La Rotonda de Coahuilenses distinguidos, rotonda del olvido y de propuestas facciosas
Guillermo Orozco Rodríguez
Muy a pesar de que su nombre oficial es “Rotonda de Coahuilenses Distinguidos”, aún subsiste el enunciado que enmarca dicho apartado en el Panteón Santiago de la Capital del Estado de Coahuila que reza: “Rotonda de los Hombres Ilustres”. Y efectivamente, son 26 tumbas las que se encuentran ocupadas por hombres sobresalientes del Estado de Coahuila, algunos de ellos cuyo traslado se debió a intereses ideológicos o facciosos del gobernador en turno.
Esos 26 ciudadanos que desde el 15 de febrero de 1910, fecha en que se emitió el Decreto No. 1118, por el XXI Congreso Constitucional de Coahuila, y que han merecido la distinción de que sus restos reposen en dicho recinto se clasifican en: Nueve educadores, Apolonio M. Avilés, José García Rodríguez, Rubén Moreira Cobos, Leopoldo Villarreal Cárdenas, Carlos Espinoza Romero, José Rodríguez González, Severino Calderón González, Federico Berrueto Ramón e Ildefonso Villarello Vélez; Un filántropo, Antonio Narro Rodríguez; Un pintor, Rubén Herrera Flores; Un poeta, Manuel Acuña Narro; Dos ex Gobernadores, Nazario S. Ortiz Garza y Óscar Flores Tapia; Un historiador, Carlos Pereyra Gómez; Cuatro Generales revolucionarios, Adolfo Huerta Vargas, Jesús Carranza Garza, Lucio Blanco Fuentes y Vicente Dávila Aguirre; Cinco militares de carrera, mayor Salvador F. Treviño, Capitán Primero Ignacio Peraldí Carranza, Teniente Abelardo Carranza Strasburguer y Generales Andrés S. Viesca y Victoriano Cepeda Camacho; y Dos abogados Juan Antonio de la Fuente y Francisco García Cárdenas.
Es facultad exclusiva del Titular del Ejecutivo del Estado, proponer al Congreso la designación de quienes reciban dicho reconocimiento por “los servicios prestados a la Patria y al Estado, y su destacada participación en las ciencias, las artes liberales y la industria” según reza la iniciativa de ley que hace 105 años creó la Rotonda de los Hombres Ilustres de Coahuila, es lógico entender que tal distinción ha estado supeditada a la visión muchas veces limitada en cuestiones históricas, de los mandatarios en turno, o por cuestiones ideológicas, o intereses de los grupos políticos que han detentado el poder en el Estado, es así que se han trasladado a la rotonda restos de personajes cuyos méritos sobresalientes están en duda o también se han cometido grandes injusticias con destacados e ilustres coahuilenses para quienes a pesar de tener los méritos suficientes para recibir tal distinción, han estado cerradas las puertas del recinto que el Estado tiene destinado para rendir homenaje a sus grandes hombres y mujeres distinguidos.
Es así que no han alcanzado dicho merecimiento personajes como: el Ing. Vito Alessio Robles, poseedor de un curriculum vitae impresionante, este destacado militar, periodista, historiador y político que destacó por sus trabajos de investigación sobre el pasado de Coahuila, está considerado como el más grande exponente de la historiografía estatal.
Faltan a reserva de que el punto de acuerdo del congreso estatal, por orden de Gobernador así lo determine, que se honre a los Generales Raúl Madero González, Eulalio Gutiérrez Ortiz y Luis Aguirre Benavides.
Están ausentes también en el campo de la literatura los escritores Artemio del Valle Arizpe y el sampetrino cronista del soldado Francisco L. Urquizo. Además de poetas, aviadores, actores y otras personalidades.
En el colmo de la discriminación y a pesar de que ahora se le denomina Rotonda de Coahuilenses Distinguidos, a 105 años de su existencia el lugar no cuenta entre sus tumbas con los restos de una sola mujer. Faltan ahí mujeres de la talla de Magdalena Mondragón y Enriqueta Ochoa entre otras.
Independientemente de no promover el ingreso de nuevos personajes, el lugar ha quedado en el olvido, pues casi la mitad de las tumbas requieren urgentemente trabajos de mantenimiento.
Uno de los pretextos para no promover el ingreso de nuevos personajes es la falta de espacio, a pesar de una importante propuesta que hiciera el entonces diputado local Loth Tipa Mota Natharen, el 1 de septiembre de 2011 de cambiar el nombre de la Rotonda de los Hombres Ilustres, por el de Hombres y Mujeres distinguidos de Coahuila para considerar a reconocidas mujeres e incluso la iniciativa de crear un nuevo espacio para este fin, su propuesta quedó sólo en buenas intenciones.
Otro de los grandes ausentes de la Rotonda de Coahuilenses distinguidos es el ilustre educador lagunero, periodista, escritor y luchador social Profesor José Santos Valdés.
Es por eso que a iniciativa de sus discípulos, exalumnos de escuelas normales rurales, en especial de la normal de San Marcos; Zacatecas, se le hizo una petición formal al entonces gobernador del Estado Profr. Humberto Moreira Valdez, de que sus restos ingresaran a la rotonda.
Con la frivolidad que le que le caracterizó durante su mandato, el 13 de mayo de 2010 el mencionado gobernador del estado dio el visto bueno a la iniciativa presentada por los normalistas, prometió además sin que se lo pidieran la ampliación de dicho recinto y de ser necesario la creación de otro, la construcción de un parque ecológico-museo en el rancho Camargo (lugar donde nació el Profesor Valdés) enclavado en el Municipio de Matamoros, la construcción de más monumentos erigidos en su memoria, una sala denominada José Santos Valdés en el muso del Normalismo de la capital del Estado y un premio al mérito académico con ese nombre.
La sorpresa de los normalistas muchos de ellos militantes de izquierda no daban crédito a lo que el mandatario de manera espontánea se comprometió, a tal grado que salieron convencidos de que estaban frente a un personaje fuera de serie, un mandatario de ideas avanzadas, con una gran sensibilidad sobre la importancia de la historia y sus hombres.
Y todavía el frívolo mandatario logró, pues al fin era quien mandaba ante la evidente falta de división de poderes, que con fecha 22 de octubre del mismo año 2010, el Congreso local emitiera un DICTAMEN por parte de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales de la Quincuagésimo Octava Legislatura en relación a la Iniciativa de decreto para que se autorizara la Inhumación de los restos del Profesor José Santos Valdés García de León, en la Rotonda de Coahuilenses Distinguidos del Panteón Santiago de esa Ciudad Capital.
En 2015 a cinco años de la promesa de Moreira Primero a los maestros normalistas, ni se construyeron más monumentos en honor a José Santos Valdés, ni funciona la sala prometida en el museo del normalismo, ni se creó el museo - parque ecológico en el rancho Camargo, ni existe el premio al mérito académico con su nombre, ni se amplió el actual espacio de la rotonda, ni se construyó una nueva, mucho menos se ha cumplido con el dictamen del 22 de octubre de 2010 que ordenan la inhumación de sus restos en la rotonda.
Estamos seguros de que José Santos Valdés de vivir, no hubiese aceptado que mandatarios de la calidad del que nos estamos refiriendo hubiesen lucrado con su nombre y su prestigio. Es más su pluma flamígera que como periodista honesto siempre lo caracterizó estaría denunciando los actos de corrupción y mal gobierno de la dinastía de los Moreira, José Santos Valdés no es personaje de rotondas, es patrimonio de Maestros normalistas comprometidos con el pueblo.
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