Con admiración los saludo en esta fecha conmemorativa, y les adjunto un fragmento de "caso de vida" de uno de los tantos egresados de esa honorable institución.
Chihuahua Chih. Otoño del 2012
El profesor Roberto Maldonado González fue mi maestro en sexto grado y me tocó proponerlo como ejemplo típico en una investigación iniciada en el CCHEP, coordinada por el antropólogo Jorge Carrera Robles, para un documento titulado: "Voces de Siempre".
He sido un colaborador de "La Hoja" porque desde niño traté de acercarme a los que tuvieron el privilegio de pertenecer a la Escuela Normal Rural, que le imprimió calidad artística, deportiva, política y pedagógica a la región sur de Chihuahua, donde "sentó sus reales" para extenderse a toda la República Mexicana. A mí me tocó vivir en su zona de influencia, y traigo impregnadas las emociones de momentos en los que unos adolescentes flacuchos apabullaban a las leyendas deportivas y se ganaban genuinamente el cariño de los aficionados contrarios.
También fui testigo del coraje que provocaron de parte de dos o tres fanáticos religiosos cuando ponían en tela de juicio sus tabúes y prejuicios ancestrales, o de otros tantos politiqueros rancios que opinaban en su contra cuando exigían sus derechos y prerrogativas como becados. (hubo un tiempo en que decir Salaicino equivalía a decir "comunista come niños").
Como era de esperarse, un día, a finales de los sesentas, nos mataron esa esperanza: el Régimen se decidió y truncó toda formación de jóvenes que tendieran a participar en la transformación de la sociedad mexicana; ganaron los que deseaban borrar del mapa ese bastión. Desde entonces los ideólogos del sistema se dedicaron a localizar a "los malformados" para sofocar o desviar los movimientos que generaran. A pesar de todo, Los salaicinos siguen brillando en la cultura chihuahuense y, en ocasiones, aparecen a la cabeza de acciones sindicales y democráticas significativas, aunque también sobreviven los que, por acomodaticios, los absorbió el sistema al grado del servilismo.
En esta ocasión, nos toca destacar las virtudes y los logros de quienes se sienten orgullosos de haber pertenecido a una institución formadora de maestros que los influyó en su conciencia social para que sus enseñanzas perduren y se extiendan hasta las actuales generaciones.
¡Viva la Asociación de Ex estudiantes de la Escuela "Abraham González" de Salaices, Chihuahua ¡
Chihuahua Chih. Otoño del 2012
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