La nueva Pedagogía de “Premios y Castigos”
Luis Hernández Montalvo
“Los premios tuercen la conciencia moral del alumno, incitándole a obrar por móviles interesados” (Carlos A. Carrillo, Diciembre 12 de 1887.)
El lunes 6 de junio, la pantalla de TV Once mostró a los responsables del diseño de las recientes reformas al Sistema Educativo Nacional, los panelistas se presentaron como los especialistas en el tema tratado en el programa Espiral que modera y conduce Ricardo Raphael.
Los intelectuales académicos –uno de ellos se presentó como profesor e investigador de la UAM Xochimilco en el Programa de Política y Cultura- parten de un diagnóstico muy elemental:
Sostienen que los resultados de desempeño escolar siguen siendo insuficientes, -un eufemismo que corrigen en la charla- a pesar de que el gobierno destina más del 22 por ciento del presupuesto público al gasto educativo, frente a un 13 por ciento en promedio que dedican los otros miembros de la OCDE. A pesar de eso, México ocupa sistemáticamente la antepenúltima posición entre los países evaluados en el Programa PISA.
Como alguien debe cargar con la irresponsabilidad de tanta ineficiencia burocrática en el diseño de las políticas públicas en los últimos 30 años, quemas fácil que culpar a los maestros.
Lo sostienen los intelectuales formados en las mejores universidades del mundo, ahora “representantes de la sociedad civil y del sentir y preocupación de los padres de familia” y los líderes del SNTE, como “representante de los maestros”, proponen una reforma al Programa de Carrera Magisterial –vigente desde hace 20 años- y van más lejos con el establecimiento de la “Evaluación Universal” para todos los maestros de Educación Básica y un nuevo “Programa de Premios y Castigos”.
Como parte del diagnóstico mostrado en el programa televisivo, se dijo que el 50 por ciento de los alumnos evaluados de 3º de secundaria, no tienen un dominio elemental del lenguaje y de las matemáticas y solo el 3 por ciento alcanza los niveles más altos de la prueba contra un promedio de 19 entre los países de la OCDE. Dicho de otra manera, si los alumnos no aprenden, los responsables son los profesores que no saben enseñar. ¡Qué fácil deducción! ¿Qué sucede en el mundo?
Con un cinismo muy peculiar que a nadie debe sorprender, la señora Elba Esther Gordillo, en su discurse de Puebla, afirma que las reformas al Programa de Carrera Magisterial y la Evaluación Universal, “es con los maestros y no contra los maestros”. Y que las reformas son producto de añejas demandas de los maestros en distintos foros y congresos –como si no supiéramos que maestros y maestras son excluidos sistemáticamente de las discusiones de su materia de trabajo y de su sindicato.
Dicen los que están informados, los responsables de las nuevas políticas públicas en educación que hay generaciones -¿Cómo cuantas? De niños que no tienen los conocimientos básicos para desempeñarse laboralmente, condenándolos a una vida que no responde a las expectativas que la educación da.
Uno de los opinantes sostuvo que ya pasamos de un diagnóstico sobre nuestro Sistema Educativo de “catástrofe silenciosa a catástrofe escandalosa” y que como medida remedial, era necesario vincular los resultados educativos de la prueba ENLACE con los incentivos profesionales a más de 1 millón 200 mil profesores de Educación Básica del país. ¿Con los maestros? ¿Contra los maestros?
La mesa de discusión la compartían la señorita ¿Debo escribir Miss?, Silvia Luna Rodríguez, integrante del CEN del SNTE, de carácter rígido, perfeccionista hasta en los detalles de su apariencia personal, sabe que su aparición en la pantalla chica será admirada por la maestra, inflexible en la discusión, de rostro enojado ¿en qué momento perdió sus sueños justicieros de líder estudiantil de las Normales Rurales? ¿Cuándo desapareció la sonrisa de sus labios?, a lo largo de la noche, no acepta ni por descuido el cuestionamiento al liderazgo vitalicio de Elba Esther, de manera persistente, corrige a sus compañeros de mesa.
Francisco Ciscomani, Titular de Planeación de la SEP (Unidad de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas de la SEP), con su rostro impasible trata de intervenir lo menos posible y sus respuestas son muy prudentes, a pesar de las provocaciones de Jorge Javier Romero, Presidente de la “Coalición Ciudadana Por la Educación”.
Javier Romero trata de argumentar en forma oportunista cuando le pregunta a Francisco Ciscomani ¿Qué porcentaje de las plazas vacantes se cubren por examen nacional de oposición? El funcionario apenas logra balbucear que del 2008 a la fecha, 80 mil profesores han accedido a una plaza a través del Examen Nacional. Javier insiste, ¿Qué porcentaje? Y el funcionario que también forma parte del grupo de trabajo por parte de la SEP sobre Carrera Magisterial y del Examen Universal, no tuvo los datos a la mano, no sabe qué porcentaje de los maestros contratados, han pasado por concurso.
Javier Romero es impulsivo, tiene habilidad para hablar en público, pero ofende, se burla de los demás y toma su imagen como realidad importante, sobre todo cuando busca descalificar al Sindicato como herencia del “antiguo régimen autoritario” y se burla como una forma de sacar su enojo, descalifica a los maestros, los cursos y los esfuerzos sobre los programas de Formación Continua a los maestros de Educación Básica “cursos impartidos por escuelas patito”. Pierde el control cuando se refiere a las 80 horas de trabajo cocurricular y ridiculiza la propuesta–hacer piñatas con las madres, dice-.
En una discusión que por momentos tomó tintes de rispidez, y a pesar del notorio desconocimiento de nuestra historia y la trayectoria de la Educación Pública a lo largo del siglo XX, se pusieron de acuerdo en impulsar al Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) como un organismo autónomo, integrado por expertos académicos y con autonomía jurídica. Así se justifica la creación de una burocracia paralela a la SEP y al SNTE en grado superlativo ¿De dónde piensan sacar el presupuesto? ¿Estas reformas ya fueron consultadas en el Congreso de la Unión?
Hay muchas preguntas que debemos hacerles a estos planificadores del futuro, por ejemplo, ¿Por qué fracasó el Programa de Carrera Magisterial? ¿Por qué tanto desaliento entre los maestros? ¿Por qué solo el 50 por ciento de los maestros están inscritos en el Programa de Carrera Magisterial? ¿Por qué el 80 por ciento se mantiene estacionado en la categoría “A” de Carrera Magisterial? ¿Por qué con menos exigencias y amenazas, los maestros dejaron de evaluarse para promoverse en el Programa? Tendrá razón cuando J. Nabert, sostiene que: “Hay que hacer de manera que la pena (…) pueda parecer, a los ojos del sujeto como el instrumento de su redención” (j. Nabert. El pour une éthique.)
Las afirmaciones fueron subiendo de tono y las descalificaciones aparecieron como solución de un problema mucho más complejo, se dijo que: De un Estado autoritario, se deriva una Pedagogía autoritaria” y los que nunca han pisado una aula de Escuela Pública, sostienen que “tenemos una Pedagogía memorística, que no hemos podido pasar a una Pedagogía más interactiva, a una Pedagogía por competencias” –hágame usted el favor-
Y parte de las descalificaciones, tienen que ver con el supuesto monopolio de las Escuelas Normales en la formación de docentes, la contratación automática, la exclusividad en la contratación de los egresados de las Escuelas Normales Públicas, las respuestas fáciles cuando se afirma que desde el 2008, las Escuelas Normales dejaron de ser las únicas instituciones en la formación de docentes, que ahora los nuevos profesores vienen de distintas licenciaturas, que hay un número importante de profesores incorporados al servicio con origen profesional asociadas a la educación. Así, estos especialistas construyen la “Nueva Pedagogía, donde no sea el autoritarismo, sino la democracia como valor”. Y para romper con el autoritarismo, hay que destruir al sindicato.
Y en sus cuestionamientos, no se escapó ni el Libro de Texto Gratuito “el profesor como extensión del Libro de Texto Gratuito”.
Yo no me explico como el señor Jorge Javier Romero, Profesor Investigador de una Institución Pública como la UAM Xochimilco, ataca a la Educación Pública, cuando trabaja y recibe un salario por su servicio a una universidad pública ¿A qué intereses responde?
Creo que es válido preguntarse ¿Quién va a educar a mis hijos? Y no perdamos de vista que estos hombres y mujeres, merecen respeto, en lugar de ser amenazados con una supuesta Pedagogía basada en “premios y castigos” para corregir los problemas que nos aquejan.
hernandez_luis21@yahoo.com.mx
sábado, 11 de junio de 2011
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