Reclusorio Molino de las Flores
Texcoco,
Estado de México a 17 de Abril del 2015
AUDIENCIA
25
Hace ocho años decidió quitarse la
vida y con ello nos contagió de muerte; no hay conjeturas suficientes para
explicar y la resignación no alcanza
para tanto amargo. Tenía que encontrarla para evitarlo pero llegue tarde, el
veneno que se inyecto en las venas ganó
la carrera a su corazón. El cuerpo llegó
a la morgue y con roturas de necropsia se entregó a los padres y a su hijo. Era evidente para todos
el suicidio pero mientras era velada, el
forense y el criminólogo anunciaron
estrangulamiento con las manos; los judiciales querían un culpable, querían
dinero. El río revuelto expulso sus aguas podridas e inundó mi nombre. Toda
evidencia fue ridículamente ignorada, solo había una consigna, la misma que hoy
me mantiene en esta celda.
En días pasados ingresamos un
peritaje en medicina forense y otro en
criminología, en ellos se clarifica científica y técnicamente, paso a paso,
como el Ministerio Publico, el Juez Primero y la Sala Penal se sirvieron de
dictámenes amañados para inculparme, demuestran que su muerte estuvo causada
por una asfixia generada por la autoaplicación de barbitúricos e ingesta de
alcohol.
Con
lujo de detalles desmienten a los juzgadores y acusan a los peritos oficiales
de falsos, de ineptos y corruptos.
Dijeron
que fue estrangulada, pero no hay huellas de estrangulamiento, que fue golpeada
y no hay huellas de golpes, que fue atacada y no hay huellas de defensa.
Sigue saliendo a flote la verdad a
la que tanto temen los abyectos funcionarios del gobierno. Sabemos que seguirán
anclados en su contumacia porque se erigen aparato de justicia, pero ellos
saben también que cada día que paso en
la cárcel es una responsabilidad que se agrega a la suma de abusos y
arbitrariedades.
Nuestra defensa legal, nuestro
Plantón, nuestra lucha cotidiana, están reventando al tripaje fétido del
sistema de justicia y por ello hay que acelerar el paso con paciencia, con
tacto honesto y fraternal.
Aquí en el reclusorio les tengo dos
nuevas: antier cambiaron al Director y hace quince días me reubicaron de celda,
ocupo la número 6 del dormitorio uno, de servidores públicos, así le dicen.
Estoy mejor que antes y se lo debo a las gestiones, a la inagotable lucha y
solidaridad de nuestros compañeros y familia, gracias.
En una quincena cumpliremos un año
presos, un año de esfuerzos y gestos humanos; el año más desértico y salobre de
mi vida, pero también el más fantástico
alumbramiento de mi ser, anidado
con amor, con arrullos solidarios, con
lecciones sempiternas, con manos y razones inesperadamente perfectos. Nos
ilumina el porvenir y por eso hay que congregarnos.
El jueves 30 de Abril juntémonos
para asistir al corazón que crece, con cantos, con palabra, con juegos y con
denuncia. Que asistan los muchachos y las chicas con sonrisas; que venga la
risa y el coraje; que no falte el desasosiego para poder gritar, aniquilar los
silencios donde se esconden los jueces, los custodios y los procuradores; para derrotar sus cuentos
absurdos y para enviar a la luz esos lenguajes enfermos que esconden en actas y acuerdos; para
extender el puente rebelde hasta los
paisajes honestos y justos; nada hay que
temer, caminamos ya la era de las vías inauguradas, la era en que nos hacemos
grandes en unión con la causa humana y con la ciudadanía que actúa, que se
mueve.
Así sea, por la justicia y la
solidaridad.
Abrazos,
Abrazos, Abrazos.
Oscar
Hernández Neri
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