La reforma a las
escuelas normales: tardía y sin aliento
Luis Hernández Montalvo
El anuncio de una nueva reforma
curricular a las escuelas normales ha llegado al final de un sexenio y después
de la gestión de tres Secretarios de Educación Pública.
El Acuerdo Secretarial 649 por el que se establece
el Plan de Estudios para la Formación de Maestros de Educación Primaria; fue
hecho público el 8 de agosto del año en curso en el Diario Oficial de la
Federación. Acuerdos similares contemplan las reformas a los planes de estudios
para la formación de maestros de prescolar y para primaria y prescolar Intercultural
Bilingüe.
No conocemos la reacción de la “comunidad
normalista”, tampoco sabemos nada de las discusiones; -si estas tienen lugar-
en los cursos de capacitación previos a su implementación y sabríamos menos si no es por el movimiento emprendido
y protagonizado por los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Vasco de
Quiroga”, de Tiripetío Michoacán; y posteriormente secundado por los
estudiantes del resto de las Escuelas Normales Rurales organizados en la FECSM.
El descontento de los estudiantes
normalistas que provocó un movimiento estudiantil local en el estado de Michoacán;
pronto escaló el plano nacional y después de un mes de suspensión de clases,
las autoridades federales y estatales, alumnos y maestros firmaron una minuta
de acuerdo que pone fin al movimiento y que deja un saldo nada positivo para
las partes en conflicto: 49 estudiantes normalistas consignados por un juez en
Michoacán, 176 estudiantes detenidos, nueve policías lesionados y 13 unidades
de transporte incendiadas.
En el documento de la reforma se
ajusta el actual plan de estudios y se incorpora el aprendizaje por
competencias; además de insistir en “…fortalecer las capacidades de los
maestros para la enseñanza de la investigación, la difusión, competencias
docentes e investigativas que requiere la práctica profesional”.
¿Y los formadores de los futuros docentes? Seguramente
que las estadísticas hablarán y en el registro profesional de los formadores
encontraremos a profesores con los grados de maestría y doctorado y en no pocos
casos en el área de investigación educativa y pedagógica, pero sin las
competencias básicas para emprender un
proyecto de investigación en las escuelas normales.
Se dice en el documento de la
reforma –por primera vez y con un retraso de por lo menos dos décadas “Incorpora
a la malla curricular un conjunto de recursos optativos que diversifican las
alternativas de formación de los estudiantes normalistas, de acuerdo con su
interés y necesidades, así como a proyectos y posibilidades institucionales”.
El descontento aparente de los
normalistas michoacanos radica en el hecho de que la reforma curricular de las
escuelas normales contempla una modificación de la duración de las carreras; el
desarrollo de programas de formación en diversas modalidades con apoyo de las
TIC; el uso de las TIC como recursos de aprendizaje; la aplicación de
estrategias de aprendizaje basadas en el uso de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación de acuerdo con el nivel escolar de sus alumnos;
se busca que los estudiantes normalistas –los urbanos, los rurales y los del
programa intercultural bilingüe- promuevan el uso de tecnología entre sus
alumnos para que aprendan por si mismos; y dentro de las nuevas competencias
docentes, se pretende que los futuros profesores puedan emplear la tecnología
para generar comunidades de aprendizaje y el uso de la tecnología para crear
ambientes de aprendizaje.
Pero también ha disgustado a los
estudiantes el “…trayecto de una Lengua adicional. El Acuerdo Secretarial es
más específico al respecto “Para garantizar el aprendizaje del Inglés como
lengua adicional, se utilizaron los niveles de dominio del Marco Común Europeo
de Referencia” ¿Y los maestros formadores con el dominio de la Lengua Inglesa
requeridos?
Hasta hoy; no parece haber un
cuestionamiento articulado a la Reforma Curricular por parte de los normalistas
de Michoacán y desconozco si la Federación de Estudiantes Campesinos
Socialistas de México tienen alguna posición al respecto; sin embargo, la
minuta firmada entre los estudiantes en movimiento y las autoridades; solo
refleja lo que ya se encuentra establecido en el propio Plan de Estudios
propuesto por la Reforma y por lo contrario, hay un saldo negativo al colocar a
más de un centenar de estudiantes en el riesgo de no poder tener plaza al
egresar por haber sido procesados.
Antes de escribir estas notas,
ingresé a las páginas de Facebook de las Escuelas Normales Rurales que ya se han
construido y les coloqué la siguiente nota en sus muros:
“Se que
más de uno de los que están leyendo este mensaje son estudiantes normalistas
rurales o profesores normalistas; por lo que les pregunto:
¿Qué opinan de la firma de la minuta de acuerdo entre las autoridades y los normalistas rurales sobre las asignaturas de las TIC y el Inglés en la formación de los futuros docentes de México?”
El silencio ha sido total, los muros guardan
silencio, lo mismo en las páginas de las normales rurales como en las Escuelas
Normales Urbanas –incluyen al Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla
y a la Benemérita Escuela Nacional de Maestros.
Yo espero
que con la incorporación de los programas de formación en diversas modalidades
con apoyo de las TIC al Plan de Estudios; las Escuelas Normales puedan acceder
a programas de computación y sobre todo, para que el uso de Internet, no sea
una aspiración en el discurso político de quienes dirigen la educación de mi
país.
El BINE, es un claro ejemplo de lo aquí descrito,
a pesar de los millones de pesos invertidos y de tratarse del principal centro
de formación de profesores en el estado de Puebla, el Internet aún no sea una
herramienta –institucional- a la que puedan acceder los miembros de la
comunidad normalista. (1-11-2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario