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jueves, 22 de octubre de 2015

Posicionamiento ante la Reforma a las Escuelas Normales

Reunidos en la Ciudad de Xalapa, Veracruz, el día miércoles 14 de octubre, egresados y docentes de escuelas normales del estado y otras entidades, nos dimos a la tarea de analizar y construir una postura colectiva ante la anunciada reforma a las escuelas Normales. Ese día, estudiantes de la escuela Normal Veracruzana, se sumaron al Paro nacional, debido a lo cual no pudimos realizar el Foro en las instalaciones de la Centenaria institución. Decidimos reunirnos en un espacio alterno y hoy compartimos con los interesados algunas reflexiones derivadas de ese ejercicio.
 Posicionamiento ante las
Directrices para mejorar la formación inicial de los docentes de educación básica emitido por el INEE.
El derecho de los niños a recibir una educación básica con calidad se ha constituido en eje de la política educativa del gobierno mexicano, el cual suscribimos convencidos. Igualmente, en el marco de las siete prioridades estratégicas anunciadas por el Secretario de Educación, Aurelio Nuño, asumimos como propia la decisión de colocar el Sistema al servicio de la escuela (esta acción responde a esa lógica) y de participar con toda nuestra experiencia institucional en el proceso de revisión de los planes y programas de estudio, que implica, tal como se plantea en la prioridad estratégica cuatro la revisión del modelo educativo, para construir uno nuevo, con contenidos y estructura curricular, acorde con las necesidades económicas y tecnológicas del siglo 21, así como con los valores de libertad, democracia, respeto a la ley, solidaridad, igualdad de oportunidades y patriotismo de nuestra época.
Es pues, en el rumbo instruido por el actual titular de la SEP, que planteamos el siguiente posicionamiento, con un llamado enérgico a realizar un diálogo vinculante que coloque en el centro el interés supremo de los niños a contar con una educación pública y no como hasta ahora lo ha hecho el Instituto (INEE), que impone de manera unilateral decisiones centralistas que se disfrazan de participativos para validarlas. A pesar de ello, sin ser ingenuos, planteamos este posicionamiento como una prueba del interés de las Escuelas normales por mejorar procesos y resultados.
Posicionamiento
  • Las Directrices se emiten antes de las siete prioridades estratégicas de la SEP, por tanto se pide revisarlas y adecuarlas, sobre todo en lo referido al énfasis parcial que se pone a la regulación de la estructura de las Instituciones formadoras de docentes (por ejemplo en lo laboral), descuidando de manera irresponsable lo referido al Modelo educativo, al Planteamiento curricular y en general los fines de la formación pública de docentes en la lógica de una función de Estado y no sólo de Gobierno.
  • Exigimos una definición puntual de lo que el INEE plantea como Calidad en la educación pública, sin escudarse en el ya muy desgastado discurso de que es un concepto ambiguo y polisémico. No pedimos una definición general, exigimos el concepto de calidad que sustentan estas directrices. Nuestra experiencia nos indica que esa definición se deriva del Modelo educativo, no es ajena a él, se nutre del horizonte que aspira a alcanzar. Por tanto, antes de discutir sobre directrices, discutamos y diseñemos el Modelo educativo y curricular y con ello el perfil de los ciudadanos que formaremos desde la educación pública.
  • De manera puntual, exigimos que el INEE se aleje de la estrategia de confrontar derechos como una medida para justificar decisiones ya tomadas y se abra al diálogo vinculante. En este sentido, los derechos laborales no se pueden subordinar a una calidad no definida. Discutamos lo laboral, en el marco del Modelo educativo que se desee impulsar y en ese sentido incluso plantear lo que ustedes denominan como idoneidad  de los docentes adscritos a las instituciones formadoras de docentes.
  • Queremos resaltar la contradicción de las Directrices, con las decisiones que se han tomado en el marco de la Reforma educativa. Nos referimos en especial a lo siguiente: para el ingreso al servicio los egresados de las Instituciones formadoras de docentes han dejado de ser idóneos por decreto y en consecuencia el ingreso al servicio ahora es para todas las licenciaturas afines. Para ustedes (INEE), ser maestros de educación básica ya no requiere una formación pedagógica especializada, basta con pasar un examen para demostrar pericia, en esa decisión lo genérico se impone a la lógica de lo idóneo. Ese discurso de las carreras afines y lo genérico choca de manera insultante con el planteamiento de las Directrices que se basan en un discurso sobre la importancia de la formación inicial de docente y su idoneidad, lo cual permite concluir, que las citadas Directrices  son sólo demagogia, un tejido de mentiras para justificar la desaparición de las escuelas normales y sus egresados especializados para servir al Estado.
  • El ingreso al servicio docente publico debe dejar de verse sólo como una cuestión que resuelve el problema de la falta de empleo, es una cuestión de Estado, no sólo de gobierno.
  • Otra contradicción que pedimos corregir de manera inmediata, es lo referido al respeto de la diversidad cultural de nuestro país. El INEE ha dicho, por ejemplo, que la evaluación será contextualizada, pero todas sus decisiones son estandarizadas y en el caso de estas Directrices es reiterativo. El documento no reconoce las aportaciones pedagógicas, por ejemplo, de las Normales rurales o Indígenas, está más preocupada en plantear normas; incluso en un ejercicio de prospectiva se puede inferir que estas Directrices, tendrán como consecuencia en el corto plazo la desaparición de las Normales rurales, como si con ello, se acabaran con las condiciones sociales que justificaron su creación. En lugar de políticas que estandaricen, necesitamos un marco que respete la diversidad y que use esa diversidad como la base de la tan ansiada calidad. Hacemos un llamado para dejar de lado la intención de hacer iguales a los desiguales en un país desigual.
  • Exigimos que las Directrices respeten e incentiven las capacidades de los gobiernos estatales para coadyuvar en lo educativo; en lugar de centralizar, federalizar.
  • En el marco de las competencias del Gobierno mexicano, exigimos iniciar de manera inmediata una campaña de desagravio hacia las normales y sus egresados, poniendo énfasis en las condiciones en las que estudian y trabajan. No planteamos una campaña para presentar las Directrices,sino para desagraviar al normalismo y a la educación pública en general.
  • Reconocemos la falta de generación de conocimientos en nuestras instituciones, cuestión que está en proceso de fortalecimiento interno, rubro por tanto, que necesita mayores incentivos y que las Directrices no reconoce.
  • Exigimos que las Directrices planteen de manera explícita su vinculación con los principios de laicidad, gratuidad y en sí con el espíritu que sostiene el artículo tercero constitucional.
  • No puede plantearse la libre competencia de las normales con otras instituciones de educación superior, su naturaleza, historia y fines, son distintos.
  • Es urgente abrir un debate sobre el fortalecimiento de las Escuelas normales y de una vez colocar en la mesa temas como su autonomía, la cual pasa por contar con un presupuesto y la elaboración de sus propios programas académicos en un marco federalista, entre otras cosas. Un rubro especial en ese debate, deberá ser el diseño de un Plan emergente de  apoyo a las Escuelas Normales rurales.
Finalmente, coincidimos con diversos especialistas e instituciones, que alertan que la intención principal de los lineamientos del INEE es acabar de manera formal con las Escuelas normales, no detectamos acciones para su mejora o fortalecimiento. Deseamos estar equivocados.
Hacemos un llamado a los egresados de Escuelas normales del país para cerrar filas y defender estas instituciones, pilares fundamentales y garantes de la educación pública del país.

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