domingo, 20 de noviembre de 2011
Evaluación Universal: Un espacio de lucha Luis Hernández Montalvo
No cabe duda que la educación pública es uno de los espacios privilegiados en la actual disputa electoral.
La reciente alianza electoral entre los Partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista de México y Nueva Alianza para postular a un solo candidato a la Presidencia de la República y acordar marchar juntos en una alianza en 126 de los 300 Distritos Electorales; así como, en 20 de las 64 fórmulas de primera mayoría en el Senado de la República, confirma la tendencia a un reacomodo de fuerzas en función de la preservación de privilegios.
¿Cuál es hoy el poder del sindicato de los trabajadores de la educación? Si bien el que acudió a la cita formal para la firma de la Alianza “Compromiso por México” por parte del Partido Nueva Alianza fue su Presidente el señor Luis Castro Obregón, las negociaciones previas, los acercamientos y el acuerdo político, fue un proceso largo y accidentado aún antes de que el señor Alberto Moreira fuera designado Presidente del PRI.
Sin embargo; el poder real del SNTE no radica en el número de sus miembros, ni en la formalidad de su estructura burocrática, sino en las experiencias individuales y colectivas que tienen sentido y surgen de la reflexión y del apoyo mutuo.
Algo de lo que no quiere entender la Presidente del CEN del SNTE; es que los trabajadores de la educación siguen siendo un sindicato unitario, aunque ya no único; así lo confirman las acciones recientes de cientos de trabajadores que han iniciado un proceso de organización desde la base, desde los centros escolares, para demandar a la SEP y al SNTE la cancelación de la certificación y la evaluación universal, contenidas en el Acuerdo 578 emitido por el Secretario de Educación Pública Alonso Lujambio Irazabal con la complacencia de la señora Elba Esther Gordillo, Presidente del SNTE.
Los colectivos del sindicato están nuevamente en movimiento. El Heraldo de Chihuahua del 4 de noviembre informa que maestros del sector 6 del sistema federalizado de educación primaria se encuentran inconformes por las reformas al sistema de estímulos de Carrera Magisterial, por considerar que rompen con sus derechos laborales.
Las mantas colocadas en los edificios escolares, son testigos y expresión de un descontento que se suma al de los 51 mil trabajadores de educación básica que este 18 de noviembre interpusieron una demanda contra la SEP y el SNTE, para impedir la puesta en marcha de la evaluación universal de docentes y directivos.
Por otra parte, la Alianza por la Calidad de la Educación, suscrita en mayo del 2008 como parte de acuerdos políticos entre la Presidente del SNTE y el Presidente de la República, han venido a poner en evidencia su fragilidad con el rompimiento de una relación que ahora se muda al Partido Revolucionario Institucional, abandonando la alianza tácita con el PAN.
La Alianza “Compromiso por México” ya ha tenido reacciones de descontento entre sectores importantes del PRI, que miran como regresa la maestra Elba Esther, quien fue uno de los factores responsable de la derrota electoral de las dos últimas gestiones gubernamentales.
Por ahora, un movimiento de miles de trabajadores de la educación, han interpuesto una demanda ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, para demandar básicamente:
“ Las reclamaciones de los profesores son: el cumplimiento de la legislación laboral; el reconocimiento de sus derechos adquiridos de estabilidad laboral, contratación, promoción y permanencia indefinida en el empleo; la inamovilidad de los maestros en su puesto, así como, la nulidad y cese de los efectos y alcances jurídicos de la certificación y evaluación de competencias que establecerá la SEP a los demandantes, al igual que, la no aplicación de ninguna prueba de evaluación o certificación de los profesores en su trabajo, en virtud de que dicha evaluación y pruebas implican renuncia de los derechos laborales”.
Conforme transcurren las horas y los días, el descontento de los trabajadores crece, sin importar la militancia política en los partidos, el interés mostrado en las redes sociales por los procesos jurídicos, rebasan cualquier expectativa de considerar a los trabajadores como entes pasivos y muestran hasta qué punto pueden ser vigentes los objetivos del sindicato como expresión de los trabajadores.
Esto no lo puede pasar por alto la oposición que buscará articular alianzas y apoyo mutuo con los sectores sociales, al margen de los líderes formales del SNTE.
De manera inédita, los trabajadores de la educación recurrirán por primera vez en la historia de la educación pública en sus 90 años de existencia; -eso creo yo- a las instancias jurídicas para frenar lo que consideran una agresión frontal a su materia de trabajo, sin que los líderes del SNTE puedan impedirlo y con el apoyo, asesoría y solidaridad de la Unión de Juristas de México, han ido construyendo una argumentación que está creando expectativas que pondrá en tensión el proceso electoral que está ya en marcha.
¿Qué argumentan los demandantes?
“La estrategia del gobierno federal y la SEP es la de privatizar la educación, reajustar el presupuesto educativo, que implica la congelación de miles de claves de los jubilados; la sustitución de plazas base por plazas de honorarios, la compactación de grupos y, la implantación de una gestión educativa empresarial, según el Acuerdo 592 diseñado por organismos como la OCDE y la Universidad de Londres, que la dirección ilegítima del SNTE, ya aceptó, traficando con los derechos de los trabajadores de la educación, con el fin desmembrar la lucha democrática y congraciarse con el régimen neoliberal”
Por lo pronto, el Acuerdo pactado en junio de este año, ya tiene una reacción para impedir que a partir del mes de mayo del 2012, se aplique la primera etapa de la evaluación universal a los profesores de educación primaria, escalando el 2013 para la aplicación de la evaluación a los profesores y directores de las escuelas secundarias hasta completar en el 2014 con los trabajadores de educación preescolar.
Y mientras esto ocurre, los líderes del SNTE se encuentran más preocupados por las alianzas electorales y por construir la estructura electoral del Partido Nueva Alianza, que por los intereses de sus representados, al grado de suspender prácticamente el Congreso Nacional de Educación y la renovación de los Comités Ejecutivos Seccionales.
El SNTE y la escuela pública se convierten en esta realidad en una arena de disputa de los partidos políticos, pues saben de su importancia en la inserción de la sociedad, en la construcción de consensos con grupos locales y regionales.
Muy pronto las cosas van a cambiar y con ello, las percepciones y los cálculos políticos de quienes se creen dueños del sindicato y de la voluntad electoral de los maestros, por lo que la campaña electoral pondrá en movimiento a fuerzas políticas y sociales que levantarán sus demandas con fuerza como:
“…las mejoras laborales, contra el charrismo sindical y por la transformación democrática del país. En la pelea contra la Ley del ISSSTE, en la disputa contra las Afores, en la lucha contra la reforma laboral, los profesores y los juristas hemos demostrado nuestra capacidad de lucha y organización, por ello, hemos celebrado un convenio de colaboración para la presentación masiva de las demandas…”
Finalmente, el Partido Nueva Alianza tendrá que demostrar a sus aliados que puede garantizar no solo una votación copiosa a la alianza en turno; sino que además, el SNTE-PANAL, no se convertirán en un estorbo y en un dolor de cabeza para el que resulte candidato de la Alianza “Compromiso por México”
¿Cómo silenciar las voces como las de la senadora María Elena Orantes López? ¿Cómo les explican la alianza a los ex candidatos a la Presidencia de la República Horacio Labastida y Roberto Madrazo? La evaluación universal, los cambios en los criterios para ingresar y permanecer en Carrera Magisterial, son apenas un pretexto que se convierten en espacio de disputa electoral.
http://dialogoentreprofesores.blogspot.com/
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