Compañeros y compañeras del Movimiento Democrático Nuevo Sindicalismo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Este pequeño texto lo he escrito para agradecerles a ustedes que mantengan vivo el cariño por lo que llamamos en 1989 Movimiento Democrático Nuevo Sindicalismo.
La invitación a venir fue tan abierta como el dichoso Facebook. En verdad se prefiguró desde que algunos nos encontramos por nuestro propio gusto en una ocasión anterior muy parecida en eso a ésta. En verdad que en nosotros hubo nobleza y tolerancia que son valores necesarios en la práctica política sindical y de lo que se burlan los pragmáticos.
Tal vez hayamos logrado un poco o mucho pero lo hicimos combatiendo la exclusión hasta donde es posible y buscando los consensos en los propósitos de democratizar nuestro Sindicato que a la salida de Jonguitud abrió una coyuntura de tal magnitud que el Estado mexicano dirigido por Salinas de Gortari hacia preparativos para fracturarlo y pretextando reformar la educación también también en mayo de 1992 se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica; también en mayo de 1992 se firmó de descentralización educativa y una promesa de democratización del sindicato que degeneró en una reproducción de lo mismo que habíamos combatido.
La experiencia de nuestra táctica sindical tuvo relativo éxito, hasta podríamos ser patológicamente autocríticos porque no hicimos más, pero es posible que privilegiar la propuesta educativa y sindical como punto de coincidencia para que los trabajadores luchen unidos en una aportación que llegó al extremo de haber sido capaces de proponer en el Consejo Nacional en Puebla un nuevo modelo de Sindicato que quizá a la fecha hubiera sido mejorado y hubiera impedido la degeneración en cacicazgo que ahora tiene paralizadas a las dirigencias seccionales y se ha retornado al diálogo de sordos entre líderes sindicales mientras el Estado Neoliberal radicalizado prepara el nuevo modelo educativo sin que haya capacidad verdadera de respuesta.
La campaña mediática contra el magisterio de educación pública ha sido inmisericorde. No se trata solamente de algunos o algunas fuerzas sindicales: se trata de agravio a todo el magisterio para desprestigiar nuestra profesión
El Estado, desde el propio nacimiento como un Sindicato unificado a convocatoria presidencial en 1943, no ha dejado de intervenir e impedirnos participar organizadamente en los destinos de nuestra práctica profesional como es la educación. Creo que el poder del magisterio o nuestro poder verdadero está en capacidad de vinculación con el pueblo sólo comparable con el de la Iglesia, inclusive.
Las circunstancias que padece ahora la educación y el sindicalismo magisterial y que está en el centro de la polémica nacional se relaciona con el proyecto de nación de una oligarquía que responde ahora a los intereses de un mercado totalizado a nivel mundial. Por eso es de celebrarse que como pueden algunos estados de la República mantengan en pie nuestro Movimiento. Estamos allí presentes haciendo esfuerzos por participar y haciendo lo posible, pero quizás hace falta más información y coordinación. Pero no hemos venido a recriminar o enjuiciar a nadie. Recordar nuestra historia no debe ofender a nadie, Pero una de las tareas de la historia es no repetir los mismos errores y unos de ellos son totalitarismos que plastn la creatividad de alternativas que tanto se necesitan hoy.
Estamos aquí algunos de los fundadores de nuestro Movimiento jubilados ya, pero no muertos. Las pensiones no escaparán a las voraces fauces de la ambición capitalista cuyo corazón mercader no se sacia con nada y ahora es monstruosamente planetario. Ojalá este encuentro reavive el análisis y la reflexión de quienes pueden hacer mucho más que nosotros.
Hoy es un día placentero porque estamos aquí vivos todavía. El cateterismo no nos tumbó y menos nuestras convicciones.
Salud para todos.
Universidad Obrera de México.
Diciembre 17 de 2013
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