Reclusorio
Molino de las Flores
Texcoco, México a
16 de Octubre 2014.
Compañeros y compañeras
Hermanos y hermanas:
El pasado 9 de
Octubre tuvimos la audiencia número 12,
me acompañaron muchos compañeros y compañeras, como siempre con su presencia hermosa,
solidaria, para darle calor y luz a mi corazón; gracias. Hizo la ampliación de
su declaración el papá de la mujer cuya muerte me adjudican, respondió a
preguntas del ministerio público, no sin incidentes provocados por
inconsistencias, errores y omisiones legales en el cuestionario. El declarante,
así como la mamá de la occisa no me han
acusado ni en sus primeros testimonios ni en el desahogo de pruebas, pero
tampoco evidencian el suicidio de su hija porque tanto los peritajes forenses
como las indagaciones que ha hecho el ministerio público y la judicial se
orientan al estrangulamiento; siguen ignorando sus propios dictámenes en
toxicología con los que se demuestra el envenenamiento y consumo de alcohol, de
lo que sólo ella pudo ser responsable.
Por otro lado, seguimos
en espera de la resolución del amparo que interpusimos contra el auto de formal
prisión, le toca al Juzgado Quinto de distrito del Poder Judicial Federal.
Mis defensores han
argumentado con maestría el abuso excesivo del Juez Sergio Beristain y los
Magistrados de la Sala Primera del Poder Judicial del estado de México en la
apreciación subjetiva y en la defenestración ilegal de mis pruebas de
inocencia. Estoy seguro que el Juez Federal analizará imparcialmente esos
vicios y atentados contra el debido
proceso y mis derechos humanos; que habrá de ser congruente con el espíritu de
la perspectiva internacional pro-persona que México adoptó en tratados
internacionales y concretó en la nueva ley de amparo.
Yo, sigo en este
barco horrendo, vestido de azul, naufragando el mar de las desilusiones.
Hasta aquí llega
salvaje e inmisericorde el oleaje de la desilusión, con su espuma salada y
devastador poder corrosivo.
Des ilusión, aunque sea verdad
de perogrullo es el aniquilamiento de las ilusiones, el derrumbamiento de
imágenes construidas con fragilidad y con palabras perecederas.
La cárcel aclara
la vista para que puedas mirar el color
verdadero de la sangre, para que desoigas murmullos y escuches la estridencia
en la voz de cada quien, te limpia la ceguera que los juramentos y promesas
encarnan en las pupilas.
Ya hago casi medio año viendo
cómo se desfunda el compromiso y como se
momifica la palabra que ayer fue joven. Cuando eres útil y eres la
salvación te adoran y eres el amigo, el aplaudido, cuando eres preso, eres
sombra desvaneciéndose; así los hombres o mujeres que fueron convidados a la
primavera te mandan al inverno. En el amor la
desilusión es látigo de metal porque no hay anestésico que amortigüe el
ardor.
Si, aquí la
desilusión se replica en los setenta presos de la celda, se cuaja en los
barrotes, en las interminables riñas, en las aberraciones castrantes de los
custodios. Se hace más cárcel la cárcel, lastima mucho más la hediondez
del baño que no es baño; agrede la
risotada o la broma obtusa del interno, patea y extorsionan más las patadas y las extorsiones a los inermes
sumisos. Al director, al comandante, a los “monos”, a las jefas(gobernantes
entre internos, tolerados por la autoridad, serviles a sus negocios), amantes
del suplicio y la degradación, se une complaciente, cómplice, la desilusión;
vuelve amarga la comida, salobres las aguas del aseo, que raspan más la sed.
¿Por qué no existe
la magia, que desvanezca la rabia, la desazón, el desasosiego de la desilusión?
¡Abrazo que no quiere desilusionar!
Oscar
Hernández Neri.
P.D. Saludos y felicitaciones a toda la banda del
poli porque está pronto su triunfo.
¡Viva la
solidaridad del pueblo, de los universidades y de las escuelas Normales con los
familiares y compañeros de los desaparecidos de Ayotzinapan.
¡Vivos se los
llevaron, vivos los queremos!
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