El gerente de un mineral en Moris, me decía que en la secundaria, los alumnos no aprendían a redactar informes y que no entendían los formatos que los supervisores manejaban.
Esto lo recordé viendo los formatos que los profesores tendrán que llenar para justificar su trabajo y los aprendizajes de sus competentes alumnos.
En los años setenta, cuando se vino una reforma que presagiaba lo que hoy sucede, los formatos de la preparación mensual, semanal y diaria, se llenaban con números y letras.
Ni uno entendía lo que llenaba, menos el director y menos el supervisor, los informes de fin de cursos se tenían que llenar usando una nomenclatura muy similar a la que se usaba en las maquiladoras.
Dice la teoría marxista que despojar al trabajador de la esencia de su trabajo, es el primer paso de la enajenación que surtirá efecto en la sumisión y la docilidad de la sociedad.
No es la "Evaluación" el fondo de las reformas, eso, la examinación, es apenas el principio.
Los profesores tienen necesidad de ser muy creativos, no solo en su trabajo diario, sino en la lucha por sus derechos.
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