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miércoles, 24 de julio de 2013

"La educación no sólo sirve para exámenes, también para actuar en la vida", le dice un niño al Presidente Linaloe R. Flores

Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).– “Señor Presidente: quiero pedirle que promueva la Educación en todos los rincones del país ya que hay niños que no tienen la oportunidad para estudiar”. Las palabras son de C
Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
“La educación no sólo sirve para contestar exámenes, sino también para actuar conforme a valores en la vida y ser buenas personas dentro de la sociedad”, le dice un niño de 12 años al Presidente Enrique Peña Nieto. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
hristian Adrián Hernández y el destinatario es el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien se encuentra en la Residencia oficial de Los Pinos y acaba de entregar premios a los ganadores de la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2013.
Después de recibir la distinción de primer lugar nacional, Christian Adrián, con su sexto grado de Primaria concluido, añade: “También quisiera que ofrezca más becas a esos niños que no tienen para ir a la escuela, como en este caso el apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y BBVA Bancomer, que estamos recibiendo nosotros”.
En la ceremonia se encuentran el Secretario de Educación, Emilio Chauyffet Chemor, quien evoca a Ernesto Zedillo Ponce de León porque fue uno de los ganadores de esta olimpiada y logró “la máxima encomienda a la que un ciudadano puede aspirar”. Antes, hizo la evocación de otro ganador: Luis Donaldo Colosio. A su lado, el Secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, quien –fiel a su estilo– prefiere no tomar el micrófono.
Ante ellos, el niño ganador de este año expresa: “Quiero decirles que la educación no sólo sirve para contestar exámenes, sino también para actuar conforme a valores en la vida y ser buenas personas dentro de la sociedad”.
El mediodía ha rebasado a Los Pinos: pega el sol en la explanada Francisco I. Madero y se refleja en un pasto que parece recién podado. Los reporteros fueron convocados a una “convivencia cultural”. En esta ceremonia, instituida por Adolfo López Mateos en 1961 en la que el mejor alumno de Primaria acompaña al primer mandatario, las autoridades en Educación vuelven a referirse a la Reforma Educativa. El Presidente del consejo de Administración de BBVA-Bancomer –institución que anuncia becas-, Luis Robles Miaja, dice que “el camino verdadero para transformar nuestro país y llevarlo hacia los niveles que los mexicanos se merecen, pasa en primer lugar porque nuestros niños y jóvenes tengan una educación de calidad”.
En unos minutos, Christian –12 años, voz quebrada por laringitis, delgadito, ojos oscuros y grandes, en traje oscuro– dirá: “A todos nosotros nos costó mucho llegar hasta aquí. Y sé que seguiremos trabajando para lograr que México sea un país mejor y así reducir los problemas que nos preocupan cada día”.
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La frase de Christian Adrián de ayer puede tomarse como el resumen de un drama. Uno en el que el hilo conductor es la paradoja. En México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) hay 19.8 millones de personas de seis a 14 años de edad; es decir, niños. 18.7 va a la escuela. En otras palabras: sólo un millón de este universo no va, pero muchos de los que van, deben trabajar.
En un documento, cuatro especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informan que en los últimos 12 años, México registró un aumento de 12 por ciento en la población de niños que trabajan. Sólo en el primer trimestre de 2012 se reportaron tres millones 270 mil casos, de pequeños de cinco a 12 años.
Para el INEGI, los principales motivos por los cuales, los niños y las niñas realizaron algún trabajo económico son porque en el hogar necesitan de su trabajo, para aprender un oficio o para pagar la escuela.
Luis Lozano, David Lozano Tovar, Jaime Vázquez y David Moctezuma son los especialistas que han estudiado este drama desde el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la máxima casa de estudios. En su documento, la conclusión tiene el tinte de la advertencia: no notan políticas públicas que contrarresten el fenómeno, por lo que avizoran que las filas del trabajo en los cruceros de las ciudades y las zonas rurales continuarán sin medida. Y pagar la escuela es todavía uno de los motivos.
EN MANOS DEL CONGRESO, LA REFORMA EDUCATIVA
La paradoja del drama trabajo-escuela no fue aludido ayer por los funcionarios de Educación. Emilio Chauyffet dijo que los buenos alumnos son la riqueza más importante de este país. Honró una frase de Benito Juárez: “La constancia y el estudio hacen a los hombres grandes”.
Puso ejemplos: Guillermo González Camarena, inventor de la televisión a colores, y Mario Molina, premio Nobel 1995.
Pasó a los ejemplos en la administración pública federal: Luis Donaldo Colosio y Ernesto Zedillo. Ambos, en su tiempo, acudieron a Los Pinos a saludar al Presidente por ser alumnos ejemplares de sexto grado.
En su discurso, el Presidente Enrique Peña Nieto recordó: “Ahora corresponderá al Congreso revisar la legislación secundaria para privilegiar el espíritu (de esta Reforma Educativa)”.
A Peña Nieto, ayer, le pareció fundamental hacer una aclaración. Los resultados de esta reforma se verán en los próximos años y no de manera inmediata, pero aseguró que será posible observar una transformación en “la dinámica educativa”.
Recurrió a algunas promesas de cuando fue candidato. Por ejemplo, que los alumnos de quinto y sexto de Primaria tengan computadoras e Internet, más escuelas con tiempo completo, mejor alimentación a los estudiantes, más cobertura en medio superior, mejora de las instalaciones en escuelas públicas, capacitación a los profesores para integrar a niños con discapacidad, creación de la red nacional de centros comunitarios de capacitación y educación digital y fomento al deporte.
Ante Juan Díaz de la Torre destacó la labor del magisterio nacional pues los maestros son y serán pieza fundamental para mejorar la preparación de otras generaciones.
Christian recibió de manos del Presiente por su primero lugar nacional. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Christian recibió de manos del Presiente por su primero lugar nacional. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

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Christian Adrián Hernández, primer lugar nacional de la Olimpiada del Conocimiento, le dijo también ayer a la audiencia reunida en la explanada Francisco I. Madero de la residencia oficial de Los Pinos:
“Finalmente agradecer a todos los maestros, especialmente a mi maestra, la maestra Isabel, ya que sin ellos no podríamos aprender cosas nuevas y formarnos. Gracias por escuchar estas palabras y espero que sean tomadas en cuenta por todos ustedes”.

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