Servicio
profesional de carrera docente
Luis Hernández Montalvo
El sábado
primero de diciembre se inauguró el arribo de un nuevo gobierno de la República
presidido por el licenciado Enrique Peña Nieto; apenas unos minutos después de
haber jurado ante el Congreso de la Unión, da a conocer un plan de gobierno de
cinco ejes y trece decisiones presidenciales.
El tercer
eje del gobierno se propone impulsar una reforma educativa para: “… lograr
un México con educación de calidad para todos. Ese país que podemos ser, hará
frente a los rezagos educativos, para estar al nivel de las naciones
desarrolladas”.
Ante un auditorio selecto en
donde prevalecen los organismos de la sociedad civil organizada como los
empresarios, líderes sindicales, organismos religiosos y líderes políticos; el
Presidente se compromete al impulso de una nueva política educativa sin mencionar
al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y a los líderes que durante
los últimos veinte años se arrogaron la paternidad-maternidad de la políticas
públicas en la materia de educación básica.
¿Acaso estamos ante un nuevo
paradigma frente a esquemas anacrónicos que ya demostraron su agotamiento frente
a la sociedad, los maestros y la opinión pública?
Todo parece indicar que la
incorporación del licenciado Emilio Chuayffet Chemor al frente de la Secretaría
de Educación Pública y el posterior nombramiento de los trece funcionarios del
servicio educativo sin ninguna referencia al SNTE; permite ver la incorporación
de actores diversos que buscará
armonizar en un cuerpo de funcionarios lo menos cuestionable desde el punto de
vista moral y que a la vez, sea capaz de motivar al magisterio y a la sociedad
en la construcción de nuevos consensos para el logro de los objetivos y metas
trazadas en la nueva política educativa sexenal.
El Presidente
ha sido muy contundente en el esbozo se su política educativa cuando afirma: “Con
esta reforma educativa, se establecen las bases para el Servicio Profesional de
Carrera Docente. Habrá reglas claras y precisas, para que todo aquel que aspira
a ingresar, permanecer y ascender como maestro, director o supervisor, lo haga
con base en su trabajo y sus méritos, garantizándoles plena estabilidad laboral”.
Ahora bien; la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) de
la que ahora en adelante, es probable que ya nadie mencione por su nombre, ni nadie o casi nadie salga en
su defensa, abrió espacios para que los miembros de la sociedad civil
intervengan en los cambios educativos y que ahora, buscarán incorporar sus
avances en una nueva reforma al Artículo Tercero Constitucional que garantice
que:
… dejará de haber plazas vitalicias y hereditarias en el Sistema
Educativo Nacional. Esta reforma, también incluye la creación del Sistema
Nacional de Evaluación Educativa, que identificará, de manera objetiva e imparcial,
las necesidades de mejora de maestros, directores, supervisores, escuelas y
autoridades. Adicionalmente a la reforma, he instruido al Secretario de
Educación Pública solicitar al INEGI la realización de un censo de escuelas, maestros
y alumnos. Esta información, que hoy no se tiene, será la base de datos
necesaria para lograr una operación más eficiente y transparente del sistema
educativo de nuestro país.
¿Qué significa “dejará de haber plazas vitalicias”? ¿Significa
el fin de las plazas de base tal como las conocemos ahora para dar paso a un
nuevo esquema de plazas por contrato –de las que por cierto ya existen el sector?
Las reacciones no se han hecho esperar y una parte de la
sociedad civil acuerpada en el organismo de tendencia patronal y empresarial ha
echado las campanas a vuelo y llaman a apoyar una reforma que mejore el logro
educativo. Estas son las percepciones de “Muévete por la Educación” sobre la
nueva Reforma Educativa en puerta:
“En
el discurso del 1º de diciembre del Presidente Peña Nieto y posteriormente en
el Acuerdo por México firmado por el Presidente con los dirigentes de los tres
principales partidos de nuestro país, quedan retomadas exigencias centrales
planteadas por Muévete por la Educación desde el 20 de noviembre de 2010, en
especial: crear un servicio profesional del magisterio y establecer un sistema
de evaluación educativa que contribuyan a la mejora de la calidad de la
educación y rompan la injerencia indebida de la cúpula del SNTE en la política
educativa”.
Pero por
otra parte; no solo son estos organismos de la sociedad civil en México como
Muévete por la Educación y Mexicanos Primero y las visiones e intereses que
confluyen en su organización y posterior desarrollo político; sino también se
encuentran los de carácter internacional como la OCDE; que el 12 de septiembre
del año en curso, hizo llegar un documento al presidente electo Enrique Peña Nieto
denominado: México, mejores políticas para un desarrollo incluyente en donde se
plantean los desafíos sobre las políticas públicas en México, de las que
destacan:
Programa
Internacional para la Evaluación de estudiantes (PISA) y las áreas que pueden
mejorar:
Calidad
de los docentes.
La necesidad
de mejorar el liderazgo escolar y la calidad de los docentes y pone de
manifiesto algunos avances como: la selección y asignación de plazas,
reconocimiento y compensación económica; capacitación a directores y elogia el
examen universal en educación básica y llama a consolidar los estándares de
desempeño docente.
El documento:
México, mejores políticas para un desarrollo incluyente; da a conocer sus cinco
propuestas concretas: Continuar con la ampliación de la cobertura educativa;
fortalecer la inversión en la eficacia de los maestros; aprovechar mejor la
información sobre el desempeño de los estudiantes para evaluar escuelas y
garantizar mejoras en las áreas necesarias; Fortalecer el sistema de educación
y formación profesional y Mejorar el financiamiento a la educación superior.
No nos
queda duda de que estamos ante la construcción de un nuevo modelo de reforma
educativa y la nueva administración debe hacer un esfuerzo adicional para
convencer a la comunidad educativa del país de que ahora si, no se trata de un
nuevo parche, que los cambios, no serán arreglos cosméticos, que la reforma
viene a fondo a través de cambios estructurales que dejen a un lado los vicios
y la estela de corrupción que por largo tiempo han representado los líderes del
SNTE.
Vamos
a ver cual será la reacción de los líderes del SNTE, pero sobre todo de la
Primera Presidenta del Consejo General para el Fortalecimiento de la Educación
Pública; autoproclamada en días pasados durante la celebración del VI Congreso
Nacional Extraordinario del SNTE y su influencia en el actual Congreso de la
Unión, tanto con los legisladores que vienen del Partido Nueva Alianza como de
los amigos de las otras fracciones parlamentarias.
Por lo
pronto; podemos advertir que la política educativa del nuevo gobierno, no contempla la resolución de los problemas a
través de Acuerdos políticos con el SNTE; pero una cosa son los líderes y otra
muy distinta el magisterio esa gran masa anónima hasta ahora ignorada que
tendrá que concretar las políticas en el terreno de los hechos. Por eso, no
podemos dejar de señalar que ninguna reforma podrá tener éxito, sin el apoyo y
concurso de los maestros mexicanos de educación básica. (7-12-2012).
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