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lunes, 12 de agosto de 2013

Los Consejos Técnicos Escolares Luis Hernández Montalvo


Los Consejos Técnicos Escolares

Luis Hernández Montalvo

“Esta neutralización, por una burocracia dominante, de toda vida intelectual y artística, de toda investigación, de toda contradicción, de toda formación, llega a vaciar desde dentro las instituciones de autogestión, en las que se restablece una nueva burocracia”

LABROT, Michel, Pedagogía Institucional.

 Circula en las redes sociales un video editado por la Dirección General de Desarrollo de la Gestión e Innovación Educativa, en donde se explica la organización general de los Consejos Técnicos Escolares como un sistema básico de mejora educativa para el ciclo escolar 2013-2014.

Es a partir de los Consejos como se pretende: “mejorar el aprendizaje en lectura, escritura y matemáticas”. Los Consejos no mencionan lo que debe hacerse con las otras actividades y disciplinas de enseñanza. Se dice que dichos Consejos Técnicos Escolares y de Zona buscan el fortalecimiento de la supervisión escolar. El maestro Germán Cervantes Ayala reconoce que la idea no es original y los maestros de escuela, lo sabemos mejor que él. No  presenta un análisis previo, que permita ver objetivamente las condiciones institucionales para que ocurra la nueva exigencia de la Secretarían de Educación Pública.

En opinión del funcionario, los antecedentes de los Consejos Técnicos Escolares tienen su origen en 1997-1998 cuando se establece por primera vez un espacio para el trabajo colegiado de los maestros. En las escuelas, a través de los Talleres Generales de Actualización los llamados TGA, de dudosa calidad y de nulos resultados en el mejoramiento de la calidad educativa. De manera superficial se mencionan los Cursos Básicos entre 2009- 2010. Cada maestro puede escribir su experiencia y sus frustraciones de un intento fallido, de los “facilitadores”, de los materiales, de la calidad académicas de los reproductores de los cursos.

Ahora estamos en el inicio de un nuevo ciclo escolar y también, ante una nueva iniciativa que se dicta desde el centro del país y que se impone como en los mejores tiempos del presidencialismo despótico que por cerca de ocho décadas gobernó al país. El regreso del Partido Revolucionario Institucional al poder presidencial se propone restaurar y reconstruir la vieja cultura autoritaria y burocrática de la escuela pública. Los Consejos Técnicos Escolares son parte de la estructura del omnipresente presidencialismo en la escuela.

El profesor Hernán Escalante Mendoza junto a otros maestros escribía en 1970: No es posible poner al día la educación mexicana con una estructura planeada para otras épocas históricas”. A cuarenta y tres años, la SEP se propone construir a partir de los viejos Consejos Técnicos, “un espacio para el desarrollo docente y la mejora de la escuela”. Por decreto, se imponen los nuevos valores de la escuela: asegurar la “eficacia” del servicio educativo que se presta en la escuela”.

La vieja cultura escolar autoritaria se impone con nuevos bríos y se apoya en los viejos órganos inertes, silenciados por los controles que se ejercieron contra los maestros. La vieja estructura educativa y sindical impusieron en las escuelas el silencio, en dónde los maestros solo debían dar clases, callar y obedecer las indicaciones que venían del director de la escuela, que a su vez eran transmitidas por el supervisor y los directores de educación en los estados, que también recibían las órdenes de la SEP en la ciudad de México. Sólo los maestros de la vieja Escuela Rural Mexicana guardaban en su imaginario las experiencias de su participación en los Consejos durante el gobierno del Presidente Lázaro Cárdenas del Rio.

Los cuestionamientos a la inoperancia de los Consejos, no solo contempla a los que se estructuraban en las escuelas sino de aquellos como el Consejo Nacional Técnico de la Educación. El maestro Miguel Arrollo de la Parra escribía en 1970: el actual Consejo Nacional Técnico de la Educación puede decirse, sin hipérbole, que no es Consejo, ni Nacional, ni Técnico, ni de la Educación. No es Consejo, porque ni se le pide consejos, ni los da; limitándose tan sólo, ex post facto, a aplaudir y exornar con galas pedagógicas las decisiones ministeriales. No es Nacional porque no es la expresión cabal de las fuerzas de la nación que se hallan interesadas directamente en los problemas de la formación infantil y juvenil…”.

Pues bien, a los Consejos Técnicos, se les ha impuesto la misión de “Asegurar la eficacia de los servicios educativos que se prestan en la escuela; revisar permanentemente el logro de los aprendizajes de los alumnos, planear, dar seguimiento y evaluar las acciones de las escuelas y fomentar el desarrollo profesional de maestros y directores”. Desde ya, los niños aprenden porque aprenden, esos son los resultados que debe dar la escuela y para que esto ocurra, será el director de la escuela como “la máxima autoridad”, quien estará pendiente de su funcionamiento. En las redes sociales, algunos maestros del estado de Hidalgo se quejaron de que sus directores no se hayan presentado a “presidir” las reuniones del Consejo.

El tema único y permanente; es el que los maestros discutan y revisen los avances de sus alumnos en lectura, escritura y matemáticas; como va cada uno de sus alumnos en la escuela, solo en estas tres actividades. Los maestros del Consejo, deben planear y dar seguimiento a las acciones que la escuela emprenda. En el Consejo, se busca reflejar el poder omnipotente, inagotable y sin límites de la administración cuando señala: “El Consejo revisa metas; no discute las últimas investigaciones educativas, el Consejo discute cosas concretas –a la que llaman “discusión profesional”-, no lo que sucede en el mundo, sino preguntarse ¿Por qué no aprenden o leen sus alumnos de primer año? De manera central se establecen los tiempos, el calendario de los Consejos, los temas del orden del día y el porcentaje que deben dedicar a las discusiones. Los tiempos que el Consejo  dedicará a las discusiones, se reparte de la siguiente manera: el sesenta por ciento a la discusión de lo que llaman “temática transversal”: los aprendizajes de los niños y jóvenes en lectura, escritura y matemáticas; el cuarenta por ciento restantes, pueden dedicarse a los temas de atención a necesidades específicas de cada escuela.  

 La semana próxima, abordaremos el funcionamiento de los Consejos. Mucho agradeceré que me envíen sus comentarios y experiencias para incorporarlos a la discusión en este inicio del ciclo escolar. Las dificultades y las actitudes de los compañeros y directores, las expectativas de los profesores frente a esta propuesta de trabajo y la nueva responsabilidad que se impone a los maestros a través de los Consejos casi monotemáticos. (13-08-2013)



  

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