Palacio Legislativo, 15
de octubre de 2014
Boletín No. 274
Debería de
emitirse alerta generalizada por abuso y acoso sexual en las escuelas, demanda
Alonso Raya
·
De
acuerdo con la CNDH, en 14 años se han presentado 190 quejas de este tipo
·
Las
víctimas, desde educación inicial hasta media superior
·
Deben
impulsarse leyes locales que garanticen la protección de los infantes y establecer
sanciones más estrictas para los abusadores, demandó el diputado federal
En virtud del crecimiento de los casos
relacionados con abuso sexual, acoso sexual, acoso escolar, violación y
tocamientos en escuelas públicas y privadas, que han sufrido niñas, niños y
adolescentes, desde educación inicial hasta media superior; el coordinador de
la fracción del PRD en la Cámara de Diputados, Miguel Alonso Raya, llamó a las
autoridades a tomar medidas urgente para erradicar esta lamentable y delicada
situación en los centros escolares.
Luego de haber recibido, de 2000 a
2014, un total de 190 quejas relacionadas con abusos arriba citados, en las
cuales se señaló como autoridad responsable a la Secretaría de Educación
Pública y a las secretarías de educación de diversas entidades federativas, la
Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió un total de 14 recomendaciones a
la SEP, a los gobernadores y al Jefe de Gobierno del
Distrito Federal, para que tomen las
acciones necesarias para proteger la integridad de los infantes y adolescentes
en las escuelas.
Según la CNDH, las denuncias
presentadas en estos últimos 14 años, hicieron alusión a 210 agraviados de los
0 a los 17 años, de los cuales 146 fueron niñas y 64 niños; respecto a las
personas que presuntamente abusaron sexualmente de la niña o el niño, se observa
que, de los 233 presuntos agresores señalados por los quejosos, 218 eran
hombres y 15 mujeres, destacando que 107 eran alumnos y 126 formaban parte del
personal del centro escolar donde ocurrieron los hechos.
Asimismo, destacó que 1 queja fue
presentada por hechos ocurridos en educación inicial, 24 por casos suscitados
en centros de educación a nivel preescolar, 71 en primaria, 52 en secundaria,
37 en educación media superior y 5 ocurrieron en centros de educación especial.
Documentó que eran 28 los agresores o
servidores públicos involucrados en los hechos, de los cuales 21 eran hombres y
7 mujeres, quienes desempeñaban diferentes cargos en los centros escolares en
los que ocurrió el abuso, quienes se desempeñaban como profesores, prefectos,
personal de intendencia y empleados administrativos.
El Distrito Federal encabeza el primer
lugar por el número de quejas por violencia sexual escolar, con 546; seguido de
Veracruz, 190; Estado de México, 156; Jalisco, 139; y Guanajuato, 124.
Ante este panorama, Alonso Raya, de
profesión docente, consideró que las recomendaciones deben convertirse en una
especie de alerta generalizada por parte del sistema educativo nacional.
Afirmó que la alerta debe implicar una
serie de acciones preventivas en todo el sistema educativo nacional, tales como
mayores medidas de seguridad en las escuelas y alrededores, mecanismos que
permitan detectar con oportunidad situaciones de riesgo para la comunidad
estudiantil, capacitación continua al personal docente, de apoyo y
administrativo; así como de atención y seguimiento en casos de denuncias,
ampliación de los programas de educación sexual y violencia escolar para los
alumnos, involucrar a los padres de familias y a la comunidad en estas medidas,
entre otras.
Asimismo, ante la falta leyes locales
en algunos estados que garanticen la integridad de los infantes y de sanciones
estrictas que castiguen este tipo de conductas, el coordinador perredista
destacó la importancia de la Ley General
de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que discute el Congreso de la
Unión.
Entre las bondades de esta norma, el
legislador enumeró que diseña mecanismos de mediación, estrategias y acciones
para la prevención y erradicación del acoso o la violencia escolar; establece
el principio y el derecho de vivir una vida libre de violencia, crea las
Procuradurías de Protección, para una efectiva protección de niñas, niños y
adolescentes y garantiza la participación de los sectores público, social y
privado y de la sociedad civil en la definición e instrumentación de políticas
para la garantía y protección integral infantil y juvenil.
Finalmente, Alonso Raya afirmó que el
Estado mexicano tiene la obligación de proteger a las niñas y niños y
adolescentes, de garantizar plenamente sus derechos
y de cuidar su integridad, por lo que
las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos deben ser de
aplicación inmediata.
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