Ma. Antonieta, una princesita austriaca mandada a casarse con el Rey Luis XVI, se gastó lo que quedaba en las arcas del trono francés en plena decadencia y crisis de hambruna para el pueblo.
Llegó a tener un vestido nuevo por cada dos días del año y acompañado de de todo el atuendo: zapatillas, encajes, pelucas, sombrillas, bolsos, pañuelos, máscaras y joyas de verdad y visitaba asiduamente los casinos de París.
Ella como las ladies de EPN y televisa, no era consciente de lo ...que causaba a la economía de su país adoptivo, ni de lo que se avecinaba. Finalmente perdió su hermosa y juvenil cabeza junto a su marido y cientos de nobles de la corte.
Hablamos de 1789 cuando no había televisión, pero sí miseria, hambre e injusticia; cuando no había partidocracia servil, pero sí una burguesía letrada y revolucionaria; cuando no había petróleo ni gas, ni electricidad, pero sí colonias qué explotar. La historia nos enseña que el pasado es el presente y el presente es el futuro, nada se desperdicia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario