las Transformaciones Contemporáneas es la primera convocatoria
del sindicalismo que no realiza la vieja costra burocrática soviética; lo hace
un sindicato, tal vez el único sobreviviente de América Latina con capacidad económica
y la fuerza numérica para convocar al mundo. Aquí llegaron “los obreros rusos y
soviéticos”, los sindicalistas de Alemania y los que un día lideró la comunista
Federación Sindical Mundial –FSM-.
A Elba le debe el SNTE el haber realizado la primera
movilización a escala regional para disputarle al Comandante Fidel Castro Ruz el
control y liderazgo de la Confederación de Educadores Americanos –CEA-; al
trasladar a la Habana en 1993 a más de 30 mil trabajadores de la educación en
el evento internacional Pedagogía 93.
Elba y su proyecto sindical fueron perdiendo fuerza y aliento
en el conflicto permanente con una oposición interna a la que no supo o no quiso
incorporar en un gran proyecto sindical incluyente, sobre la base de un nuevo
discurso y sobre todo bajo un proyecto realmente democratizador y no solo como
parte del control de las distintas camarillas a su poder personal. El discurso
de 1990 se avejentó, se hizo práctica burocrática y finalmente, se ahogó en la
corrupción y la antidemocracia, al grado de dejar en la más absoluta orfandad a
los trabajadores de la educación. Sin sindicato, sin capacidad de respuesta.
Elba pudo haber construido el poder sindical de los
trabajadores; pero prefirió hacerlo pactando con los cacicazgos regionales y
seccionales; no supo tampoco integrar en
una sola organización sindical a los trabajadores de origen estatal y federal,
ello pudo posibilitar la profundización de la descentralización de la Educación
Básica impulsada por el SNTE en 1992-93 al grado de impedir su regresión
centralizadora como ocurre en la nueva administración del actual gobierno.
Elba la madre
magnánima, la de la rigidez e inflexibilidad cuando tenía que defender su
patrimonio y su poder infinito y que la hizo olvidar que detentaba un poder
prestado, tolerado por los gobiernos con los que acordaba y pactaba al grado de
dirigir e influir en los proyectos educativos sexenales incluso, al margen de
los Secretarios de Educación en turno.
Elba y la burocracia sindical del SNTE no previeron los riesgos
del triunfo de Enrique Peña Nieto y mucho menos, midió la influencia de sus
enemigos personales para “levantarle la canasta”, “Para recuperar la rectoría del
Estado en educación”. Ahora la mujer que se proclamó líder vitalicia está en
prisión; ha sido expulsada y suplantada por sus compañeros y amigos del SNTE,
pero también, del Partido que construyó sobre bases de ilegalidad, chantajes y
compra de lealtades ahora, seriamente cuestionadas.
Al cumplir su 69 Aniversario, lo celebra en la más absoluta
soledad, viendo a los que la traicionaron como disfrutan de sus favores. Elba
está sola, sin poder controlar la ambición de sus propias hijas, nietos y
yernos. La maestra ve derrumbarse su imperio; ahora de nada le sirven los
millones de pesos acumulados durante más de 20 años, las propiedades lujosas en
México y el extranjero; ¿Dónde están sus colecciones de arte? ¿Y su obsesión
compulsiva por comprar en París?,
La ingratitud con ingratitud se paga. "El que a hierro
mata, a hierro muere" dice el refrán. ...todo tiene su tiempo sobre la faz
de la tierra, tiempo de mandar y tiempo de guardar…de recuperar la rectoria del
Estado, en lo que es asunto del Estado, la administración del poder
(18-02-2014).
No hay comentarios:
Publicar un comentario