Seguridad y Servicio Social de los
Trabajadores del Estado de Puebla
(ISSSTEP) se encuentra,
prácticamente, en quiebra, pues no
sólo los malos manejos de
administraciones pasadas se lo han
acabado, sino también el saqueo de que
ha sido objeto en toda su historia el
ISSSTEP.
Lamentablemente, hasta ahora,
aún no existe nadie que responda por
esta rapacidad, mucho menos quien
pague tantos excesos. Ahora, la
administración estatal encabezada por
el Gobernador Rafael Moreno Valle, ha
comenzado una serie de reformas para
rescatar lo que queda del ISSSTEP. De
éstas resaltan las siguientes: aumentar
la antigüedad laboral para jubilarse, así
como la edad para pensionarse y,
principalmente, aumentar las
aportaciones de los trabajadores y del
gobierno en 10 por ciento.
La idea de las autoridades estatales
y de los diputados locales que son
quienes se encuentran analizando la
reforma, es que las aportaciones del
salario sean de un 40 por ciento, 10 por
ciento más al porcentaje que se tiene
actualmente, lo que sin duda, ayudaría
a sanear un poco sus lastimadas
finanzas.
La propuesta del Ejecutivo es que
de este 10 por ciento más, 4 sea de los
trabajadores y 6 del gobierno.
Es aquí donde inicia el problema.
Las autoridades estatales se tendrían que
enfrentar a la Sección 51 del Sindicato
de Trabajadores de la Educación
(SNTE), lo que conlleva varios
problemas.
El primero es que difícilmente el
Gobierno Estatal podrá convencer a los
trabajadores de que aumenten sus
aportaciones lo que, evidentemente,
afectaría sus percepciones salariales.
Asimismo, antes que el Gobierno
Estatal hiciera esta propuesta, hubiera
sido muy sano que estas mismas
autoridades impusieran ya castigos a ex
funcionarios que han saqueado a este
Instituto, pues se trata de mejorar las
finanzas con el trabajo de los maestros
y con las aportaciones del Gobierno
Estatal, mientras que los saqueadores
siguen impunes disfrutando de esos
recursos.
Por ello surgen varias preguntas:
¿de qué manera podrían estar
convencidos los trabajadores de la
educación que esos recursos que les
quitarán realmente irán a sanear las
finanzas del ISSSTEP?, ¿por qué son
ellos los que deben de aportar más
recursos?, ¿acaso no se castigará a los
verdaderos responsables de la quiebra
en la que se encuentra el ISSSTEP?
Y hay más: ¿Cuándo nos dirán el
verdadero desfalco que ha sufrido el
ISSSTEP en todos estos años?, ¿si los
diputados aprueban estas reformas los
trabajadores de la educación las
aceptarán sin más?
Es cierto, urgen medidas para
solucionar el grave problema financiero
en el que se encuentra sumergido el
ISSSTEP. Pero también es verdad que
a la par de que son aprobadas estas
reformas se deben estar exigiendo
cuentas claras a los verdaderos
culpables del desastre de dicha
institución.
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