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viernes, 7 de agosto de 2015

El magisterio hacia una política educativa de los trabajadores Bardomiano González Pérez

EL MAGISTERIO HACIA  UNA POLÍTICA EDUCATIVA DE LOS TRABAJADORES

(Maestro Bardomiano González Pérez)

Coincido en gran parte con el  maestro Luis Hernández Montalvo en su escrito de que “los profesores debemos tener voz propia” y creo que  debemos participar activamente en  los cambio educativos, porque históricamente los  que han  aprobado cambios de política educativa han sido los gobernantes  y los dirigentes sindicales  y dejan por fuera   a  los tres actores principales del proceso enseñanza aprendizaje que son: los maestros de banquillo, los padres de familia y los alumnos.

Posiblemente el error ha sido  que el SNTE como   sindicato corporativo  está  sostenido por el poder presidencial  y en el momento en que este poder considera conveniente cambiar de monos lo hace  sin ningún pudor, y lo curioso es que los actores  del proceso educativo  lo aceptan, aunque esto tiene su razón; la organización de trabajadores  de la educación  nunca ha  creado una política educativa propia  en beneficio de la clase trabajadora y se tiene que colgar   de la política educativa  del sistema político vigente, ya que no  tiene nada que anteponer  a las decisiones del poder central del estado. 

En países  en los que  existe una verdadera participación de los actores educativos y anteponen su política educativa  a favor de los trabajadores  al estado  como Chile Argentina o Perú de los países  latinoamericanos es porque  los trabajadores de la educación han formado  con el tiempo una serie  de  metas educativas y políticas pública  en  favor de sus trabajadores y de  la sociedad, por eso cuándo el estado siguiendo los compromisos con  la UNESCO o la OCDE  quiere aplicar una política educativa se encuentra con la tenaz  resistencia activa de los trabajadores de la educación apoyados por padres de familia y alumnado, porque tienen   una política educativa para oponerla a  la política de estado. Lamentablemente en nuestro país no ocurre esto; ya que   en los estatutos del SNTE  simplemente su política educativa se centra en el slogan  tan manoseado de  “La Educación al Servicio del Pueblo”  que ya suena hueca y sin sentido.

Históricamente  una política educativa  de los maestros en nuestro país, fue  la de los racionalistas de los maestros agrupados en las organizaciones del sureste del país llamados “Grupos de  San Casiano” que basados en la filosofía  de Renato Descartes, proponen una  Educación Racionalista  y se filtran en los estados  de Veracruz, Campeche, Yucatán y Chiapas  formando el Partido Socialista del Sureste  que llevó a la gubernatura a  Felipe Carrillo Puerto en Yucatán y que fue  asesinado en la rebelión  De la Huertista.

Este grupo participó en  el Congreso Constituyente de 1917 oponiéndose a la  propuesta  de Carranza de descentralizar la educación y dejar participar a la iniciativa privada en  la educación de los hijos de obreros y campesinos, ellos por su representación con Luis G. Monzón exigían que la educación fuera  gratuita   y racionalista  o sea que  combatiera  las religiones, y que al final de ls discusiones se impuso   la mayoría de diputados  creando   el artículo tercero con la propuesta de  “la escuela de la revolución”. En esa ocasión ese grupo de maestros si tenía una propuesta educativa  basada en la filosofía cartesiana, aunque perdió su propuesta  en el Congreso Constituyente.

A mediados de los años  50 en el periodo presidencial  de Adolfo Ruiz Cortínez, con el movimiento de la sección 9 del D.F. provocada por la lucha interna de  control del SNTE entre  dos  grupos de la clase  gobernante, el movimiento provocado por Abel Ramírez Acosta para  presionar a Ruiz Cortínez  provoca que el control de la sección  caiga en manos  de Othon Salazar oriundo de la montaña de  Guerrero y un líder  con muchas tablas, que se convierte en un peligro para la clase gobernante en México no solo por el movimiento que logra  el control de la sección para entonces más grande del país sino porque le da una articulación a su movimiento con una política educativa  de los trabajadores de la educación formando el MRM con principios  educativos en los que se contemplaba la participación de los tres actores del proceso enseñanza aprendizaje y con toda una estrategia de lucha para lograr imponerle al estado una política educativa  a  favor de los trabajadores, tal vez por eso tuvo mucho impacto a  nivel nacional de tal forma que hubo necesidad de que los  grupos gubernamentales en pugna se unieran con el SNTE para acabar con esa incipiente organización de  Othon Salazar  al mirar  en peligro sus intereses.

Descontando esos dos intentos de formar una política educativa en favor de los trabajadores impulsadas por los maestros  no encuentro ninguna otra más que ya que tradicionalmente  la organización de los trabajadores se suma  a la política educativa del estado y no tiene nada que anteponer  por lo tanto cualquier intento de proponer  cambios  sustantivos en a educación no tiene  ningún sustento.

Por otra parte las organizaciones  independientes del SNTE no son más que una copia de su sindicato originario con copias mayormente basadas en los estatutos del SNTE, sin ninguna política educativa  que  las organizaciones antepongan a la del estado, y con esa trayectoria es difícil que puedan movilizar a los actores  del proceso E-A.

En los últimos meses  la nota la han dado los de la CNTE pero  no tienen ningún proyecto educativo que anteponer al del estado, ninguna política educativa de los trabajadores que impacte a la población sino solamente  el rechazo  a la evaluación y a la reforma educativa por la simple razón que  al aplicarla van a perder su zona de confort, y las ganancias que estaban acostumbrados a  tener, al clientelismo que les proporcionaba el reparto de plazas de promociones, y a la tajada que les proporcionaba  el estado del presupuesto educativo, y eso  no nos lleva   a ninguna parte no es lo mismo  decir  yo no estoy de acuerdo con la política educativa del estado porque  sí,  a decir  no estoy de acuerdo porque  nosotros tenemos nuestra  propia política educativa  en beneficio de los alumnos maestros y padres de  familia y es la siguiente, y es  por la que vamos a luchar.

Algunos pueden decir  que  si han presentado  opciones  cuando  los sindicatos sienten que  van a perder sus prebendas y sus negociaciones que   benefician a sus dirigentes y a un grupo selecto, pero  señores ese bodrio eso no es una política educativa sino un engaño a   la población para hacerse los mártires y seguir medrando del presupuesto educativo, y presionar para que las cosas sigan igual.

Lo que necesitamos los maestros para poder  intervenir es ser partícipes de la política educativa es que  las organizaciones gremiales establezcan como meta una política educativa  a  corto o largo plazo por la cual luchar y eso  en las condiciones actuales  no existe, por lo tanto una responsabilidad de las organizaciones de los trabajadores es  construirla para que los maestros  podamos participar activamente en los cambios educativos.

Es cierto como dice el maestro Luis Hernández en su artículo  no existen espacios para que los maestros participemos en los cambios y ejecuciones de la política educativa en el país, y eso de acuerdo a mi percepción se debe a que las organizaciones sea  SNTE o CNTE (que son los mismos aunque ellos lo nieguen)  o sindicatos  independientes  no  han construido una  política educativa que sirva de base para  participar  y anteponer  a la política educativa del estado.

Solamente son  copias y malas  de las estrategias, de las mañas y negociaciones  que el SNTE ha llevado tradicionalmente con los gobernantes en turno, todo se puede resumir a una defensa de los intereses de los  dirigentes  en sus negociaciones con el estado, en las que los menos beneficiados son los actores principales del proceso enseñanza -aprendizaje.

Mexicali Baja California  a 7 de agosto del 2015


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