Translate

domingo, 11 de noviembre de 2012

Compañeros maestros Salaicinos Rodrigo Yáñez A.

Con admiración los saludo en esta fecha conmemorativa, y les adjunto un fragmento de "caso de vida" de uno de los tantos egresados de esa honorable institución.
El profesor Roberto Maldonado González fue mi maestro en sexto grado y me tocó proponerlo como ejemplo típico en una investigación iniciada en el CCHEP, coordinada por el antropólogo Jorge Carrera Robles, para un documento titulado: "Voces de Siempre".
He sido un colaborador de "La Hoja" porque desde niño traté de acercarme a los que tuvieron el privilegio de pertenecer a la Escuela Normal Rural, que le imprimió calidad artística, deportiva, política y pedagógica a la región sur de Chihuahua, donde "sentó sus reales" para extenderse a toda la República Mexicana. A mí me tocó vivir en su zona de influencia, y traigo impregnadas las emociones de momentos en los que unos adolescentes flacuchos apabullaban a las leyendas deportivas y se ganaban genuinamente el cariño de los aficionados contrarios.
También fui testigo del coraje que provocaron de parte de dos o tres fanáticos religiosos cuando ponían en tela de juicio sus tabúes y prejuicios ancestrales, o de otros tantos politiqueros rancios que opinaban en su contra cuando exigían sus derechos y prerrogativas como becados. (hubo un tiempo en que decir Salaicino equivalía a decir "comunista come niños").
Como era de esperarse, un día, a finales de los sesentas, nos mataron esa esperanza: el Régimen se decidió y truncó toda formación de jóvenes que tendieran a participar en la transformación de la sociedad mexicana; ganaron los que deseaban borrar del mapa ese bastión. Desde entonces los ideólogos del sistema se dedicaron a localizar a "los malformados" para sofocar o desviar los movimientos que generaran. A pesar de todo, Los salaicinos siguen brillando en la cultura chihuahuense y, en ocasiones, aparecen a la cabeza de acciones sindicales y democráticas significativas, aunque también sobreviven los que, por acomodaticios, los absorbió el sistema al grado del servilismo.
En esta ocasión, nos toca destacar las virtudes y los logros de quienes se sienten orgullosos de haber pertenecido a una institución formadora de maestros que los influyó en su conciencia social para que sus enseñanzas perduren y se extiendan hasta las actuales generaciones.
¡Viva la Asociación de Ex estudiantes de la Escuela "Abraham González" de Salaices, Chihuahua ¡

Chihuahua Chih. Otoño del 2012

No hay comentarios: