¿Refundar la Escuela Pública?
Luis Hernández Montalvo.
Luis Manuel Mendoza, de Educación a Debate, nos informa, mediante una nota publicada el día 1º. De marzo, sobre las declaraciones recientes del Subsecretario de Educación Básica, de la Secretaría de Educación Pública, el señor Fernando González Sánchez, en el sentido de llamar a “Refundar la Escuela Pública”.
El señor Fernando González, tiene como mérito para ocupar el cargo de Subsecretario de Educación Básica, el de ser yerno de la señora Elba Esther Gordillo, Presidenta vitalicia del CEN del SNTE y llaman la atención sus palabras, porque ilustran perfectamente el desparpajo del funcionario que representa los intereses de su familia en la conducción de la SEP.
La propuesta de refundar la Escuela Pública es una ocurrencia, son palabras ausentes de contenido y de conocimiento de la trayectoria de la Educción Pública en los dos últimos siglos, pero sobre todo, provienen de alguien que representa al grupo sindical en el SNTE responsable del desmantelamiento de la educación pública en los últimos veinticinco años, del desprestigio del magisterio y de su postración moral.
Dice la nota que el señor Subsecretario: “…pidió pugnar por una nueva escuela de nivel básico, que tenga horario ampliado, en la que se enseñe inglés, -supongo que se refiere a la enseñanza de la lengua inglesa- como segunda lengua, enlaces de altos desempeños y la alta especialización docente”.
En su llamado, convoca a trabajar para generar los siguientes cambios:
• Articulación de programas, como la reforma a primaria articulada, a preescolar y secundaria –nos informa que este año concluye dicha reforma.
• Referencia al programa de inglés como segunda lengua.
• Escuelas de tiempo completo.
El señor Subsecretario informa que ahora tenemos 2 mil escuelas de tiempo completo y que vamos a terminar el sexenio con 5 mil escuelas más. Es una pifia si consideramos que existen más de 200 mil escuelas públicas de Educación Básica
Dice el nuevo pedagogo del siglo XXI que: “Nueva escuela pública, nueva pedagogía. Sí, el señor nos orienta sobre sus ideas pedagógicas de la siguiente manera: “la nueva pedagogía es aquella que exija mayor profesionalización docente”.
Sobre la profesionalización docente, -nos instruye el nuevo educador sexenal- es aquella que certifique a los profesores con los grado de licenciatura, la maestría completa y hasta el doctorado”.
El señor confunde lo que sería la profesionalización de los profesores con el conocimiento y la competencia para el ejercicio de la docencia en las escuelas de Educación Básica.
Las declaraciones sobre la refundación de la escuela pública se producen a solo unos meses para que culmine el actual sexenio, y no es un planteamiento que contemple la Alianza por la Calidad de la Educación, su anuncio y la concepción que el funcionario tiene de la misma, son confusas y las iniciativas implementadas son insuficientes y desarticuladas y hasta donde alcanzo a entender, no llegan ni siquiera a integrar un programa o un proyecto que se esté procesando entre los maestros y la sociedad.
Su impulso desde las oficinas burocráticas de la Subsecretaría de Educación Básica, y no por el responsable de la Secretaría de Educación Pública, todavía lo hace más complicado.
El anuncio por construir a un nuevo educador con un nuevo perfil pedagógico sin definir quién o quiénes serán los encargados de formar a estos seres especiales, a estos hombres y mujeres que, voluntaria o involuntariamente, influye en la vida espiritual de sus semejantes “…elevándoles a un estadio más perfecto. Lo que denominamos, generalmente, “educadores cultos”. –kerschensteiner, el alma del educador, reimpresión 1956.
Tal vez el nuevo educador y la nueva pedagogía saldrá de nuestras corrompidas escuelas normales o tal vez de los procesos de simulación en el otorgamiento de grados académicos de las escuelas y universidades privadas. ¿En dónde construiremos los cimientos de la nueva de la Escuela Pública refundada y reinventada por el Subsecretario de Educación Básica?
Hay otros cuestionamientos al señor Subsecretario de Educación Básica ¿De dónde saldrán los recursos para una empresa de tal magnitud? ¿Por qué se anuncia la refundación de la Escuela Pública al final del sexenio de Felipe Calderón? ¿Por qué si será reamente trascendente dicha reforma, no intervienen el Presidente de la República o cuando menos el señor Alonso Lujambio Irazabal?, ¿Por qué tiene que anunciar la reforma un funcionario de tan bajo perfil y escasa credibilidad entre la sociedad y la comunidad educativa del país?
Los parches anunciados como adoptar la lengua inglesa como segunda lengua nacional, rompe con los planteamientos de ir al encuentro de una educación intercultural, y de respeto a las cerca de 62 etnias reconocidas en el país. ¿Refundar la Escuela Pública con criterios tan rupestres? El anuncio no convoca a que discutamos la escuela que tenemos y busquemos construir la escuela que merecen nuestros hijos y nuestros alumnos.
En las palabras del Subsecretario, se nos anuncia una reestructuración de los tres niveles de la educación básica, dice que ya se avanzó en la educación primaria y que ahora correspondería a la educación preescolar y secundaria.
La aspiración por construir un ciclo básico unificado es un planteamiento hecho por los profesores del Movimiento Revolucionario del Magisterio desde los años setenta del siglo pasado, pero justamente por lo trascendente de la medida, se requiere incorporar la opinión de los profesores y los especialistas en asuntos pedagógicos, que desde luego, no se encuentran entre los familiares de la señora Elba Esther Gordillo.
http://dialogoentreprofesores.blogspot.com/
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6 comentarios:
Hace un año que no escribo en la sección de opinión de jubilados y pensionados democráticos, me he negado a hacerlo porque al mirar a mi alrededor, me encuentro a la derecha al grupo de “Únete a los optimistas” y francamente me deprime el autismo de su jefe mayor, si miro a la izquierda, inevitablemente me flagelo, para atrás ni caso tiene mirar, y al frente lo único que miro es un larguísimo y frío túnel negro, al que no le veo el final, aunque según los mayas, lo habremos recorrido a finales del 2012. ¡Pucha que lejano!
Luego entonces… No escribo porque en este largo y frío túnel negro, no hay luz y… ja, jaja… ¡De pretextos está hecho el hombre!
La realidad es que no escribo porque tengo paralizadas las ideas y estoy hecha un ovillo, sin embargo, ¿Quién puede sustraerse a la invitación que el Profesor Luis Hernández Montalvo nos hace en su blog “Diálogo entre maestros”? ¿Quién puede sustraerse a un maestro que nos presiona, con su ejemplo, a salir de nuestro anquilosamiento?
Así que aclarado mi patético estado mental y en vista de que no hay luz, me pondré a dar teclados y haré cargo al lector del efecto que mis palabras puedan causarle, porque insisto… como no hay luz, lo escrito, escrito quedará y no habrá posibilidad de revisarlo o modificarlo.
Después del “catarrito” de Agustín Carstens, de las bravatas de Javier Lozano, de la pifia de Cordero y sus $6000, del haiga sido como haiga sido de Calderón y todos los etcéteras acontecidos durante la última década, lo que diga Fernando González Sánchez no le mueve ni un músculo a mi rostro, ni un sentimiento a mi corazón, ni neurona alguna en mi cerebro, lo oigo y lo tomo como de quien viene.
Lo que me perturba y me quita el sueño, es que las Escuela Normales estén dedicadas a la producción en serie de “adiestradores” de futuros “ciudadanos convenientes”.
Los envían a escuelas carentes de infraestructura, sin plaza, casi sin seguridad social, son un miserable salario y con el único objetivo en mente de avanzar en la Carrera para sobresalir y escalar lo más alto que se pueda.
¿Y los niños? A ésos, sólo los ven, pero no los miran. ¿Y los niños? ¡Están allí! Con sus ojitos nuevos y brillantes, con sus movimientos inquietos, con esa mente abierta a todo lo nuevo, con esa ansia por saber.
¿Y los jóvenes? ¡Allí están! ansiosos, audaces, imparables, con ese enorme deseo de ser ¿Qué hay con ellos?
Se les deshumaniza, se les “cosifica”, dejan de ser sujetos para pasar a ser “objetos” a través de los cuales los adiestradores lograrán sus promociones, niños y jóvenes descubren con pesar que mientras más se doblegan, más reconocimiento encuentran con sus pares, sus padres y con la sociedad misma.
Entonces desilusionados y desorientados, algunos se rebelan y son reprimidos rudamente. Otros encuentran una ruta de escape a la mutilación de sus mentes y a la intimidación que van padeciendo en la cruenta revancha a través del bullying a sus compañeros
¿Y los adiestradores? ¡Ni se dan cuenta! Andan ocupados en la
misión de aprender a ser charros. Porque en la Escuela Mexicana, mientras más charro se sea más se obtiene, mientras más agachado se sea, con mayor tranquilidad se avanza, mientras más alienado se esté con mayor agilidad se escala.
¡Esto es lo que me distorsiona los músculos del rostro y me nubla la mirada!
Es esto lo que llena de cólera mi cerebro, estas son las cosas que me apretujan el corazón hasta sentir que la respiración me falla.
Un día los rebeldes suben videos a las redes sociales, los medios de comunicación hacen públicos los video y la SEP, la que ideó todo el sistema, se vuelve iracunda contra los mentores, los medios se vuelven iracundos contra ellos también y la sociedad toda los pone en una pira y les prende fuego por ineptos.
Y la SEP en lugar de rectificar el camino, envía más adiestradores a las escuelas para que les digan que eso no está bien, que “jugar” al bullying no es correcto.
Lo que no está bien es el Gobierno y lo que no es correcto es el estado en que se encuentra este Estado.
Ya no se sostiene, debiéramos tomar a nuestros gobiernos por el pescuezo como a gallinas y darles de palos para sacudirles el polvo de sus miserables políticas, remojarlos en agua hirviendo hasta que salgan a flote sus tácticas y mapacherías, luego tallarlos y tallarlos hasta sacarles toda la corruptela, exprimirles hasta que salga el último de sus mentirosos discursos, sacudirlos con fuerza frente a todos para que nos miren bien, para luego colgarlos y orearlos al sol hasta que se les ablande la piel y el corazón.
Debiéramos todos salir con un hacha, con un pico, con un mazo, la hoz, el martillo, con palos y piedras, con redes sociales, con gritos, a patadas o a puño limpio a darle de golpes a ese Estado para que se acabe de derrumbar ya todo lo podrido, lo viejo, lo que no se sostiene.
Ahora vamos a descolgar del tendedero a los otrora mandamás y caciques, que de seguro seguirán vivos, porque hierba mala nunca muere, para ponerlos a trabajar con nosotros y ¡Nada de discursos que acciones queremos! y al que no lo esté haciendo bien ¡Hala con él pal campo que allí hacen falta hartas manos! Si no sirven para construir una Nación servirán aunque sea para recoger rastrojo.
Luego iríamos por los legisladores y órale a hacer lo suyo, pero … con consulta popular ¿Me oyó? y si el pueblo no lo aprueba, no pasa y ya está y nada de venir a calentar asientos que por acá necesitamos más obreros.
Y si en el tendedero todavía alguien del poder judicial tiene el más mínimo resuello, ¡Pónganlo a trabajar en lo suyo pero al que nos salga con un “presunto culpable” … Una patada y ya está, que mucho ayuda el que no estorba.
De patitas al baldío y a escarbar la tierra hasta sus profundidades para ver si así le generan al país alguna riqueza o se quedan allí y nos ahorran el entierro.
Luego de está rudísima tarea podríamos ver a nuestros niños para mirar la poderosa individualidad de cada uno, para admirar la genialidad de sus
razonamientos y para recrearnos con sus juegos, reconociendo al fin que somos como ellos, sólo que hemos crecido.
Trascenderíamos entonces a un mundo nuevo en el que dejaríamos también de discutir y de sermonear a nuestros jóvenes para mostrarles respeto, reconociendo que ellos son nuestro relevo, para confiar en ellos lo suficiente, para hacernos a un lado y dejarlos tomar las riendas, permanecer junto ellos para dialogar y no sobre ellos para asfixiar.
Aquellos adultos de este país que reconozcan que la Educación debe estar en el cimiento, en cada varilla y en cada trabe del Nuevo Estado Mexicano estarán en su justo derecho de hacer un llamado a “Refundar la Escuela Pública” y de paso otro para “Refundir a Fernando González Sánchez y a su suegra en el olvido de la Historia”
Finalmente despierto de mi sueño y para no hundirme en la depresión ya cotidiana y en este pegajoso desasosiego, salgo a la calle para unirme a alguna marcha, para revivir y llenarme de esperanza, para revitalizarme escuchando en boca de miles lo que creo, lo que pienso, disfruto enormemente el mitin, deseando que no acabe, pero acaba; y luego cada quién a casa, entonces viene el latigazo en la cara de la noticia, los muertos, la injusticia, los desacuerdos, las alianzas entre los que van de caída por el desfiladero de sus acciones y los que se van de la mano con ellos traicionándose a sí mismos y a sus electores, mientras que los que ya se saben vencedores están al acecho.
Finalmente me evado, me acuesto, me duermo y sueño en un mundo nuevo, en un hombre nuevo.
Quede aquí constancia que desde el principio alerté al lector de los posibles efectos adversos y demás reacciones secundarias que este escrito pudiera causarle.
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